Los colectivos y distintas mareas que conforman la
coordinadora de las Marchas de la Dignidad llegan al verano con la
aprobación de un calendario de movilizaciones para el próximo curso que tendrá
como objetivo final convocar una “huelga ciudadana” mediante la que se paralice
la actividad del país. Lo han
aprobado en la última asamblea de las Marchas
de la Dignidad, celebrada el pasado fin de semana en Mérida, donde se han
fijado los objetivos y movilizaciones de los activistas, quienes desde su creación ya anunciaron que no terminaban con la masiva
manifestación que se vivió el 22 de marzo en Madrid, sino que continuarían a medio y
largo plazo.
“Huelga ciudadana”, “paro cívico” o “huelga social” son los
términos que se barajan para denominar a la acción prevista de cara a 2015, de
más de un día de duración, y que vendrá precedida por varias movilizaciones
concretas en el próximo otoño, según explica Manuel
Cañada, miembro del Campamento Dignidad de Extremadura que dio nombre a las
marchas y uno de los padres del 22M. “
Las Marchas de la Dignidad se han marcado como objetivo una
huelga que paralice el país“, señala. Explica que -aún sin fecha
concreta- no se habla de huelga general puesto que eso le corresponde
convocarla a los sindicatos y las marchas responden a un conjunto de movimientos
sociales.
Hasta llegar a ese momento, la coordinadora 22M ha aprobado
también en su asamblea una serie de acciones que pasan por una intensificación
de las movilizaciones y que tendrá tres fechas concretas para el próximo curso.
La primera de ellas, el próximo 24 de octubre, día previsto
para la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, donde desde el 22M apoyarán la acción de su columna asturiana “con marchas desde otros
territorios hasta Oviedo“ en un acto de protesta ”con mucha fuerza simbólica“
hacia la monarquía.
Poco después, en los últimos días del mes de noviembre, tienen previsto convocar “una semana de lucha social”. Serán “unas jornadas de protesta social” para sumar las acciones en distintos ámbitos y unir así las “huelgas parciales en distintos
sectores“, en lo que será una perspectiva del músculo del 22M para marcarse el
objetivo final de la “huelga ciudadana” mediante la que pretenden paralizar el
país ya iniciado el año 2015.
Previamente, la tercera cita de las movilizaciones
aprobadas en la asamblea saltará las fronteras
internacionales. “Será una marcha a los paraísos fiscales”, avanza Manuel Cañada, que
tendrá lugar entre febrero y marzo de 2015, según prevén. Andorra y Gibraltar serán las metas
de dos marchas a pie simultáneas “para denunciar la existencia de estos
paraísos fiscales“.
Estrategia incluyente: sumar todas las protestas
Estrategia incluyente: sumar todas las protestas
Con todo este trabajo por delante, la coordinadora pretende llevar a cabo “una estrategia incluyente” para
intensificar la suma y “la convergencia de todas las luchas sociales” entorno
al movimiento de las Marchas de la Dignidad. Esa estrategia ya se ha iniciado
en la asamblea celebrada en Mérida -“un punto de inflexión con mucho éxito”-
donde han participado como invitados en varias mesas de debate “grupos y movimientos
que no formaban parte expresamente hasta ahora del 22M“.
La lucha de Gamonal, los represaliados por participar en
piquetes de huelga o activistas de centros sociales han participado para “seguir
abriendo nuestro movimiento a la sociedad“. Se trata, a juicio de Manuel
Cañada, de “un nuevo impulso a las marchas: en vez de tener una inercia
endogámica, al contrario, abrirnos aún más“.
Y ese impulso para el nuevo curso, se hará bajo tres criterios de
trabajo que la asamblea de las Marchas de la Dignidad ha puesto sobre la mesa:
apoyar a todas las convocatorias de protestas descentralizadas en cada uno de
los territorios; impulsar la constitución de comités propios en barrios y
empresas, “hasta llegar al último rincón social”; y desarrollar una mayor
convergencia “con todas las luchas sociales”, con la filosofía de coordinación
que desde el inicio impregnó al 22M.