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Web: www.turismosanfernando.org
Del cante de Camarón se sabe casi todo; de la persona, no tanto. Para eso, para conocer cómo se forjó el mito alrededor de un niño llamado José Monge Cruz, abre sus puertas en San Fernando La Casa de Camarón. Y lo hace donde, realmente, pasó su infancia el genio del flamenco: la calle del Carmen. En un barrio isleño de lo más humilde vio la luz José en diciembre de 1950. Ahora, 66 años después, su figura sigue teniendo un gran magnetismo y por eso el Ayuntamiento de esta localidad gaditana ha creado un espacio de obligada visita para los amantes del flamenco y también para los que, simplemente, se interesan por una figura tan particular.
No es un museo al uso y no hay objetos personales de Camarón. Esos se podrán disfrutar en un museo que se ubicará dentro de unos meses junto a la Venta de VargasVenta de Vargas, epicentro de la explosión artística de José Monge Cruz. La casa natal de Camarón es un espacio donde el visitante descubrirá el entorno donde se formó el cantaor. Ya no está el patio de vecinos donde jugaba cuando era un niño porque ha sido imposible mantenerlo, pero sí se recrea un periodo de tiempo poco conocido de su vida y que influyó para que terminara siendo una figura superlativa del cante.
Muy cerca de las salinas está el barrio de Las Callejuelas y allí, en el número 29, se encuentran las cinco claves para conocer mejor a Camarón. En varios paneles informan de aspectos que contextualizan el momento de su nacimiento y cómo vivía un niño humilde de aquel San Fernando de los años 50. En el primer panel se habla de la gran influencia que tuvo La Isla de León en él y de cómo el mar y las salinas han sido, históricamente, el medio de vida de este localidad. Por muy lejos que estuviera Camarón de su tierra, siempre volvía por esas raíces creadas en su infancia.
La segunda clave que se muestra es la del barrio de Las Callejuelas, el escenario de la niñez del músico. Una zona humilde donde las familias hacían vida en los patios de vecinos. Es la tercera clave y el objetivo es dar a conocer que Camarón vivía junto a otras cinco familias en lo que al final era una única gran familia que compartía servicios comunes como la cocina y un baño de lo más básico. Allí, oyendo cantar a su madre, es donde se inició Camarón en el flamenco.
El visitante ya se hace una idea de cómo fue su infancia. Le cuentan que su padre tenía una fragua muy cerca, en la calle Orlando, y ya en la sala donde se habla de la clave del flamenco aparece el arte en estado puro. Hay una explicación para los no iniciados de los palos del flamenco y se comprueba cómo fueron los primeros pasos de José Monge, que de pequeño participó en agrupaciones carnavalescas y que hacía sus pinitos cantando en la Venta de Vargas a la sombra de su hermano Manuel.
El momento más especial y el final de la visita se realiza en las estancias que, originariamente, fueron la casa de los Monge. Dos pequeñas habitaciones donde vivía junto a sus padres y sus ocho hermanos. En la primera sala hay una emisión constante de un vídeo donde personas muy cercanas hablan de José: el artista y la persona. El plato fuerte es la sala donde se hace un homenaje al cantaor a través del recogimiento. Una habitación casi a oscuras, con varias imágenes de fondo y sonando en bucle 'La leyenda del tiempo'. En el centro, una silla y un clavel.
Una experiencia en primera persona para sentir el duende. Un homenaje a un mito en una visita que, por el momento, sólo se puede realizar en grupos a través de la Oficina de Turismo de San Fernando.
Web: www.turismosanfernando.org