“Un día Blas Infante desapareció, pero no murió el andalucismo. Hoy desaparece el PA, pero el andalucismo no morirá”. Son palabras del histórico líder del Partido Andalucista y exalcalde de Sevilla Alejandro Rojas Marcos en el congreso extraordinario celebrado este sábado en Torremolinos (Málaga) y con el que el que la formación ha puesto fin a medio siglo de historia tras volverle la espalda el electorado en las sucesivas citas con las urnas.
En un discurso dirigido a unos militantes que han vivido con tristeza este día, Alejandro Rojas Marcos les ha pedido “comprensión” por esta decisión propuesta por los históricos de la formación para tener una muerte digna. “En vez de que el PA lo acepte y se resigne, ¿no será más digno y más noble que te presente su dimisión?”, ha continuado en relación a los malos resultados en los comicios. Para a continuación aceptar que hasta aquí han llegado, “como quien pone una pica en el camino a la cima, en un lugar al que nadie antes consiguió llegar, para colgar de ella el testigo que un día otros habrán de recoger”.
De este modo, el PA ha firmado el documento por el que se decide su cese y la no concurrencia a ningún proceso electoral más. No prosperaron las tres enmiendas planteadas por las agrupaciones de Baza, Coín y Marbella a la propuesta de disolución. Sólo mantendrá una estructura para dar cobertura a los 316 concejales obtenidos en las últimas elecciones municipales.
El hasta ese momento secretario general de la formación, Antonio Jesús Ruiz, ha explicado que el documento es consecuencia de la “profunda reflexión interna” abierta en las 200 agrupaciones del PA en la región a partir del pasado 30 de mayo y tras el tercer castigo consecutivo en las elecciones autonómicas que lo mantienen sin representación en el Parlamento de Andalucía desde 2008.
Con ello, paradójicamente coincidiendo con la resaca de la Diada de Cataluña, Andalucía se convierte en la única comunidad autónoma de las llamadas históricas que se queda sin partido de corte nacionalista. Un total de 425 militantes, inscritos como delegados, han estado en este último congreso, calificado de “histórico” por Antonio Jesús Ruiz, quien ha dicho que la decisión era de los militantes.
El secretario de Comunicación, José David Sánchez, el secretario provincial en Málaga, Oscar Pérez, le ha acompañado en una resignada comparecencia para los medios de comunicación, donde el líder ha enmarcado la disolución del partido en la imposibilidad de mantener su apuesta por defender “la liberación económica, cultural y social” de Andalucía, que es lo que inspira los estatutos del PA en un escenario adverso.
Sí ha reivindicado para el PA un papel decisivo en la historia de la autonomía de Andalucía, un camino plagado de trabas y en que los andalucistas fueron determinantes, aunque con un estatuto a su juicio del todo insatisfactorio comparativamente con el de otras regiones. En todo caso, Antonio Jesús Ruiz ha reconocido que la oposición de su partido al nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía en 2007, que no supieron explicar, y la falta de una acción del partido más directa “en las calles, los pueblos y los barrios” para hablar de sus propuestas, “que quedaron relegadas a lo institucional”, pueden estar entre las causas de ese “desapego” de la ciudadanía hacia el PA.
El líder andalucista no ha obviado el contraste, coincidente en la fecha, entre la celebración de la Diada en Cataluña y la desaparición del partido que encarna el nacionalismo de Andalucía. “Cataluña tiene conciencia de pueblo consistente, fuerte y ruda. Cataluña salió a la calle a reivindicar, pedir y exigir. Tiene su espacio y quiere tener más. Cataluña de alguna forma u otra va a ganar, Andalucía no. Cataluña gana y Andalucía pierde como siempre ocurre”, ha reflexionado. Para concluir: “Los andaluces deberían al menos por utilidad, y por el bien de sus hijos, darse cuenta que con el más de lo mismo no le va a funcionar y deberían tener más conciencia de pueblo”.