Trascendence, el ambicioso proyecto para levantar un complejo deportivo, turístico y de ocio en Coín (Málaga), está dando los primeros pasos administrativos para convertirse en realidad. El ayuntamiento ya ha solicitado a la Junta de Andalucía el “documento de alcance” que fijará las líneas generales de las que no pueden salirse, según han avanzado los promotores y confirma el consistorio. Se trata de un proyecto muy controvertido, que tiene por ahora la oposición de los cinco partidos políticos de Coín (incluido el PP, que gobierna), comunidades de regantes y muchos vecinos. Su temor es que afecte al acuífero que nutre a la población y a unas 1.000 hectáreas de regadío. En los últimos meses se ha convertido en un asunto central en el municipio.
Aunque sus impulsores querrían comenzar con los trabajos sobre el terreno en un año, aún tienen que superar múltiples trámites administrativos: tras el documento de alcance que fije el marco general, deberán presentar un estudio ambiental estratégico (identificando potenciales efectos sobre el medio ambiente); someterlo a consulta pública; formular una propuesta final y solicitar de la Junta de Andalucía la declaración ambiental estratégica.
Además, los opositores, agrupados en la Mesa del Agua, anticipan resistencia. El problema es dónde se quiere situar el complejo: los Llanos de Matagallar es una parcela privada y urbanizable, pero de tradicional uso comunitario, que los promotores adquirieron después de varios intentos frustrados de urbanizarla en el pasado. Tiene 1.300.000 metros cuadrados de los que se edificarían unos 50.000, y se sitúa en la inmediata zona de captación del acuífero de Coín, una superficie de unos 30 kilómetros cuadrados especialmente porosa. De ahí que los opositores teman una afección sobre la cantidad del agua que alberga (el manantial ya no brota) y su calidad (por posibles infiltraciones).
“Queremos mejorar lo que hay”
Trascendence prevé espacios para la práctica de 35 modalidades (como una piscina de olas para practicar surf) y 510 alojamientos construidos, según sus impulsores, con altos estándares de sostenibilidad. Prevén invertir 267 millones de euros para convertirlo en un “centro internacional de alto rendimiento” para deportes extremos, lo que ha llevado a la Junta de Andalucía a declararlo de interés estratégico.
Está promovido por Nature Call Iniatives, una empresa de una rama de la familia Franco con negocios inmobiliarios y hoteleros. Este jueves, Jaime y Javier Ardid Martínez-Bordiú, así como sus asesores técnicos, han presentado un nuevo informe hidrogeológico que sostiene que el proyecto no supone riesgo para el acuífero de Coín, un subsistema de una masa de agua más amplia (Sierra Blanca) que se extiende bajo una superficie de 60 kilómetros cuadrados.
Defienden que su intención es levantar un complejo sostenible, y en las últimas semanas están embarcados en una intensa labor para vencer las resistencias. Aseguran que se han reunido con unos 30 colectivos, incluyendo la Mesa del Agua, y con tres de los cinco partidos (PP, Vox y AndalucíaxSí). Todos los grupos municipales votaron mociones contrarias hace apenas un mes. En este tiempo ha surgido una página de Facebook muy favorable al proyecto y, según los promotores, está próxima a constituirse una plataforma vecinal.
Jaime Ardid insiste en que Trascendence va más allá de un proyecto turístico o deportivo al uso, y subraya que la intención es levantar un complejo con una acusada sensibilidad ambiental que parte del uso eficiente del agua. “Queremos mejorar lo que hay”. Hasta ahora, los planes urbanísticos del municipio permiten que en ese lugar se construyan 900 viviendas y dos campos de golf. Esa previsión, que la promotora Aifos intentó llevar a cabo, provocó hace 15 años una movilización popular de rechazo, hasta que la promotora desistió y, finalmente, quebró. El proyecto quedó entonces abandonado en un cajón.
Ardid dice que lo suyo es otra cosa, como demostraría el hecho de que la innovación del plan parcial que tramitan ante el ayuntamiento prevea la reducción de la edificabilidad. Asegura que llevan casi un lustro dando forma al proyecto, y que previamente descartaron una decena de ubicaciones en la provincia. “Nos enamoramos del Llano. Es un paraje natural muy bonito, urbanizable, y visto desde Google Earth está todo pelado. Existe alto riesgo de desertificación en distintas zonas y también planteamos un programa de reforestación”, dice. De la fuerte contestación que ya hubo en el pasado a construir ahí, y que ahora vuelve, comenta que solo se enteraron a posteriori.
Un informe que descarta riesgo de sobreexplotación
El agua es el elefante en la habitación en cualquier proyecto sobre el terreno en la Costa del Sol. Lo saben bien los impulsores de Trascendence, que ahora esgrimen un informe reciente del hidrogeólogo Luis García Ruz que llega a la conclusión opuesta al principal documento técnico que hasta ahora existía: según sus mediciones y cálculos, Trascendence no pondría al acuífero en riesgo de sobreexplotación.
García Ruz ha tomado las series pluviométricas de la estación de Coín en el periodo 1950-2022 y los datos de salidas en manantiales publicados por el Instituto Geológico y Minero, y cree que, más allá de periodos de sequía puntuales, el sistema tiene un excedente de agua hoy y a futuro: en la actualidad sobrarían 2 hm3/año (64,3 litros por segundo), que serían 1,3 hm3/año (41,3 litros por segundo) en 2050, aun partiendo de los peores escenarios de lluvia y de que se produjera un aumento de consumo destinado a otros usos, como el agrícola.
Los promotores calculan que Trascendence tendría un consumo medio de 4,7 litros por segundo, con picos de 7,22. Contemplan depurar el 97% del agua y usar unidades condensadoras con capacidad, dicen, para producir 10.000 litros diarios (0,5 litros/segundo).
Un manantial seco
Esto pone en solfa los datos hasta ahora conocidos. A pesar de que el Plan Hidrológico 2022-2027 de la demarcación hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas señala que el estado del acuífero es “bueno”, un trabajo realizado en 1997 por Bartolomé Andreu, hidrogeólogo de la Universidad de Málaga, advertía de que del acuífero de Coín se bombeaban tres hectómetros cúbicos más de las entradas medias anuales, con lo que se estaría vaciando.
Desde entonces, la población de Coín ha crecido un 40% (de 17.450 a 24.309 habitantes, según el último padrón del INE) y muchos agricultores se están pasando a los subtropicales, con un consumo hídrico muy elevado. Esto acentúa los temores en el municipio. Hace años que se secó el manantial situado apenas a dos kilómetros de la parcela y este año los agricultores han visto reducido su caudal de riego. También ha habido restricciones en el consumo doméstico.
García Ruz cuestiona que se esté produciendo un progresivo vaciamiento del acuífero. Razona que si cada año perdiese tres hectómetros cúbicos, la capa superficial debería estar ahora a -140 metros respecto al manantial de Coín. Sin embargo, realizó un sondeo que demuestra que está a -21 metros. “Cuando lluevan seis hectómetros cúbicos acumulados [unos 450 litros de precipitación acumulada] el manantial volverá a brotar”, vaticina el experto, que señala que estuvo peor durante la sequía de 1995.
También advierte de que explotar el acuífero sólo cuando hay excedente (porque brota el manantial) es “ultraconservador”: “Entre no hacer nada y sacar más de lo que se puede sacar está la actitud de regular: sacar el caudal que infiltra con la precipitación media”.