Mongolia vuelve a Sevilla, una plaza donde les acompañó la polémica cuando decidieron usar la imagen de la Macarena para presentarse en sociedad hace ya casi dos años. Lejos de amilanarse, esta vez regresan con un espectáculo musical “para defender” su revista satírica y donde no cambian ni los ingredientes (humor y crítica) ni el reclamo, la virgen.
“Los sevillanos seguro que se ríen más”, dice Edu Galán, uno de los creadores de Mongolia, y asegura que el músical ha tenido muy buena acogida en las ciudades por donde ya ha pasado. Skectches de actualidad política se van combinando con monólogos, “canciones si tenemos el día”, vídeos, “mucho movimiento”... Llevar la revista a los teatros, básicamente.
El espectáculo va cambiando con el lugar en el que se representa y se va nutriendo de la actualidad política más rabiosa, “como la que nos está sorprendiendo gratamente estos días”. La Operación Púnica o el pequeño Nicolás se unirán referencias a productos 'de la tierra' como el caso de los ERE, anuncia Galán. “Ya que estamos en Sevilla, hablaremos de religión, porque el hombre del espacio está muy presente en la vida andaluza, incluso en los actos de vuestra querida presidenta, que es muy de izquierdas pero las fotos que se saca en Semana Santa parecen sacadas de un calendario zaragozano del año 58”.
“Sois mierda y espero que se os caiga el teatro”
El cartel del musical presenta a la Macarena portando unos explosivos, “no vaya a ser que entre los devotos haya algún radical que la fastidie, por eso está así, prevenida”. Galán señala que, en cambio, “entre los fieles también hay gente sensata que, a pesar de una cosa semejante, son racionales y piensan que el humor y la libertad de expresión están por encima de sus creencias”.
Quienes parece que no ocuparán asiento en el Teatro Quintero los próximos 7 y 8 de noviembre serán algunas personas que, a través de Twitter, se han mostrado en contra de la presencia del espectáculo. Recuerda Galán que “el alcalde Zoido se encargó de calentar a la gente la otra vez y se nombró de golpe portavoz de todos los sevillanos. Dijo que habíamos ofendido a todos los sevillanos (escribió también que 'la libertad de unos termina donde empieza la de otros'). ”No. Hemos ofendido a algunos sevillanos, y ya lo siento, pero es su problema. En esta ocasión no ha ocurrido porque ya han venido directamente a desearnos cosas tan improbables como que se nos caiga el teatro encima“.
“Es algo inédito. Jamás los creadores de una revista satírica se habían puesto a defenderla en escena. Es una hora y media de llamar a las cosas por su nombre. ¿Arregla la sociedad española? Pues no, pero al menos pasamos todos un buen rato y se nos olvida”, concluye.