El Parlamento andaluz aprueba los Presupuestos de 2023 con los votos en solitario de la mayoría absoluta del PP
El PP acepta nueve enmiendas de Vox y Adelante Andalucía, de las 1.300 registradas por la oposición, con un impacto mínimo en unas cuentas de 45.600 millones de euros que consolidan un modelo fiscal a la baja, inflado con fondos europeos
El Parlamento andaluz ha aprobado este jueves los Presupuestos Autonómicos para 2023 euros, que rebasan los 45.600 millones de euros, sólo con los votos del PP, que se bastan por sí mismos gracias a la mayoría absoluta que blindan al Gobierno de Juan Manuel Moreno. Enfrente, cuatro formaciones -PSOE, Vox, Por Andalucía y Adelante Andalucía- han rechazado las cuentas de plano y han acusado al presidente andaluz de olvidarse rápido de su moderación para gobernar “a golpe de rodillo”.
El Ejecutivo ha aceptado nueve enmiendas de Vox y de Adelante Andalucía en el Pleno, con un impacto mínimo en el Presupuesto, y ninguna de los socialistas ni de la coalición de izquierdas, porque ambos grupos se habían negado a mantener vivas sus propuestas en el Pleno tras registrarlas fuera de plazo.
La Junta ha tumbado las 1.326 enmiendas de todos los grupos de la oposición -que movilizaban más de 12.000 millones de euros-, a excepción de seis de Vox y tres de Adelante: las del grupo mixto de Teresa Rodríguez mueven 50.000 euros del Presupuesto; las del partido de extrema derecha ascienden a dos millones de euros, confirman fuentes populares. La propuesta más cuantiosa es una de Vox dirigida a fomentar la caza.
En total, las cuentas incorporan 99 enmiendas, aunque 86 son modificaciones del PP a su propio Presupuesto; cuatro técnicas aceptadas en una fase previa de tramitación (tres a Vox y una al PSOE) más las nueve que se han sumado en el debate final. Durante sus 37 años de gobiernos, el PSOE jamás aceptó una enmienda a la oposición, un espejo en el que se mira permanentemente Moreno para marcar la diferencia en la forma de hacer política.
La mayoría absoluta ha retirado el foco sobre el Presupuesto en sí, que ya contaba con la garantía de salir adelante, y dio pie a un debate paralelo donde primó el interés de Gobierno y oposición por echarse los trastos a la cabeza. Las izquierdas venían a refrendar que el PP de los 58 diputados usa su fuerza parlamentaria para aplastarles, sobre todo al PSOE, que tras 37 años de gobiernos, sufre una pájara como líder de la oposición que preocupa mucho en las filas socialistas. Aquí y en Ferraz.
Los populares, por su parte, se han esforzado en dejar en evidencia a su gran rival, tras el tropiezo que cometieron el lunes al olvidarse de registrar a tiempo sus enmiendas al Presupuesto. Este ambiente de crispación previa ha impedido que sus señorías se pongan de acuerdo para cantar juntos los villancicos de Navidad para cerrar el periodo de sesiones, una tradición parlamentaria que se interrumpió con la crisis financiera de 2012. En su defecto, los 58 diputados del PP más el Consejo de Gobierno en pleno, con Moreno a la cabeza, se han quedado solos en el salón de Plenos para cantar un villancico, imagen metafórica de la propia votación del Presupuesto.
Otro modelo fiscal
Vox ha votado por primera vez en cuatro años en contra de las cuentas del Gobierno andaluz, siendo también la primera vez que no presentaban o amagaban con presentar una enmienda a la totalidad. El grupo de extrema derecha ha buscado la complicidad con el PP, en la mirada puesta en las generales de 2023, y los populares les han respondido con algún guiño aceptándoles más enmiendas que a ningún otro partido.
Los Presupuestos Andaluces para 2023 vienen a consolidar un modelo económico inspirado en la bajada de impuestos autonómicos. El PP confía ciegamente en aquella máxima liberal de que menos presión fiscal equivale a más consumo, más actividad económica y, en consecuencia, más recaudación. Los números que maneja la Consejería de Hacienda no avalan esa tesis, porque el aumento de los contribuyentes es parejo al crecimiento de la economía andaluza, es decir, la mayoría sale de las filas del paro, no vienen de fuera siguiendo la llamada de la bajada de impuestos, como sostiene Moreno.
Tras el debate, el presidente andaluz se ha felicitado en los pasillos de la Cámara por la “estabilidad institucional, política y económica” que representa la votación de este jueves, con la que espera “captar inversión y riqueza”. “Esa es la verdadera obsesión de mi Gobierno”, ha dicho. Moreno ha resaltado el ejemplo de Andalucía frente a “otras comunidades que no han podido” aprobar sus Presupuestos, en velada referencia a la Comunidad de Madrid, gobernada por su compañera de partido Isabel Díaz Ayuso.
Las cuentas del año que viene, que será un intenso año electoral en la que se juegan el poder en los municipios y en el Gobierno de España, ascienden a 45.603,8 millones de euros, lo que representa un incremento de 5.199,6 millones y un 12,9% con respecto al actual prorrogado de 2021. El gasto no financiero asciende a 40.007 millones (5.751,9 millones más).
Los números por partidas
Los números están dopados por una inyección extraordinaria de fondos europeos que ascienden a 4.921,5 millones de euros, a los que hay que sumar los 567,9 millones de euros de cofinanciación con recursos propios. En torno al 58% del aumento presupuestario deviene íntegramente de las ayudas de Bruselas -alrededor de 3.000 millones-, que la Junta destina casi en su totalidad a la inversión pública. La oposición ha criticado duramente a la Junta por no haber incrementado más el gasto público con fondos propios, sobre todo para mejorar la frágil situación de la sanidad pública andaluza, muy dañada tras la pandemia.
Los números del Presupuesto consolidan también el gasto social de años anteriores, con aumentos significativos en educación y sanidad, que aglutinan el mayor número de empleados públicos de la Junta.
El presupuesto para Sanidad aumenta un 10,8% respecto a 2021, hasta alcanzar los 13.837,5 millones de euros. Desde 2018, el gasto sanitario se ha incrementado en 3.997,2 millones de euros, lo que representa un 40,6% más, y, por primera vez en la historia, en 2023 el presupuesto de Sanidad alcanzará el 7,4% del PIB, ha asegurado la consejera de Hacienda, Carolina España.
En este presupuesto destaca la inyección que absorbe una de las patas frágiles del sistema sanitario andaluz -la Atención Primaria-, con 5.064 millones; le sigue la educación no universitaria, con 8.514 millones, un 15,3% más (1.127 millones) y los servicios sociales, con 2.720 millones, un 14% más (340 millones más).
Parte de este aumento presupuestario repercute directamente en la plantilla de funcionarios, gracias a la subida salarial pactada por el Gobierno de Pedro Sánchez y los sindicatos, que las comunidades tienen que ejecutar. El gasto del capítulo uno, para los casi 270.000 empleados públicos de la Junta, sube un 5,6%: 14.795 millones de euros, 780 millones más.
En concreto, el presupuesto para el sueldo de los sanitarios representa el 44,4% del gasto en la Consejería de Salud -350 millones de euros más respecto al ejercicio prorrogado, de los que 122,8% cubren la subida salarial pactada; en el departamento de Desarrollo Educativo, el gasto en nóminas es del 38,8%, 295 millones más que ahora, siendo 120,7 millones la parte imputable al incremento pactado en las retribuciones de los profesores.
El presidente Moreno también se ha subido el sueldo un 3,5%, el mismo porcentaje que para el resto de altos cargos de la Junta, argumentando que sus emolumentos llevaban congelados dos años, mientras que el de los funcionarios ha crecido un 8% de media.
Los Presupuestos del año que viene registran también un aumento de los ingresos tributarios del 25,8%, de unos 16.000 millones a más de 20.000: 4.280,7 millones más respecto a este ejercicio. La mayor parte de este incremento se lo reparten las dos grandes figuras impositivas: 1.800 millones por IRPF y otros 1.800 millones por IVA. Andalucía recauda más, pese a abanderar una bajada masiva de impuestos propios, porque se beneficia de una inflación disparada, que ha encarecido la bolsa de la compra, la luz, el gas y los carburantes. Ese dinero extra que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, contabiliza directamente en las arcas del Gobierno de Sánchez -“se está forrando a cuenta de los ciudadanos”-, pero del que las comunidades recaudan el 50%.
Con estos números, el Gobierno de Moreno prevé un crecimiento de la economía andaluza del 1,9% del PIB, por debajo del pronóstico que ha usado el Gobierno en el diseño de los Presupuestos Generales, y en consonancia con el vaticinio de algunas entidades privadas, como Funcas.
68.000 empleos nuevos
La Junta estima una inflación del 4,5% -actualmente ronda el 10%- y la previsión macroeconómica apunta a la creación de 68.000 empleos más. El año pasado, con una estimación de crecimiento del 7%, se calcularon 125.000 nuevos puestos de trabajo. Andalucía sigue registrando el PIB per capita más bajo del país: 6.596 euros per capita menos que la media de España, según los datos de contabilidad regional publicados esta semana por el Ministerio de Hacienda.
Los fondos europeos consignados en estas cuentas andaluzas triplican el mejor escenario económico que ha gestionado la Junta. Éste es el pilar de los números de Moreno, que tienen la encomienda -una vez más- de transformar el modelo productivo andaluz, pero también es el flanco político por el que les ataca la oposición.
La inversión pública vuelve a dar un salto impulsada por los fondos europeos hasta los 5.469,7 millones. Casi el 20% del gasto total lo absorberá la amortización de la deuda pública, que asciende a 4.652 millones de euros, 35,1 millones menos respecto a las cuentas actuales. El endeudamiento neto del Gobierno andaluz se reduce de 1.273 millones a 781 millones, esencialmente para cubrir el déficit del 0,3%. El sector instrumental de la Junta acapara 228 millones.
El presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, ha cerrado el debate y el Parlamento hasta el próximo mes de febrero, ya que enero es inhábil, con un llamamiento a la concordia de todos los grupos políticos, advirtiendo de que el próximo año será intenso dado el calendario electoral (municipales en mayo y generales a final de año). También ha sido el último Pleno para Teresa Rodríguez, la líder de Adelante Andalucía, que dejará su escaño el próximo 28 de diciembre para volver a la docencia. El presidente Moreno se acercó a Rodríguez tras finalizar el debate para despedirla personalmente.
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