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Balance de la precipitada construcción municipal de Ciudadanos: 32 no adscritos, 9 dimisiones y 3 amagos

Ciudadanos propone que los miembros del Constitucional sean jueces de carrera

Olga Granado

Dimisiones y/o bajas en el partido salpicadas de mayor o menor polémica hay en todas las formaciones, pero en el caso de C's se ha convertido en una experiencia nueva y persistente después de que lograra 1.527 concejales en toda España con las elecciones municipales de mayo de 2015, de los que ha perdido ya a 32 que han pasado a ser no adscritos. La cuestión se agudiza por el estricto código ético del que el partido hace gala, pero también porque a veces las candidaturas fueron montadas con cierta prisa (como reconocen fuentes del partido), dado que Albert Rivera decidió ampliar horizontes y salir de Cataluña para enfrentarse por primera vez a esta convocatoria de manera masiva, tras haber obtenido representación en el Parlamento Europeo y, sobre todo, animado por su logro en las elecciones autonómicas de Andalucía, las primeras del calendario por su adelanto, donde obtuvo nueve escaños.

C's se ha visto obligado estos ocho meses a hacer frente a crisis en 31 consistorios por motivos de todo tipo. Desde los casos en los que hay investigación de los tribunales por medio hasta problemas de convivencia entre los ediles en un mismo grupo, pasando por discrepancias con la dirección, comportamientos considerados poco éticos y hasta una denuncia por robo. El resultado han sido esos 32 no adscritos -porque no han entregado sus actas de concejales como les exige la carta ética que cada uno ha firmado con el partido- y nueve dimisiones -porque sí han dejado el cargo- además de otros tres amagos porque la renuncia no se ha hecho finalmente efectiva.

El último episodio sonado ha sido la salida del partido de los tres concejales en Jaén después de que fueran expedientados por votar a favor de una subida de sus sueldos. No han renunciado a sus actas de concejales, pero han dejado C's haciendo mucho ruido, con declaraciones tan contundentes como las de la hasta ahora portavoz municipal, Salud Anguita: “Vamos a estar libres de presiones. Salimos de una secta”. Ella, Víctor Santiago e Iván Martínez dejan a Jaén como la única capital de provincia de Andalucía donde C's se queda sin representación.

Sólo tres días después, el único concejal de C's en Torredelcampo (Jaén), David Olmedo, ha pasado también a la condición de no adscrito. En declaraciones a la agencia Europa Press, ha manifestado compartir “en un 100%” los motivos que habían llevado a renunciar a los ediles de Jaén. “Me siento plenamente identificado. En estos ocho meses he sufrido la dejación y el olvido”, ha comentado.

Y también esta última semana en Andalucía, un tercer caso: en el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), C's ha expulsado a su portavoz municipal, Ester Ruiz Lara, por “incumplir sus obligaciones de cargo público”. La acusa de no asistir a las juntas de portavoces y comisiones a las que debiera. De momento, la portavocía ha pasado a la otra edil de C's en el municipio, Rosa María Carro.

Cuándo empezó la sangría

Pero la sangría empezó mucho antes. De hecho, los primeros casos se produjeron como consecuencia de la constitución de las nuevas corporaciones, donde C's expulsó a 17 ediles, según la relación de expedientes facilitada por el propio partido, que no respetaron la máxima de no entrar en equipos de gobierno si no habían sido la lista más votada o permitieron investiduras que no estaban en los planes de la dirección. Ninguno devolvió el acta de concejal y muchos han entrado en los equipos de Gobierno con otros partidos.

Una situación que se dio sobre todo en municipios de la Comunidad Valenciana. De hecho, Ignacio José Soler y Francisco José Soler, los dos concejales que tenía C's en Santa Pola (Alicante), se convirtieron en los primeros tránsfugas del país después de que el partido los expulsara por permitir con su voto que gobernara el PSOE. Sin salir de la Comunidad Valenciana, C's también expulsó por pactos con Compromís a su concejales en Alcora, Castellón (1); Torreblanca, Castellón (2); Turis, Valencia (1); Font de la Figuera, Valencia (1); y Vilamarxant, Valencia (2), según confirman en la propia formación.

Pero también ocurrió en otros territorios. En el Ayuntamiento de Albacete, Pedro Soriano fue echado de C's porque votó en blanco en vez de abstenerse como el resto de sus compañeros durante el pleno de investidura de Javier Cuenca (PP). Y las expulsiones de concejales díscolos continuó en La Muela, Zaragoza (1); Humanes, Madrid (2); Carranque, Toledo (2); y Talayuela, Cáceres (2).

Tras este primer aluvión como consecuencia de los pactos, llegó el verano y en agosto de 2015, el portavoz municipal de C's en Valladolid, Jesús Presencio, dimitió de este cargo después de haber dado positivo en un control de alcoholemia, donde triplicó el máximo legal permitido. La suya también fue una dimisión a medias porque se negó a entregar el acta de concejal y ha quedado como no adscrito.

Para polémica con muchos ingredientes, la que saltó en septiembre de 2015 con la única concejal de C's en Castilleja de la Cuesta (Sevilla), Carmen López. El partido la expedientó después de que trascendiera un escrito que había enviado pidiendo que el Consistorio le pagara los viajes para participar en los plenos desde Chicago, adonde se había mudado, hasta su municipio. Ella anunció entonces que se daba de baja de C's, pero tampoco quiso entregar el acta de concejal y a partir de ahí inició una campaña defendiendo su causa que incluyó un posado para la revista Interviú y su paso por el programa de televisión Gran hermano VIP.

Controvertida también es la situación en Merida (Badajoz) donde los ediles de C's María Antonia Sanmartín, portavoz municipal, y Juan Luis Lara fueron expulsados en noviembre de 2015 tras una sentencia por una denuncia que ella presentó contra él por supuestas coacciones y después de un culebrón de disputas entre los dos por la portavocía. Continúan como no adscritos.

En Las Torres de Cotillas (Murcia), C's se enfrentó a otro caso: su edil María Ángeles García votó a favor de los presupuestos municipales presentados por el PP, mientras que sus tres compañeros de grupo lo hicieron en contra, lo que permitió que salieran adelante. Oficialmente, el partido dice que su expulsión está “en trámite”. Se da la circunstancia de que también había denunciado a un compañero por “coacciones”.

C's también confirma expedientes a concejales suyos en municipios de Madrid. En concreto, en Coslada, contra Juan Manuel Martínez, quien sigue como no adscrito. También en Boadilla del Monte, donde Zaida González entregó su acta de concejal en noviembre de 2015 alegando razones personales, y en Aranjuez, donde Carmen Durán se marchó por “motivos confidenciales” entre ella y la organización.

Pero la mayor espantada en Madrid ha estado en el Ayuntamiento de Las Rozas, donde C's ha visto salir a la mitad de sus seis concejales. Cabe recordar que el pasado mes de octubre era forzado a entregar su acta de concejal Pedro Delgado tras su imputación por un caso relacionado con una empresa de su propiedad. Le sustituyó Iria Bouzas, pero hace unas semanas también dejaba el acta de concejal, junto a su compañera Pilar González, aludiendo a “discrepancias internas” con la dirección.

Varios casos también en la provincia de Barcelona, muy centrados en las discrepancias internas. En Esplugues de Llobregat fue la lista más votada, pero su portavoz municipal, Laura Benito, referente del partido en el municipio, decidió dejar el grupo municipal y pasar a ser no adscrita el pasado mes de octubre por las “formas autoritarias” de la formación, si bien ya no figura en la corporación. Mientras, en Sant Vicenç dels Horts dejaron el partido dos de los tres ediles de C's por el mismo motivo y continúan como no adscritos. También en Cataluña, C's expulsó a uno de sus dos ediles de Calafell (Tarrogona) por incumplir los estatutos y tampoco entregó el acta de concejal.

En el caso del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife las dimisiones sí han sido completas. Primero renunció a su acta de concejal el portavoz municipal de C's, Roberto Elices, y el pasado mes de enero seguía sus pasos su compañera Reyes Dorta. En los dos casos adujeron injerencias externas a la hora de llevar a cabo sus tareas de organización del grupo.

El goteo ha continuado en febrero tras el anuncio de dimisión de la concejal de C's en Logroño Nazareth Quijano, acusada de una presunta suplantación de identidad, falsedad y perjuicio patrimonial. Ella alegó “motivos personales”. Había sido denunciada por sus propios compañeros por presuntamente apropiarse de 18.315 euros de la cuenta del grupo, conformado por cuatro munícipes.

También en febrero ha dejado de pertenecer a C's su hasta ahora su edil en Torremolinos Juan Machío, quien no obstante continuará como no adscrito. De manera que C's se ha quedado con tres concejales en el Ayuntamiento de Torremolinos, donde el grupo había vivido previamente momentos de mucha tensión dentro del grupo. El partido lo ha expedientado porque en una entrevista habría reconocido que enchufó a un familiar en la empresa municipal Samset.

Cuando la contundencia no es total

El municipio de Espartinas (Sevilla) también ha dado quebraderos de cabeza a C's, que cuenta nada menos que con seis concejales en el mismo. Su alcalde, José María Fernández, el único junto con el de Mijas (Málaga) que tiene la formación de Albert Rivera en Andalucía, dimitió el pasado mes de diciembre tras trascender que estaba imputado por una contratación municipal. Finalmente, el partido le retiró la exigencia de entregar el acta de concejal, por lo que se ha quedado en C's pero como edil raso.

También otro caso en el que C's se ha quedado a medias en su contundencia ha sido el que le saltó en el Ayuntamiento de Leganés, donde obtuvo dos concejales. El partido le abrió el pasado mes de octubre un expediente disciplinario a su portavoz municipal, Jorge Javier Pérez, “por mentir” en las explicaciones que ofreció tras trascender que era moroso con hacienda cuando la Agencia Tributaria notificó en el consistorio el embargo de su nómina como munícipe. Sin embargo, finalmente ha quedado sólo en eso y no se le ha echado del partido, por lo que continúa como edil de C's.

En amago de dimisión quedó también el caso que le estalló en el Ayuntamiento de Soto del Real. Sergio Luna, único representante de la formación en el consistorio, dijo que dimitía tras conocerse que había elogiado en Twitter al fundador a Primo de Rivera en 2011. Pidió perdón y anunció que dejaría el cargo, pero finalmente el partido ha levantado el expediente y en el último pleno se rechazaba por unanimidad su renuncia. 

En definitiva, el coste está siendo elevado para los de Albert Rivera. En muchos casos, además, C's se está enfrentando a las consecuencias de su todavía débil estructura en algunos rincones del país. Un riesgo que no corrió el otro partido emergente, Podemos, porque no concurrió con su propia marca, pese a que hizo campaña con algunas candidaturas.

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