“En Córdoba se abre una nueva era de cambio y diálogo”. Lo decían este domingo en la sede de Ganemos Córdoba, pero a buen seguro pasaba por la mente de los seguidores de los principales partidos después de ver el resultado que arrojaban las urnas en Córdoba capital este 24 de mayo. Los nuevos partidos han entrado, como se preveía, en el arco del salón de plenos del Ayuntamiento de Córdoba y el nuevo equilibrio de fuerzas ha dejado sin la mayoría absoluta al PP y con la posibilidad de formar gobierno a las tres fuerzas de la izquierda: PSOE, Ganemos Córdoba e IU.
El Partido Popular, con 11 concejales, si bien ha ganado las elecciones y ha sido la lista más votada, ha obtenido su peor resultado en las dos últimas décadas. Se ha dejado por el camino casi 29.000 votos y 5 ediles con respecto a 2011, lo que le deja como la fuerza mayoritaria en Córdoba pero sin posibilidad de lograr apoyos de fuerzas afines –Ciudadanos (2) o UCOR (1)- que sumen los 15 concejales necesarios para gobernar con mayoría absoluta.
El actual alcalde y candidato popular, José Antonio Nieto, reconocía la dificultad ante la que se enfrenta. Decía estar “preparado” para gobernar en el Ayuntamiento pero advertía “una situación muy adversa en el terreno de las matemáticas políticas”. En ese sentido, reclamaba que se deje gobernar a la lista más votada en la ciudad, mientras dejaba entrever mensajes que olían a despedida como alcalde.
Y es que enfrente hay un nuevo arco de partidos. El PSOE, con 7 concejales, se ha convertido por primera vez en la capital cordobesa en la fuerza líder de la izquierda. Con una subida de 11.000 votos, la candidata socialista, Isabel Ambrosio, podría liderar un gobierno entre los partidos progresistas, sumando tres ediles a su grupo municipal actual.
Como segunda fuerza de la izquierda ha irrumpido Ganemos Córdoba, la agrupación de electores nacida hace apenas unos meses que ha cosechado 18.400 votos y cuatro concejales, los mismos que IU que, sin embargo, está por debajo en número de votos (17.600) y aunque conserva el mismo número de ediles que tenía en este mandato (4), ha perdido por el camino cerca de 7.000 apoyos y baja un escalón en el salón de plenos al ser ahora la cuarta fuerza política.
El otro partido que prometía aparecer en el Consistorio cordobés era Ciudadanos y lo ha logrado con dos concejales que, sin embargo, no serían necesarios para pacto alguno. Y como último concejal, mantiene su sillón en el Ayuntamiento el empresario cordobés Rafael Gómez ‘Sandokán’ –condenado por el Caso Malaya- que, sin embargo, se queda solo como representante de Unión Cordobesa (UCOR), partido que actualmente era la primera fuerza de la oposición con cinco concejales.
Así las cosas, las cartas están sobre la mesa y a partir de ahora comenzará el juego. Al PP parece no bastarle su mayoría minoritaria ni sumando los apoyos de Ciudadanos y UCOR. Reclamará gobernar como lista más votada pero el “cambio” reivindicado por los demás partidos puede dejarle sin la alcaldía. Enfrente, mientras tanto, tendrán que entenderse tres fuerzas progresistas en una ciudad en la que ese ha sido el color del gobierno municipal en la mayoría de los mandatos de la etapa democrática.