La protección de la Mezquita en manos de la Iglesia llega a la Unesco

La Unesco, el organismo que protege el Patrimonio de la Humanidad, deberá decidir sobre la intervención de la Iglesia en la Mezquita-Catedral de Córdoba. Al monumento, en manos de la Iglesia desde que lo inmatriculara a su nombre en el Registro de la Propiedad en 2006, el Cabildo Catedralicio quiere sumarle una nueva puerta para que puedan entrar los pasos de las procesiones de Semana Santa. Esta decisión pasa por el permiso de la Junta de Andalucía como administración competente, quien ha enviado una resolución al respecto al Ministerio de Cultura para que éste a su vez la traslade a la Unesco y sea finalmente este organismo quien informe sobre la apertura de la nueva puerta.

Hasta ahora, otras intervenciones arquitectónicas que la Iglesia ha realizado sobre el edificio de la Mezquita-Catedral como la instalación de unos aseos cuartos de baño junto al mihrab de Al-Hakam II no han tenido pronunciamiento de ninguna administración ni de la propia Unesco. Será así ésta la primera vez que la protección de la Mezquita-Catedral que ejerce el Cabildo Catedralicio llegue hasta el organismo que adjudicó en 1984 el título de Patrimonio de la Humanidad al monumento.

La intervención que pretende realizar la Iglesia ahora consiste en retirar una celosía del arquitecto Rafael de la Hoz que cierra la nave número 17 del monumento y que forma parte de la Mezquita-Catedral desde 1972, incluida así en el conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esa y otras tres celosías tamizan la luz que pasa al interior del monumento, de manera que se recupera la iluminación original del templo antes de que toda la arcada de acceso al Patio de los Naranjos fuera cegada en el siglo XVIII.

Precisamente la familia del arquitecto ya fallecido fue quien interpuso un recurso con alegaciones ante la Junta de Andalucía contra la retirada de la celosía para abrir la puerta en el Patio de los Naranjos, después de que la Comisión de Patrimonio de la Delegación Provincial de Cultura sí autorizara la retirada de la celosía para facilitar la entrada y salida de las procesiones. Ante las alegaciones de la familia del arquitecto, es ahora cuando la Junta de Andalucía deriva el asunto a la Unesco.

Por su parte, con la apertura de la nueva puerta, el Cabildo pretende que se traslade hasta la propia Mezquita-Catedral la carrera oficial de las procesiones de Semana Santa, que ahora pasan por el centro de la ciudad, y que el monumento sea el centro neurálgico de las imágenes y pasos religiosos.

Informe en contra del Icomos

Sin embargo, de momento el órgano asesor de la Unesco en temas de patrimonio, Icomos -Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos- ya ha emitido un informe que ha enviado a la Junta de Andalucía, que es desfavorable a la apertura de la nueva puerta y que, en todo caso, pide que se siga una máxima: que la Unesco debe conocer todos los cambios en la Mezquita-Catedral, como organismo protector y que debe velar por la conservación de los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad en las mismas condiciones en que alcanzaron dicho título.

Así, ese informe de trece páginas elaborado por Icomos cuya recomendación de poner en conocimiento los cambios en la Mezquita ha seguido ahora la Junta de Andalucía, señala que “las celosías son inseparables del edificio” y que “sustituir la celosía es destruir parte de la Mezquita”, reza el escrito al que ha tenido acceso eldiario.es/andalucia

El Icomos rechaza los argumentos esgrimidos por el Cabildo para realizar la intervención e indica que  “en el proyecto se pretende sustituir una celosía y poner en su lugar una puerta. Esto no es conservar sino sustituir y esta acción es contraria a la de proteger y conservar que preconiza la Convención del Patrimonio Mundial. Por ello consideramos que la actuación prevista no puede ser informada favorablemente”, advierte.

Para el organismo asesor de la Unesco, “las celosías son elementos inseparables del edificio (…) Las celosías son, como cualquier otro elemento –arcos, columnas…– parte integrante del bien cultural inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1984”. Por ello, “la celosía de la nave 17 debe ser protegida, debe ser conservada y no puede ser cambiada”. Es más, reitera que, ante todo, “debe prevalecer la conservación y protección del bien patrimonial a través de la protección y conservación de uno de sus elementos: la celosía que cierra la nave 17”.