De dónde podemos recortar y no recortamos
Estamos en época de crisis y nuestras administraciones se lanzan a tumba abierta a ahorrar en capítulos como sanidad, educación, investigación y otros que, como todos sabemos, son absolutamente prescindibles. Naturalmente, esos recortes permiten seguir gastando en otros apartados mucho más necesarios como rescates a bancos, autopistas, gastos de la Iglesia o en la Casa Real.
Hablando en serio, el gastar en un apartado o en otro es una decisión en la que puede intervenir la ideología, pero lo que sí es más llamativo es invertir un dineral de las administraciones en algo que se puede obtener gratis. Y no me refiero al perdón de los pecados en el juicio final. Supongo que son muchos los apartados de los diferentes presupuestos en los que esto ocurre y sería deseable que las distintas administraciones trataran de no pagar ni un céntimo por todo aquello que se puede conseguir gratis.
Me voy a centrar en algo muy concreto: ¿cuánto gastan las administraciones en comprar programas de ordenador para los cuales existen otros programas absolutamente equivalentes y que son gratuitos? La respuesta sincera es: no lo sé con exactitud y debe ser muy difícil averiguarlo dada la opacidad y duplicidad de tantas administraciones, empresas públicas, etc. de las que disfrutamos en España. Pero he hecho el ejercicio de consultar una sola fuente: el BOE y en su buscador he puesto “Microsoft”. Me he limitado solo al periodo desde el día 1 de este mes hasta el 21 (período en el que hemos disfrutado de la Semana Santa y lunes de Pascua con el consiguiente letargo de nuestras instituciones), entre las muchas entradas que me ha devuelto la búsqueda me he quedado solo con aquellas que especificaban que era para la compra de licencias de productos Microsoft y sumando las 11 entradas de estos 15 días hábiles mal contados, me encuentro un gasto total de más de 16,5 millones de euros: alrededor de un millón de euros al día. No me miren así que yo también me he asustao.
No creo que este sea un período especialmente álgido en la contratación de dichos servicios, supongo que a principio de año y en los meses de septiembre-octubre se pueden producir más licitaciones, así que no es difícil imaginar que la cantidad de dinero de las arcas públicas que gastamos en licencias de Microsoft es cercano a los 400 millones de euros anuales. Bien es verdad que se puede argumentar que no todas las licencias serán para productos de fácil sustitución por otros de licencia gratuita, pero sí que me apostaría al menos un café a que buena parte de esas licencias de Microsoft son para adquisición o renovación de Windows o de Office y en la actualidad existen versiones muy buenas de Linux que sustituyen al primero y de LibreOffice u OpenOffice (por citar un par) que cubren todas las funcionalidades del segundo.
Si a todo esto le sumamos el que, por una parte, mi búsqueda se ha limitado a los anuncios que aparecen en el BOE (muchas pequeñas compras, como el tipo de licencias de las que estamos hablando o muchas empresas públicas o administraciones no aparecen en el BOE) y que, por otra parte, hay otros gastos en programas que no son de MIcrosoft y que también pueden ser sustituidos, creo que estamos hablando de una gran cantidad de dinero que dilapidamos todos los años y que se podría destinar muy bien a otro fines como el rescate de empresas de amigos de poderosos o para poder pagar a nuestro monarca noches de hoteles en países dictatoriales a 12.000€ la noche.
Pero, ¿a quién le importa?