José Manuel Illanes (Arahal-Sevilla, 1987) es uno de los miles de jóvenes españoles a los que la crisis le hizo hacer las maletas. Su destino fue el Reino Unido, donde lleva cinco años, de los que en los dos últimos se ha asentado en Manchester, una ciudad que, según dice, está “extrañamente tranquila” tras el atentado que la pasada noche ha segado la vida a una veintena de personas y dejado decenas de heridos.
Forma parte del consejo de residentes españoles en Manchester, un órgano consultivo de las oficinas consulares que coordina las cuestiones de interés para la comunidad española de residentes en su demarcación, y se ha convertido, sin quererlo, en el portavoz de muchos jóvenes en su misma situación en el corazón de la actualidad mundial.
¿Cómo está la ciudad tras todo lo vivido anoche?
Inexplicablemente, está muy tranquila. Supongo que la gente está asimilando lo que ha pasado y dejando trabajar a la Policía. Cuando he salido a la calle esta mañana no he notado nada anormal en el comportamiento de las personas que se cruzaban conmigo.
Es como si los ingleses lo tuviesen asumido.
Pues sí, porque los ingleses parecen estar llevando bien lo ocurrido dentro de la gravedad, y parece que quieren salir adelante desde el primer momento.
Hablamos de una ciudad con una gran mezcla de culturas.
Pues sí, y a falta de saber si se trata de un atentado islamista o no, la gente no lanza de mensajes de racismo, ni mucho menos. Posiblemente cuenta con la mayor comunidad musulmana porcentualmente hablando de Inglaterra, pero es un lugar donde no hay racismo, y cuando hay un suceso como el que esta noche hemos vivido, la gente se lo toma con la filosofía de saber que es un loco en concreto el que lo comete, no una comunidad entera.
Establecen bien esa diferencia, entonces.
Sí, porque todo el mundo sabe que es un loco que mata y se mata, y en eso tenemos mucho que aprender en España. Es una forma de acoger a los extranjeros en Inglaterra de la que deberíamos tomar nota.
¿Las reacciones que ha visto en redes sociales son similares a las conversaciones por la calle?
La verdad es que sí, porque cuando pasa algo así lo primero que haces es irte a Twitter, y allí vi que la gente estaba ofreciendo sus casas, sus coches a quién lo necesitase, siendo sobre todo solidaria, ofreciendo su ayuda en todo lo posible, pero a la vez dejando trabajar a la Policía, con una actitud que nada tiene que ver con el racismo, sino con la ayuda que es imprescindible en estos casos; y se agradece. Lo que sí se ve es que hay gente yendo a los hospitales, a donar sangre, porque hay muchos heridos, pero lo que hace falta es recobrar la vida normal, porque esto es una excepción, no lo normal, y hay que esforzarse por seguir adelante en la vida.