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¿“Minipisos” o “vivienda dignísima”? Alquileres de 45 m² a 500 euros, el plan de Málaga contra la crisis de vivienda

La consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía, Rocío Díaz, y el alcalde Francisco de la Torre, durante la visita a las obras de las nuevas viviendas protegidas del Distrito Universidad.

Néstor Cenizo

Málaga —
26 de junio de 2025 22:23 h

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En muchas ciudades del país, y especialmente en Málaga, la vivienda es el tema central del mandato municipal que acabará en 2027. Lo es en la calle, también lo fue en la campaña de 2023, cuando los socialistas machacaron insistentemente al veterano Francisco de la Torre (PP) por haber “echado” a miles de malagueños que no encuentran vivienda asequible en su ciudad, y lo está siendo en los debates plenarios, a los que los grupos de la oposición de izquierdas acuden siempre con alguna propuesta en la materia.

Singularmente, la de que pida a la Junta de Andalucía que declare que la ciudad es “zona tensionada” del alquiler, pero el alcalde por ahí no pasa. Por ahora, la propuesta estrella del regidor es la de sembrar la ciudad de viviendas de protección oficial y que una parte muy relevante de ellas, hasta unas 1.700, sean pequeños pisos en alquiler de carácter “transitorio”, hasta siete años, para mayores que vivan solos y jóvenes, pensados para empezar un proyecto vital y luego buscar algo mejor. Este jueves ha desgranado algunos detalles.

La mayoría serán viviendas con 45 m² útiles (58 construidos) y una habitación, aunque también habrá algunas de dos dormitorios y 55 metros cuadrados útiles. Ahora, el Ayuntamiento va a empezar a buscar quien las construya: ofrecerá a los promotores interesados hasta 70.000 metros cuadrado de suelo de 24 parcelas de equipamiento público (la mayoría concentradas en los barrios más occidentales y alejados del Centro) y les invitará a presentar ofertas.

Las bases las está preparando el Instituto Municipal de la Vivienda, y se supone que el criterio determinante será el precio del alquiler: a más bajo, más puntos. Los que ganen construirán las VPO y podrán gestionar su alquiler durante 75 años, como mucho, a un precio máximo: a 10 euros el metro cuadrado, según desveló el concejal de Vivienda, Francisco Pomares. Es decir, a unos 500 euros por cada alquiler.

En mayo de 2025 la oferta media de alquiler en la ciudad es de 15,6 euros por metro cuadrado, un 122% más que hace diez años y el 10% más que hace un año, según Idealista. Apenas cinco de las viviendas 286 viviendas de una sola habitación se alquilan por menos de 700 euros. Casi todas superan los mil euros.

Unos “minipisos” que ahora crecen

Al menos hasta hoy, la medida de ofrecer pequeñas viviendas rotatorias en régimen de alquiler tasado había sido duramente criticada por la oposición: “Si usted cree que con minipisos va a resolver el principal problema de la ciudad de falta de ciudad, se equivoca y quiere engañar a los malagueños y malagueñas”, le dijo el portavoz socialista De la Torre hace apenas un mes. La oposición denunciaba que en inmuebles de 35 metros cuadrados no se vive dignamente. “Los inquilinos que entren no estarán toda su vida allí y mientras fortalecen su economía alquilarán una vivienda dignísima”, se revolvió el alcalde.

El PP lleva semanas recordando que tampoco es tan nuevo: en 2005 la ministra socialista María Antonia Trujillo, propuso pisos de 30 metros cuadrados (y fue duramente criticada por ello), y en Barcelona, gobernada por Jaume Collboni (PSC), se acaba de entregar una promoción de VPO con entre 40 y 50 metros cuadrados. Collboni visitó Málaga la semana pasada y fue preguntado por esto, pero eludió responder alegando que no quiere entrar en asuntos locales.

Finalmente, De la Torre ha acabado cediendo y este jueves anunció que compra el argumento de la oposición: los pisos tendrán una superficie mínima de 45 metros cuadrados, diez más que en el planteamiento inicial.

La idea es que los construyan y luego los gestionen promotoras privadas sobre parcelas públicas que el planeamiento destinaba a equipamiento comunitario, pero que pasarán a suelo residencial porque el Ayuntamiento se acoge a esa posibilidad excepcional, abierta por la Junta de Andalucía el pasado marzo. Se excluyen las que estuvieran asignadas a instalaciones sanitarios o centros educativos.

Daniel Pérez, portavoz del PSOE local, celebró los diez metros extra como una “victoria política y social”. Menos condescendiente fue Toni Morillas (Con Málaga), quien calificó el “plan de minipisos” de “parche” y se preguntó qué pasará con esas familias si pasados siete años no han prosperado. También alertó de que se detraerán parcelas destinadas a equipamientos públicos precisamente en barrios con carencias en este aspecto. Para el PP, que gobierna en solitario, el plan marcará si alcanza o no el objetivo que se ha propuesto de aquí a 2027: 8.900 nuevas viviendas.

En Málaga hay actualmente unos 34.000 solicitantes de vivienda protegida. Las últimas en construcción, con entrega prevista en 2028, costarán como mínimo 187.000 euros, pero si el piso es de tres habitaciones se irán a los 239.2000.

Medidas recientes

Tras minimizar la cuestión hasta hace relativamente poco (“No expulsamos a nadie, pero tener que irse a vivir fuera de Málaga tiene una importancia relativa”, dijo a Sur en julio de 2024), el regidor hace tiempo que admite que hay un problema grave con la vivienda. “Una crisis habitacional”, ha llegado a admitir.

En los últimos meses ha anunciado medidas para embridar ahora la desbocada proliferación de pisos turísticos (hay unos 13.000 registrados), ha anunciado por sorpresa un nuevo PGOU que permita reservar suelo hasta ahora rústico para VPO o vivienda asequible, ha activado la compra de suelo para promover un millar de viviendas y ha anunciado una nueva ordenanza de licencias. El objetivo, insiste, es acortar plazos y construir rápido. Para la oposición, la fuerte demanda hace que estas medidas sigan siendo insuficiente mientras no se topen los precios de los alquileres.

Su reciente hiperactividad es tal que hace poco se ha permitido incluso romper la línea ortodoxa del PP y el Gobierno andaluz, sumándose a una moción socialista para reclamar a la Junta de Andalucía que las VPO lo sean para siempre, de modo que nunca pasen al mercado libre.

El problema para De la Torre es que el problema de la vivienda no se resuelve de un día para otro, ni siquiera en un par de años. La mayoría de estas medidas son a medio o largo plazo (por ejemplo, el nuevo PGOU exige al menos tres años). Y además, otras que serían más inmediatas no terminan de salir: no se sabe nada de la moratoria a nuevos pisos turísticos anunciada en marzo.

Objetivo 2028

Para llevar a cabo su idea el Ayuntamiento se acoge al Decreto-Ley de medidas urgentes en materia de vivienda, que la Junta de Andalucía aprobó en marzo para adelantar algunas medidas de la futura ley que está preparando. No es la primera ciudad andaluza que lo hace, pero sí la más significativa por tamaño y presión inmobiliaria. También la primera que plantea que sean inversores privados los que ejecuten y hacer cuantas más unidades mejor.

Además, Málaga ya anunció hace tres meses su adhesión para aplicar otra medida del Decreto: autorizar la construcción de VPO en suelo o edificios con uso de oficinas o alojamiento turístico y aumentar un 20% el número de viviendas en suelos urbanos y urbanizables, siempre que todo el edificio tenga algún tipo de protección, y un 10% la edificabilidad. El Consistorio calcula que así sumará otras 414 viviendas protegidas.

En este contexto, la intención del equipo de gobierno con los nuevos “minipisos” es que todo eche a rodar cuanto antes, y entregar las primeras, en torno al millar, en 2028. De momento, ha localizado las 24 parcelas que ofrece a los promotores privados: la mayoría en Churriana, Campanillas, Puerto de la Torre o Teatinos. Aunque son suelo dotacional, son parcelas sin destino específico. A priori, no exigen ninguna modificación urbanística para conceder licencia, que podría darse “en cuestión de días”, según ha dicho el regidor.

Antes deberán sacarse a licitación pública, previa aprobación definitiva del plan en el Pleno del próximo 2 de julio. Al alcalde le gustaría incluso sacar las primeras licitaciones en julio o agosto, pero ha admitido que antes sondeará el interés de los promotores. El concejal Pomares ha asegurado que de eso sobra y que una decena ya le ha preguntado por el asunto.

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