El presidente del PP andaluz rompe su neutralidad y se arriesga por Sáenz de Santamaría
Tres días antes de que la militancia sea llamada a las urnas, el presidente del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha roto su neutralidad para arriesgarse a pedir abiertamente el voto por Soraya Sáenz de Santamaría como la próxima presidencia del partido. La intención del voto de Moreno se sabía, era un secreto a voces su apoyo a la ex vicepresidenta del Gobierno, pero el líder popular prefirió quedarse al margen y que fueran otros dirigentes de su círculo quienes impulsaran el cartel de Santamaría: los líderes del PP en Sevilla, Cádiz, Huelva y Málaga; la Andalucía occidental donde Moreno tiene más adeptos, o donde Dolores de Cospedal no cuenta con tantos apoyos.
Moreno siempre pensó que el momento político actual reclamaba a una mujer para liderar la renovación del PP tras la dramática salida de Mariano Rajoy. Intuía que las primarias se iban a librar entre Santamaría y Cospedal, por eso trató de convencer al tercer aspirante con más opciones, Pablo Casado, de que se integrase en la candidatura de la vicepresidenta. Por encima de todo, más que su propia preferencia como cartel electoral, Moreno ha tenido claro que una eventual victoria de Dolores de Cospedal -y su valedor Juan Ignacio Zoido- supondrían un riesgo para sus aspiraciones, tanto en el partido como en Andalucía.
La agrupación andaluza sigue siendo determinante en las primarias, aunque al final el PP haya digerido, con esfuerzo, lo raquítico de su militancia. No hay 860.000 afiliados, sino 66.706 (los que están al corriente del pago de cuotas y, por tanto, pueden votar el jueves). De estos, 11.658 están inscritos en Andalucía, que aportará 543 compromisarios al XIX congreso nacional del partido. El voto del líder del PP-A, Juanma Moreno, no es el voto de toda la agrupación, muy dividida precisamente entre los adeptos a Santamaría y los que respaldan a Cospedal.
Esta fractura no es más que una prolongación de las viejas rencillas internas que dividen al partido desde que se marchó a Madrid el omnipresente líder del PP andaluz, Javier Arenas, eterno rival de Cospedal. Arenas tiene tantas razones como Moreno para frenar el avance de la secretaria general del PP y de Zoido. De ahí que haya puesto a pilotar la campaña de la ex vicepresidenta a su mano derecha, Antonio Sanz, hasta hace un mes Delegado del Gobierno en Andalucía. Sanz vuelve a la fontanería orgánica del PP y al Senado -en sustitución de Tony Martín- con aspiraciones mucho mayores dentro del partido.
Moreno ha descubierto su voto este lunes en el municipio sevillano de Lora del Río, en un breve encuentro ante los medios. “Yo he hecho mi reflexión serena y desde el máximo respeto a los afiliados y he llegado a una conclusión: no solo se está eligiendo a quien preside el PP, también el candidato a la Presidencia del Gobierno de España”, ha dicho el líder popular, para luego rematar que Sáenz de Santamaría es esa persona “por su bagaje y contrastada experiencia”. “Reúne experiencia en gestión, cercanía con la ciudadanía, es quien de manera nítida puede interpretar los sueños de los españoles, quien puede ganar unas elecciones y, además es el momento de las mujeres. ”Por eso, a nivel personal, yo creo que es la opción más viable, la más positiva para los intereses del PP-A, del conjunto del PP y la opción que puede devolver el Gobierno al PP, la ilusión y el futuro al conjunto de España“, ha subrayado.
El líder popular tampoco ha ocultado que, una vez pase la primera criba de las primarias este jueves, los dos candidatos que pasen a la siguiente ronda deberían “hacer el esfuerzo para hacer una sola candidatura, que es lo que pide el conjunto de España”.