“Deja de mirar y colabora”, dice uno de los lemas de la Plataforma Andaluza de Voluntariado (PAV), que integra a medio millar de entidades y asociaciones de voluntariado de diversos campos de actuación distribuidas en las ocho provincias. Parece que ahora será más fácil con la aprobación el pasado martes del proyecto de ley del Voluntariado de Andalucía ya que, según su presidente, Armando Rotea, el nuevo texto “abre el camino para mucha gente” ante la “gran demanda” existente en la comunidad autónoma.
Más allá de las novedades que el martes trasladó la Junta sobre la norma, la plataforma destaca la “delimitación” de la acción voluntaria en el marco de una entidad de voluntariado, así como el hecho de que “se centra mucho en la persona voluntaria”, “dando más posibilidades para que la gente se incorpore” a este ámbito de actuación solidaria y de compromiso real con las necesidades de la sociedad actual.
La PAV se congratula de que la futura ley, que sustituye a la vigente de 2001 y que se inspira en la norma estatal aprobada en 2015, haya contado con la participación del tejido asociativo, cuyas aportaciones “han sido incluidas”, por lo que están “contentos en términos generales”. La normativa andaluza, según Ortea, “afronta una realidad que ya existía” en el campo del voluntariado, como por ejemplo respecto a empresas y uiversidades, “concretando mucho la acción voluntaria”, y aborda otras modalidades centradas en actividades limitadas temporalmente o promovidas en entornos virtuales.
Entre las novedades de la norma, la regulación de la participación de los menores a partir de los 12 años, que podrá hacerse efectiva con la autorización expresa de sus progenitores y siempre que no perjudique su desarrollo, formación y escolarización, y el reconocimiento de las modalidades no presenciales vinculadas a las nuevas tecnologías, bajo la figura del voluntariado digital.
La PAV no cree que la ley tenga grandes dificultades para superar los trámites parlamentarios que ahora le esperan aunque será cuestión de ver las consideraciones de los distintos grupos políticos. La plataforma, por otra parte, quiere delimitar de alguna manea el número de asociaciones que conforman el registro andaluz (la Junta habla de 3.000 entidades inscritas) ya que entiende que “realmente la realidad asociativa es menor”.
“Lo que está claro es que la ley facilita las cosas y las entidades pueden proporcionarle a la gente la posblidad de ser voluntario”, dice el presidente de la plataforma, que aspira a consolidar un sistema de coordinación y promoción del voluntariado entre las distintas asociaciones y entidades, las administraciones públicas y privadas, así como los ciudadanos y ciudadanas en general, en el conjunto del territorio andaluz.