El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha dejado este jueves sin responder una serie de preguntas formuladas por la líder de la oposición, la socialista Susana Díaz, durante la sesión de control al Gobierno en el Parlamento. Son las mismas preguntas que se hacen 1,6 millones de familias de alumnos y cerca de 147.000 profesores y empleados del sistema educativo: ¿qué plan tiene la Junta para reabrir las escuelas en septiembre con garantías de seguridad ante la pandemia del coronavirus?
La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, ha lanzado a Moreno una batería de preguntas concretas sobre cómo se regulará la distancia social que exige el Ministerio de Sanidad dentro de las aulas andaluzas: ¿van a bajar la ratio de alumnos por profesor? ¿Van a aumentar la plantilla docente? ¿Van a desdoblar los grupos? ¿Habrá un presupuesto adicional para los gastos de funcionamiento en los centros escolares? ¿Cuál es el plan para resolver la brecha digital de aquellos estudiantes que carecen de herramientas tecnológicas en sus casas para no descolgarse de la enseñanza a distancia? “Usted tiene ahora el mando único y la salud de los andaluces está en sus manos”, le ha recordado Díaz.
El presidente de la Junta no sólo no ha respondido a ninguna de estas preguntas, ni siquiera ha hecho mención a la educación en su réplica. En cambio, Moreno ha adelantado que este viernes se celebrará un Consejo de Gobierno extraordinario que aprobará un decreto ley para actualizar la vigencia de todas las normas contra el Covid aprobadas durante el estado de alarma, y se presentarán nuevas medidas de flexibilización de las reglas de seguridad para entrar en la “nueva normalidad”. Por ejemplo, la vuelta al trabajo presencial de todos los empleados públicos, que se está negociando con los sindicatos.
Moreno ha tenido dos turnos de réplica a Susana Díaz y en ambos ha aprovechado para presentar decisiones de su Ejecutivo, pero ninguna relacionada con la educación. A la pregunta de si prevé contar con más docentes en las aulas o planificar grupos con menso alumnos por clase, el presidente de la Junta ha respondido con un paquete de medidas para ampliar la ocupación en el sector de la hostelería, muy damnificado por el parón económico de esta crisis: el domingo se ampliará el aforo en el interior de los bares y restaurantes al 75% -respetando el metro y medio de distancia de seguridad-, y se permitirá un 25% de mesas.
Las zonas comunes de los hoteles, como piscinas, comedores, saunas o gimnasios, podrán ocuparse al 50% -en otras comunidades permiten hasta el 75%-; en los funerales se permitirá la asistencia de hasta 60 personas, 30 en espacios cerrados. Los cines y teatros abrirán hasta el 65% de su ocupación, y en los conciertos al aire libre se permitirá una asistencia máxima de 1.500 personas, todas sentadas y con la distancia mínima exigida. “Si la situación cambia, o existe un rebrote de contagios, volveremos a disminuir los aforos. Y si todo va bien, los seguiremos aumentando”, ha aclarado.
La Junta ha ido ampliando el aforo en los establecimientos turísticos en las últimas semanas, a medida que se acerca la temporada de verano. La parálisis del turismo, que representa el 13% del PIB regional y el 14% del empleo, ha sido una preocupación constante del Gobierno de PP y Ciudadanos, que ha recibido mucha presión de los empresarios y las pymes del sector para tratar de salvar la temporada.
Sin embargo, ese ritmo en la planificación y la toma de decisiones no ha tenido su equivalente en el ámbito educativo, donde los sindicatos de profesores y las asociaciones de padres de alumnos llevan semanas pidiendo una respuesta clara a la Consejería de Educación. Hasta la fecha, el departamento de Javier Imbroda se ha parapetado tras el Ministerio de Educación, exigiéndole claves y orientación sobre cómo reabrir las escuelas en septiembre, aunque las competencias plenas en este asunto son de las comunidades autónomas.
24 horas antes del cara a cara entre Moreno y Díaz, el consejero Javier Imbroda había comparecido en la Cámara para responder a los grupos sobre la incertidumbre en la apertura del próximo curso escolar. Imbroda no ofreció datos concretos ni una planificación concreta, pero repitió que su departamento apostará por reforzar las plantillas docentes “más allá del incremento que ya estaba previsto en el presupuesto de 450 profesores y maestros”, y una inversión en dotación tecnológica que permitirá poner a disposición de los centros educativos y del alumnado de “decenas de miles de dispositivos electrónicos” que contribuyan a paliar la brecha digital en el sistema educativo andaluz. Además, se realizarán actuaciones encaminadas a mejorar la conectividad de los centros que dispongan de redes inalámbricas o de baja potencia.
El Ministerio de Educación ha destinado 2.000 millones de euros a las comunidades para afrontar el impacto que el coronavirus ha tenido en la educación. La Junta de Andalucía recibirá cerca de 400 millones, pero aún no ha aclarado adónde va a destinar esos fondos.