Familias con doble acento: el 14% de los nacidos en Andalucía tiene un progenitor extranjero

La realidad andaluza, desde hace tiempo, no puede entenderse sin la presencia de personas de procedencia extranjera. Una de las consecuencias del fenómeno migratorio de los últimos años es la formación de parejas mixtas, es decir, de nacionalidad de origen diferente. La interculturalidad es un fenómeno que crece en el conjunto de la sociedad y que se traslada al seno de las familias.

¿El efecto? Una nueva generación de niños mestizos. Y cada vez son más. Hace unos años, el número de niños binacionales suponía apenas un 3% del total de nacimientos en Andalucía. La cifra alcanza ya casi el 14%, según los últimos datos. Este miércoles se celebra el Día Internacional de la Familia. De todas las familias. Y la dinámica de transformación social está partiendo de los hogares.

Un total de 1.083.544 niños nacieron en Andalucía entre 2000 y 2011. De ellos, 108.737 lo hicieron de pareja mixta. La evolución concreta respecto al total de nacimientos ha pasado del 3,55% en 2000 (2.873 nacimientos) al 13,45% en 2011 (12.099 nacimientos). Es decir, cada vez son más los niños nacidos en Andalucía que tienen al menos un progenitor extranjero. El peso de los nacidos en Andalucía respecto al total de nacimientos mixtos en España se ha mantenido más o menos estable en los últimos años, entre el 9% y el 11% durante la primera década del siglo XXI.

La sociedad multicultural española y andaluza seguirá creciendo, pero ¿cuáles son las consecuencias de que en los últimos diez años haya en Andalucía más de 100.000 nuevos niños binacionales? Es “un cambio cualitativo importante”, señala el Doctor Octavio Vázquez-Aguado, profesor del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Huelva, experto en la materia. “La transformación llega al interior de nuestra sociedad” en “una dinámica de cambio que va a más allá del fenómeno migratorio”, considera el profesor. “Es también un signo de modernidad”, si bien “habrá que ver cómo repercute la crisis” en cuanto a número de nacimientos.

Disminución de las actitudes negativas, los prejuicios y los estereotipos

El efecto de la formación de los matrimonios y parejas mixtas es doble: una tendencia a disminuir las distinciones culturales que afecta sobre todo a las futuras generaciones y una disminución de las actitudes negativas, los prejuicios y los estereotipos hacia otros grupos, según señala Vázquez-Aguado. Por lo tanto, estas consecuencias, además de a los contrayentes, se propagan hacia el futuro en caso de haber descendencia.

Vázquez-Aguado dirigió entre 2010 y 2011 un proyecto de excelencia investigadora denominada La construcción de la interculturalidad en Andalucía. Análisis de las familias interculturales en el territorio andaluz. En este contexto, según este estudio, la educación de los hijos de matrimonios y parejas mixtas se convierte en el espacio idóneo donde negociar las estrategias de adaptación, es decir, si los hijos se adscriben o no mayoritariamente a una de la cultura de los padres, o si en el seno familiar se elabora una “síntesis” de ambas que permite enfrentarse a las exigencias del contexto.

Más matrimonios mixtos en Almería y Málaga

Los datos revelan que hay más varones andaluces que mujeres que se casan con personas de origen extranjero. Además, los hombres se casan con una edad media superior a la de las mujeres. Otro aspecto a destacar es que los progenitores de casi la mitad de los niños hispano-extranjeros nacidos en Andalucía no están casados en el momento del nacimiento.

Por otra parte, la distribución territorial de los matrimonios mixtos no puede abstraerse del peso poblacional que los extranjeros tienen en cada provincia andaluza. Aunque no es homogénea, sigue la tendencia de ocupación del territorio que hace la población extranjera en la región. De este modo, según datos de entre 2000 y 2008, destacan de manera significativa Almería (11,2%) y Málaga (12,2%), que concentran el porcentaje mayor de matrimonios mixtos en relación al total de matrimonios celebrados en sus territorios. Las provincias de Granada y Huelva están por encima del 5% mientras, ya por debajo de ese porcentaje, se sitúan Cádiz (4,9%), Sevilla (4,5%), Córdoba (4,1%) y Jaén (3,3%).

Marroquí, española y ecuatoriana

Hay otras estadísticas de nacimientos en las parejas mixtas en Andalucía. En cuanto al origen de las madres, tres nacionalidades acaparan más del 60%, siendo Marruecos la más repetida, por delante de España y Ecuador, países mayoritarios también en los padres. El 46% de ellas se dedica a las tareas del hogar y el 55% se sitúa entre los 25 y 35 años. A menor edad, mayor número de madres no casadas con hijos binacionales.

Por su parte, tres de cada diez padres con niños de doble nacionalidad tienen entre 30 y 35 años. La cuarta parte, entre 25 y 30. China es el único país con gran mayoría de padres dedicados al sector servicios. Sólo Reino Unido, Italia, Argentina y España tienen a más de un cuarto de sus padres en otras profesiones.

La combinación de nacionalidades con las que preferentemente forman pareja los hombres andaluces ha variado poco en los últimos 15 años, destacando en primer lugar Marruecos por delante del resto de países (Colombia, Rumanía, Rusia, Reino Unido, Argentina, Ecuador, Brasil, Francia, Alemania), señala Juan Antonio Domínguez, presidente de la Asociación de Familias Mixtas de España (Asfamix).

Algo más ha variado la combinación de nacionalidades con las que preferentemente forman pareja las mujeres andaluzas, destacando en primer lugar la marroquí, al igual que en los hombres, y un ascenso importante de los nacimientos hispano-colombianos e hispano-rumanos en detrimento de la caída de nacimientos hispano-estadounidenses. También se detecta una mayor presencia de uniones comunitarias (con italianos y portugueses).

Las uniones hispano-extranjeras, casi una quinta parte en España

La creciente importancia del fenómeno de los matrimonios mixtos en Andalucía es evidente. No sólo es que haya cada vez más sino también que su volumen en relación al total de matrimonios celebrados en Andalucía crece de manera constante en los últimos años. Si en 2000 representaba únicamente el 3,1% del total de los matrimonios celebrados, en el año 2008 eran ya más del 11%.

En el total de España, según cifras del Movimiento Natural de Población, en 1996 sólo el 4,7% del total de los matrimonios celebrados tenía un cónyuge extranjero. En 2007, ese porcentaje se elevó hasta el 17,42%. En el primer semestre del año 2012, los matrimonios mixtos representaban ya el 19% de las nuevas familias españolas.

Andalucía, según la encuesta nacional de inmigrantes del INE (datos de 2007), ocupa el cuarto puesto con cerca de 39.580 parejas hispano-extranjeras, tras Cataluña (73.463), Madrid (62.405) y la Comunidad Valenciana (40.038).

¿Qué ocurre con los niños en caso de separación?

Hasta aquí lo bueno, el futuro de una sociedad diversa, la integración, la interculturalidad… pero ¿qué pasa con los niños de doble identidad cultural cuando los progenitores se separan y decide cada uno vivir en su país? En esta cuestión el problema es “la ausencia de soluciones”. Según Juan Antonio Domínguez, de Asfamix, que defiende desde Córdoba los derechos e intereses de las parejas interculturales y los niños y niñas binacionales residentes en España, los datos de casos donde se ha realizado una petición por parte de uno de los progenitores en base al Convenio de 25 de octubre de 1980 sobre la Sustracción Internacional de Menores “hablan por sí mismos”. En 1999 había 78 casos y sólo el 20% era de progenitores de distinta nacionalidad. En 2008 eran ya 204, el 80%, con un incremento de casos del 162%. “Estoy convencido que estamos en la antesala de un problema que afectará a toda la sociedad”, concluye.

El caso de Isabel Monrós es muy reciente. Una madre con la custodia de tres hijos menores de doble nacionalidad (española y mexicana), que residían en Alboraya (Valencia) con ella y que una orden judicial ejecutada en marzo provocó que marcharan al país azteca con su padre, a pesar de la movilización de ella y sus vecinos para que no se fueran.

Asfamix alerta del desamparo jurídico del menor binacional en un escenario de litigio transnacional por su custodia. Y la tendencia es ascendente. Entre 2007 y 2010 se produjeron 34.751 divorcios donde uno de los excónyuges era español y otro extranjero (han pasado de representar un 7% a un 10% del total)

El profesor Octavio Vázquez-Aguado también considera que “se complica bastante la custodia, los derechos de padres y niños…”, abogando por que “las políticas contemplen estas situaciones” y “los menores sufran lo menos posible”. “Sería necesario arbitrar un sistema para no tener que llegar a ese punto”, denunciando que de la “sensación” de que se protegen más los derechos de los progenitores que los de sus hijos.

Asfamix entiende que, en ausencia de condena, habría que garantizar que los menores no tuvieran a uno (o los dos) progenitores privados de libertad en un proceso de litigio por la custodia. Esta asociación ve un foco de problemas que se debe atender desde los agentes políticos y sociales el litigio transnacional por la custodia, que se convierte en una contienda paralela a la de los progenitores y, en muchos casos, con mayor virulencia.