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Noticia servida automáticamente por la Agencia Europa Press

El obispo defiende que “abortar no es un derecho” y cree que “lo que se ha hecho es muy poco”

EUROPA PRESS

ALMERÍA —

El obispo de Almería y presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Adolfo González Montes, ha manifestado este miércoles que aunque “todo paso que se dé para limitar la destrucción de la vida humana siempre será bueno, lo que se ha hecho es muy poco en relación con lo que hay que hacer” porque “el aborto no es un derecho fundamental” pese a que “el ordenamiento jurídico pueda admitirlo”.

Así se ha pronunciado el prelado después de que este martes el pleno del Congreso de los Diputados admitiera a trámite la proposición de ley del PP para reformar parcialmente la vigente Ley del Aborto, que recoge que las jóvenes de 16 y 17 años tengan que contar con el consentimiento paterno para someterse a un tratamiento de interrupción voluntaria del embarazo, junto a las técnicas de reproducción asistida y los ensayos clínicos.

“La moral y la ley son dos cosas distintas. Puede haber leyes injustas, y esta, la ley que de una u otra manera que regula la destrucción del a vida humana, aunque se aminoren los efectos por una ley restrictiva, sigue siendo una ley injusta en la medida que supone una amenaza y una cierta garantía legal de la destrucción de la vida humana”, ha indicado el obispo almeriense ante los medios tras inaugurar un centro de formación para el empleo de Cáritas.

Con esto, ha hecho una defensa de la vida porque “está en juego un ser humano”, que al final es “la más alta expresión de la vida creada por Dios”. De esta manera, ha considerado que “el hombre es el interlocutor de Dios porque Dios lo ha querido así en su designia” con lo que “todo lo que suponga amenaza para el ser concebido y no nacido va en contra del designio de Dios”.

De igual forma, ha indicado que a día de hoy la ciencia permite saber que “el ser concebido es una realidad distinta de quien la lleva en su vientre”, por lo que ha diferenciado estas dos vidas a la hora de señalar que el aborto atenta contra una de ellas. “Si este planteamiento, desde el punto de vista de la ciencia, no resulta acorde con los hechos, pues en fin, que venga Dios y lo vea”, ha apuntado.