Moreno se desmarca de la dirección nacional del PP y sella un pacto con Cs para “no favorecer ni aceptar” tránsfugas en el Gobierno de Andalucía

Daniel Cela

16 de marzo de 2021 13:19 h

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En mitad de una batalla cruenta entre PP y Ciudadanos por el espacio político del centro derecha, estas dos formaciones han optado por blindar su pacto de Gobierno en Andalucía con una ampliación del acuerdo firmado hace dos años que garantice la estabilidad hasta el final de la legislatura. Se trata de una addenda de cinco puntos que se suman a aquel pacto, refrendado este martes por el Consejo de Gobierno, y que destaca sobre todo por incluir una especie de 'Pacto Antitransfuguismo bis' con el que se comprometen a no arrebatarse cargos electos, después de que la dirección nacional del PP haya incumplido el Pacto Antitransfuguismo original, que firmó en el Congreso, al promover y aceptar a tres tránsfugas de Cs para frustrar la moción de censura en Murcia y conservar el Gobierno regional.

La iniciativa, cocinada durante el fin de semana mientras PP y Cs se disparaban a muerte en las redes sociales, ha partido del equipo del presidente Juan Manuel Moreno Bonilla a sus socios de Gobierno, según fuentes de Presidencia. La primera cláusula de esta addenda es, precisamente, el compromiso de agotar el mandato, hasta que toquen formalmente las elecciones, a finales de 2022. “En España hay inestabilidad política, en Andalucía, no”, ha sentenciado el vicepresidente de la Junta y líder regional de Cs, Juan Marín. La otra cláusula de más peso es el compromiso de que ni PP ni Cs “favorecerán o aceptarán ningún trasvase de representantes públicos o electos de un partido a otro del Gobierno”, es decir, que no admitirán tránsfugas de dirigentes de Cs al PP, como ha ocurrido en Murcia, ni viceversa.

El punto dos de esta addenda dice así: “Respeto a la autonomía de los dos partidos que integran el Gobierno Andaluz, con el compromiso de que no se produzca ningún trasvase entre cargos de las formaciones políticas con representación parlamentaria”. Esta cláusula contra el transfuguismo implica que el PP andaluz y el presidente Moreno Bonilla se desmarcan de la estrategia nacional de su partido, cuyo secretario general, Teodoro García Egea, ha hecho un llamamiento a los representantes públicos y electos de Ciudadanos para que abandonen su partido y “vuelvan a la casa del PP”.

La formación naranja encajó este mensaje como una “agresión”, “una OPA hostil chulesca y sin respeto”. El presidente andaluz ha entendido que la estrategia de Pablo Casado para engullir a Ciudadanos, tras el terremoto político de Murcia y Madrid, puede desestabilizar a su Ejecutivo, la coalición de centro derechas más “sólida” de todas las suscritas por PP y Cs en España, y la primera alternativa de Gobierno en Andalucía, tras 37 años del PSOE en el poder. “Nos hemos pasado cuatro décadas quejándonos de que el PP no tenía otros partidos con los que pactar en Andalucía y ahora que hay uno, que nos ha ayudado a desbancar a los socialistas, ¿nos lo vamos a cargar?”, insisten fuentes próximas a Moreno, conscientes de que “hoy por hoy, Cs y Vox llegan a un electorado andaluz que todavía no está al alcance del PP”.

Este nuevo “acuerdo de estabilidad” ha sido presentado tras el Consejo de Gobierno por Marín y el portavoz de la Junta, Elías Bendodo, las dos caras más visibles de la coalición. Ambos han destacado que el pacto de legislatura firmado hace dos años está “cumplido al 90%”, y que la ampliación anunciada este martes viene a “reforzar” los compromisos y a “garantizar la estabilidad del Ejecutivo andaluz hasta las elecciones, que tocan a finales de 2022”. “Hemos firmado que en esta legislatura, todo el mundo se quede donde está. Que la acabemos donde empezamos, y luego ya veremos”, ha resumido Bendodo, sin mencionar en ningún momento la palabra “tránsfuga” [de hecho, tampoco aparece en el documento firmado].

El portavoz de la Junta es quien ha trasladado el acuerdo con Ciudadanos al secretario general del PP, y ha explicado que éste “ha comprendido y respalda la decisión de dotar de mayor estabilidad al Gobierno andaluz, para que no haya ninguna injerencia ni ruido externo”. Bendodo ha tratado de explicar que “no es incompatible” el llamamiento de García Egea para que los cargos públicos de Cs se pasen al PP con el nuevo pacto antitransfuguismo de Andalucía. “Yo estoy de acuerdo con la dirección nacional del partido, el PP es un partido de puertas abiertas para entrar y para salir”, ha insistido.

Pero la comparecencia conjunta de Marín y Bendodo enseguida se ha evidenciado las distintas visiones sobre la crisis política que enfrentan a sus partidos. ¿Por qué este acuerdo si ya firmaron el Pacto Antitrasnfuguismo, que incide sobre el mismo compromiso? “Se acordó un Pacto Antitransfuguismo que firmamos los dos, y ahora hay un acuerdo entre PP y Cs en Andalucía para que esta vez se respeten las reglas del juego”, ha subrayado Marín.

Preguntado si la dirección nacional del PP había incumplido el Pacto Antitransfuguismo, firmado hace unos meses en el Congreso, Bendodo ha respondido rotundamente que no; y Marín ha replicado que “en Andalucía no, pero en Murcia tengo claro que sí”. “Para mí esos tres consejeros de Cs son tránsfugas”, ha remachado.

Los otros tres puntos del acuerdo de garantía de estabilidad profundizan en los compromisos de Gobierno que ya venían desarrollando: “Blindaje de la sanidad, la educación y las políticas sociales”; “Impulso económico y cumplimiento de la hoja de ruta de reactivación económica, para lo que es prioritario la puesta en marcha de un segundo Plan de Apoyo a los sectores afectados por la crisis sanitaria y económica, que se aprobará de forma inminente”; “Profundización en la regeneración democrática y la política de reformas, tras décadas de mala gestión y corrupción de los gobiernos socialistas en Andalucía”.