El informe del primer trimestre de la economía andaluza del Observatorio Económico de Andalucía, presentado este miércoles, pone de manifiesto que “para el conjunto del año 2020 se prevé una contracción del PIB superior al 15%, lo que podría elevar la tasa de paro al 30%, siempre en ausencia de rebrotes significativos de la epidemia”.
“Aceptando como hipótesis la desescalada prevista por el Gobierno de la nación y sus correspondientes impactos sectoriales, el Observatorio Económico de Andalucía prevé que en el segundo trimestre se alcance el máximo de la recesión, superior al 25% del PIB, para desacelerar gradualmente la contracción en la segunda mitad del año”, sostiene el informe.
El informe del Observatorio Económico de Andalucía señala, respecto al horizonte de recuperación de la economía andaluza, que “la predicción para 2021 contempla el inicio de la senda expansiva a partir del segundo trimestre, pero en el cómputo del año el crecimiento no compensará la recesión sufrida en 2020, por lo que hasta 2022 no se superarían los niveles de producción de 2019”.
En el caso del descenso intertrimestral de la riqueza de Andalucía, el informe del Observatorio Económico de Andalucía sostiene que “la economía andaluza experimentó una reducción intertrimestral del Producto Interior Bruto (PIB) del 5,4% en el primer trimestre de 2020, cerca de seis puntos menos que el trimestre anterior y dos décimas más que la estimación del INE para el PIB español”.
“Con esta tasa, la contracción interanual del IOEA para el primer trimestre de 2020 es del -4,3%, inferior en más de seis puntos al registro del cuarto trimestre de 2019 y superior al estimado para España por el INE (-4,1%)”, ha proseguido explicando el informe.
En el caso de las previsiones, el informe del Observatorio Económico de Andalucía traslada que, aunque “el impacto sanitario de la pandemia en Andalucía no está siendo tan acusado como en la media de España”, sí advierte de que “las medidas de contención del virus provocaron una mayor contracción de su economía en el primer trimestre”, que se plasma en “una aceleración de la tendencia reciente de deterioro de los indicadores del mercado de trabajo, en la que profundizarían los datos del mes de abril, en el que se registraron 978.297 parados, 477.392 trabajadores acogidos a ERTE y en torno a 200.000 autónomos que han solicitado una prestación por cese de actividad, procedimientos que han atenuado el desplome del mercado de trabajo, sólo en parte temporalmente”.
“Las estimaciones de crecimiento para 2020 en la situación actual precisarán de revisiones continuadas porque la incertidumbre nunca había sido tan alta”, esgrime del Informe del Observatorio Económico de Andalucía , a lo que añade como “foco de incertidumbre los cambios en las prioridades de los consumidores, que se orientarán hacia una mayor propensión al ahorro, mayor control del gasto y alteraciones en las preferencias de consumo de bienes y servicios”.
El Observatorio Económico de Andalucía apunta que “la previsible expansión del gasto público apenas amortiguará el efecto recesivo sobre el conjunto de la demanda interna”, contracción que considera se dejará notar con más intensidad en la inversión y en la vivienda.
“Las restricciones al comercio internacional también limitaran los intercambios comerciales de Andalucía con el resto del mundo, si bien será previsiblemente mayor el impacto en las importaciones que en las exportaciones, y en estas la intensidad de la contracción será desigual por sectores”, ha previsto el informe del primer trimestre de 2020.
SECTORES AFECTADOS EN ANDALUCÍA
El Observatorio Económico de Andalucía prevé, desde la perspectiva de la oferta, “una afectación más intensa en algunas de las actividades en las que Andalucía presenta una mayor especialización. Fundamentalmente, el conjunto de actividades asociadas al turismo: hostelería, restauración, comercio, transporte, ocio y entretenimiento, agencias de viaje, actividades inmobiliarias o algunos servicios empresariales y personales, además del sector de la construcción”.
En el lado contrario de la balanza, el Observatorio Económico de Andalucía traslada que “es previsible que el impacto sea de escasa intensidad en otras actividades con peso en Andalucía, como las actividades agrarias, excepto aquellas más relacionadas con la hostelería, y las actividades esenciales: administraciones públicas, defensa, sanidad, educación, suministros de luz, agua y gas, y saneamiento”.
A lo que añade como “previsible un mejor comportamiento en actividades con escasa presencia relativa en Andalucía, como las relacionadas con las TIC, la investigación, la industria farmacéutica o la biotecnología”.
En el caso del empleo, el Observatorio Económico de Andalucía esgrime que “la mayor tasa de temporalidad en el mercado de trabajo andaluz lo hace más susceptible a descensos bruscos de la ocupación en la fase contractiva del ciclo económico (según la EPA, en la media de 2019 el 35,3% de los asalariados andaluces tenían contrato temporal, frente al 26,3% en el conjunto de España)”.