Una manifestación recorrió este sábado el centro de Málaga para apoyar a Francisco Molero, un joven de 27 años de Cuevas de San Marcos condenado a cinco años de prisión y 16.000 euros de multa por atentado a la autoridad y lesiones durante la concentración Rodea el Congreso de 2013. Molero asegura que el juicio, sustentado en la declaración de cuatro policías, fue una “farsa”. “Yo no he atentado contra nadie, soy incapaz de matar una mosca. Fueron ellos los que atentaron contra mí”, dijo poco antes de comenzar el recorrido.
“Molero ni ha matado ni ha robado. Es injusto: son cinco años de prisión y 16.000 euros de multa para una familia humilde”, explicó Remedios Ramos, concejala de Málaga para la Gente. Según Óscar Reina, portavoz del SAT, “Molero es un buen chaval, joven, luchador y un ejemplo a seguir por la juventud de su tierra, que tiene derecho a luchar desde el pacifismo”.
A la manifestación, convocada con el apoyo de IU, CGT, CNT, Sindicato de Estudiantes, Izquierda Anticapitalista Revolucionaria o el SAT (en el que milita Molero), acudieron en torno al millar de personas, algunas llegadas en autobuses de Granada, Cádiz y Sevilla. También acudieron Eduardo Zorrilla, concejal de Málaga para la Gente, Ysabel Torralbo, concejal de Málaga Ahora, Juan Antonio Gil, parlamentario andaluz de Podemos y Diego Cañamero, exportavoz del SAT. La policía rebajó la asistencia a 400 personas. “Arriba o abajo”, dijo sonriendo el agente que recabó la información.
“No es un terrorista, es un activista”, clamaron los manifestantes mientras recorrían las calles más céntricas de Málaga. El recorrido comenzó en la Plaza de la Marina, pero Subdelegación del Gobierno evitó la estampa de atravesar las calles atestadas de terrazas (Granada o Calderería) y eligió canalizar a cientos de personas por Calle Santa María, de apenas cuatro metros de anchura.
Al final del recorrido, en la Plaza de la Merced y junto al monumento a Torrijos, una decena de organizaciones expresaron su apoyo a Molero. Se escucharon llamadas a la movilización, contra el capitalismo, y peticiones de libertad para los “presos políticos” y por la derogación de la Ley Mordaza. “Molero somos todos. Manifestarse no es un delito; es un derecho que nos quieren quitar”, dijo alguien. El joven cerró el acto citando a Salvador Allende.
Molero está condenado en firme por las lesiones provocadas a tres policías, heridos en la pierna durante la manifestación Rodea el Congreso de abril de 2013. Él asegura que los policías que prestaron declaración mienten y se contradicen en su identificación y ha pedido la suspensión de la condena mientras se tramita la petición del indulto solicitado por sus padres, a quienes atiende. También ha anunciado que recurrirá en amparo ante el Tribunal Constitucional.