Del plantón de Javier Arenas a la pugna con Teresa Rodríguez: el debate electoral siempre empieza fuera de los focos

Consuelo Durán

5 de junio de 2022 19:59 h

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Todo debate conlleva discusión, pero en el caso de los debates electorales la disputa empieza antes. La decisión de la junta electoral de mantener a Teresa Rodríguez, candidata de Adelante Andalucía, en los debates de campaña en TVE y Canal Sur TV aparca, momentáneamente, otra controversia en torno a esta herramienta de promoción en las televisiones públicas que casi nunca ha estado exenta de polémica en la comunidad autónoma.

Este año, eso sí, será la vez que más personas se pongan en los atriles dado que, tras la resolución de la junta electoral, son seis los candidatos para sendos debates el 6 de junio en TVE y el 13 de junio en Canal Sur TV, a la hora de la cena, cuando se intuye más gente sentada frente al televisor y con el reto de captar a los votantes indecisos. Repasamos a continuación los precedentes episodios de gresca más sonados en los debates de elecciones para el Parlamento de Andalucía, solo en los principales, porque siempre hay otros sectoriales y/o provinciales que generan menos disputa, y también menos audiencia.

2008: el veto del PP a Canal Sur TV

La gestión de los denominados cara a cara, donde solo se enfrentan los líderes de los principales partidos, suele ser centro de disputa. En los comicios de 2008, cuando los protagonistas eran Manuel Chaves por el PSOE y Javier Arenas por el PP, el problema estuvo en el veto de los populares a Canal Sur TV -que había organizado siempre estos duelos- para exigir que se encargara de ello la Academia de Televisión y pagaran el programa las cadenas que fueran a emitirlo.

Finalmente, la idea cayó por su propio peso, entre otras cosas porque ninguna cadena privada se mostró interesada en adquirir los derechos, y los dos candidatos repitieron el cara a cara que ya los había enfrentado en las elecciones autonómicas de 1994.

No fue la única controversia. IU y PA, cuyos candidatos sí pudieron debatir con los citados en el debate a cuatro, recurrieron este cara a cara por entender que daba ventajas al bipartidismo. De hecho, los minoritarios no comparten que se imponga este formato solo para los mayoritarios.

2012: la silla vacía de Javier Arenas

Sin duda, la polémica más señalada, y considerada por los expertos como un error histórico por parte del PP, fue la decisión en la campaña de las elecciones autonómicas de 2012 del candidato Javier Arenas de no acudir al plató de Canal Sur para debatir con Manuel Chaves y Diego Valderas alegando “falta de neutralidad” de la cadena pública autonómica, que había sido sancionada por la junta electoral, e insistía en que el escenario fuera TVE.

Había un precedente de este tipo, pero se quedó en amenaza: en la campaña de 1996 Manuel Chaves se negó a ir a un debate a cuatro (sus contrincantes eran, de nuevo, Javier Arenas, además de Luis Carlos Rejón y Pedro Pacheco), y se planteó que sin su presencia, no tendría lugar la cita. Como la Junta Electoral determinó que la ausencia de un invitado no obligaba a suspenderlo, cedió.

En cambio, Javier Arenas no lo hizo en 2012 y hasta avisó con requerimiento notarial de que no toleraría que se envidenciara su plante con una silla vacía, como se planteó, de forma que se hizo mediante un rótulo. La decisión de Javier Arenas convirtió el coloquio en un inesperado y descafeinado cara a cara entre José Antonio Griñán y Diego Valderas. Confrontaron ante las cámaras y pactaron luego el Gobierno de la Junta, pese a que el PP ganó, por primera y única vez hasta el momento, las elecciones autonómicas.

2015: Podemos mandó al segundo

En 2015, el foco se puso en los cara a cara, que finalmente no se celebraron. TVE, que nunca había propuesto un cara a cara entre los dos candidatos de los dos partidos mayoritarios, lo hizo ese año, y la RTVA, que los había contemplado en 2008 y 2012, los descartó.

¿Qué había detrás? Una TVE controlada por el PP que apostaba por un formato que Juan Manuel Moreno quería, y una RTVA con mayoría de izquierdas que, pese a que en las dos campañas previas sí lo había usado, lo rehuía coincidiendo con los deseos de Susana Díaz.

El pulso llegó hasta el punto de que Canal Sur TV fijó para su debate a tres -el tercero en discordia era Antonio Maíllo- el mismo día que TVE barajaba su cara a cara en una criticada maniobra de última hora.

Pero hubo más: de manera sorpresiva, la entonces candidata de Podemos, Teresa Rodríguez, plantó a sus rivales, en este caso en un debate a siete pero no con cabezas de cartel sino con primeras espadas de los partidos. Eso, pese a que había sido esta formación (entonces sin representación parlamentaria, y por tanto llamada a ser excluida) muy beligerante exigiendo su participación e igualdad de trato. Fue el número 2 por Cádiz en su lugar y ella alegó que tenía un encuentro con militantes en Jaén.

2018: ¿Por qué no tres cara a cara?

En la campaña de las últimas elecciones autonómicas, el conflicto se desató cuando TVE propuso que la candidata a reelección, Susana Díaz, fuera a tres debates con cada uno de sus rivales con representación parlamentaria, es decir, Teresa Rodríguez y Juan Marín, y no solo frente a Juan Manuel Moreno, entonces líder de la oposición. El problema vino no por lo insólito de la propuesta, sino porque los socialistas pensaban que una sobreexposición de este tipo perjudicaría a su líder. Finalmente fueron dos debates a cuatro, el primero en Canal Sur y el segundo en TVE.

La polémica de 2022

Y llegamos a 2022 con los debates electorales, de nuevo, no exentos de polémica. Por Andalucía había impugnado la presencia de la candidata de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, argumentando que la doctrina de la Junta Electoral Central excluye a los candidatos de formaciones sin representación parlamentaria en las últimas elecciones autonómicas. Sin embargo, la Junta ha resuelto hace unos días que Rodríguez sí podrá estar en los debates confirmando que serán los más numerosos de la democracia andaluza con cabezas de cartel. Este lunes, el primero en TVE.

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