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Moreno avala como candidato del PP a la Alcaldía de Sevilla a José Luis Sanz, el favorito de Pablo Casado

Daniel Cela

27 de septiembre de 2021 17:12 h

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El presidente de la Junta y del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, ha hecho público este lunes su apoyo a José Luis Sanz, senador y actual alcalde de Tomares, como futuro candidato a la Alcaldía de Sevilla. Moreno ha salido esta mañana de su despacho, en el Palacio de San Telmo, y se ha dirigido hasta la próxima Plaza Nueva, frente al Ayuntamiento hispalense, donde le esperaba Sanz y un grupo de fotógrafos de algunos medios -incluido de la Junta- para inmortalizar el encuentro ante la fachada del Consistorio.

Luego se han ido juntos a tomar una cerveza a una terraza de la Plaza de El Salvador, a pocos metros de allí, y unas horas después, Moreno colgaba la foto en su perfil de Twitter, y Sanz le respondía agradecido: “En un sitio especial con José Luis Sanz. Hablando del futuro de Sevilla”, escribía uno; “Muchas gracias por tu apoyo, presidente Moreno. Miraremos juntos por el futuro de Sevilla”, le respondía el otro.

La foto de Moreno y Sanz trasciende la candidatura del PP para el Ayuntamiento de Sevilla, la capital más importante que gobierna el PSOE en España, en manos ahora del nuevo líder de los socialistas andaluces y aún alcalde, Juan Espadas. La foto, milimétricamente buscada y publicitada por sus respectivos equipos, simboliza también el reencuentro entre la dirección nacional y andaluza del PP, que hace apenas unos meses andaban a la gresca a cuenta de los congresos provinciales del partido en Andalucía. Especialmente en Sevilla, donde el candidato apoyado por Moreno Bonilla, el alcalde de Carmona, Juan Ávila, terminó sucumbiendo ante la actual presidenta, Virginia Pérez, que contaba con el favor de Génova.

El presidente del PP andaluz ha consolidado su liderazgo institucional al mando de la Junta y del partido, pero el PP de Sevilla, aún en la estela lejana de Javier Arenas, le sigue siendo ajeno u hostil. En el último cónclave provincial, la actual presidenta se alió con la dirección de Casado para garantizar su supervivencia. Los populares andaluces, incluso el Ejecutivo autonómico, entró en colisión con Génova y acusó al entorno del secretario general, Teodoro García Egea, de querer controlar los congresos provinciales andaluces -fundamentales para el posterior cónclave nacional que debe ratificar a Casado- aun a costa de cimbrear la estabilidad del Gobierno de Moreno.

Aquel pulso interno dejó una imagen de un partido desunido y enfrentado por el control orgánico en la capital andaluza. Génova trató de evitar aquel choque de trenes proponiendo un “candidato de consenso” para presidir el PP de Sevilla, el regidor de Tomares, José Luis Sanz. La propuesta no cuajó y, efectivamente, hubo un choque de trenes en el congreso con acusaciones de pucherazo por parte de los perdedores. El nombre de Sanz levantaba ampollas en la dirección regional del PP, porque era visto como “un favorito de Génova”, y porque por esa misma vía de influencia, años atrás estuvo a punto de ocupar el puesto de presidente andaluz del PP, en lugar de Moreno. Tras los congresos, el entorno de Casado dejó entrever que Sanz era su mejor opción para la Alcaldía de Sevilla.

Los estatutos del PP dicen que es a la estructura nacional a la que le corresponde “proponer” a los cabezas de lista para las municipales -las próximas serán en 2023-, aunque muchas voces críticas desde Andalucía pedían que se escuchase y se consensuasen los nombres con la dirección regional. En la calle San Fernando, sede del PP-A, se había barruntado la posibilidad de impulsar la candidatura de la hoy consejera de Cultura de la Junta, Patricia del Pozo, una veterana de la última hornada arenista, y muy próxima ahora al presidente Moreno.

José Luis Sanz es senador y gobierna el municipio sevillano de Tomares con mayoría absoluta. Pero es mucho más. Era el aspirante con más posibilidades a suceder a Juan Ignacio Zoido como presidente del PP andaluz, pues contaba con su apoyo y el de la entonces secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. Ese puesto terminó ocupándolo Moreno Bonilla, recién aterrizado de Madrid, poco conocido entonces por estas latitudes, pero que dio un paso determinante y recibió el no menos determinante apoyo decisivo de Arenas y del presidente del partido, Mariano Rajoy.

La foto de este lunes tiene, por tanto, el valor de ver juntos después de mucho tiempo a dos dirigentes del PP que aspiraban a liderar el partido en Andalucía, y que no llegaron a competir en un congreso, porque la cúpula de la formación conservadora resolvió desde arriba sin necesidad de verse las caras en un congreso. Tras los provinciales, el próximo cónclave es el regional, donde Moreno previsiblemente revalidará su mandato sin mayor problema -no se esperan candidatos alternativos al presidente de la Junta-, pero la unidad exhibida hoy con Sanz también busca cerrar heridas con la dirección nacional y el rescoldo crítico que aún perdura en Sevilla.

Moreno también ha publicitado la foto de la reconciliación la misma semana en la que el PP inicia su convención nacional itinerante, que busca rearmarse ideológicamente con referentes dentro y fuera del partido. Casado viajará a Sevilla el próximo jueves, acompañado del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, e intervendrán en un acto junto a Moreno. Dos formas de hacer política que caben dentro del mismo PP.