Zatu Rey: “Hay que moverse, killo, no queda otra”

Saturnino Rey es componente de SFDK y uno de los máximos exponentes del rap en español. Tras una prolífica carrera de dos décadas, el sevillano ha decidido abandonar la lírica y tomar la prosa como estilo en ‘mi Severa Fractura de Kráneo’ (Diciembre 2013), un libro de anécdotas e historias. Zatu nos dedica amablemente unos minutos para charlar de éstas y otras cuestiones.

Sabemos que aglutinas un ejército considerable entre tus oyentes. En el contexto actual y tras las recientes huelgas, ¿crees que el ciudadano de a pie puede considerarse un combatiente?

No se tío, desconfío bastante de eso. Hay muchas redes sociales y todo el mundo es un guerrero en ellas, pero luego eso no se materializa físicamente en la calle. Yo soy bastante apolítico en realidad, sobre todo en las redes. En mis canciones sin embargo puede caer alguna pincelada de este estilo social, puedes ver de qué palo voy. Hay cosas que, como todos, te duelen, explotas y las sueltas; pero para movilizarme necesito algo que me indigne mucho, como lo de los estudiantes de Valencia. Fue de las primeras veces que sentí tal malestar que me tuve que ir por la tarde aquí en Sevilla a apoyar a los chavales. Cuando la policía los agredió, estaba por la mañana en mi casa viendo los vídeos, y pensaba: ¡pero qué persona humana por mucho que te lo manden puede abrirle la cabeza a unos chavales! Y tuve que salir y así varias veces, pero cuando me toca. Más que político soy de cuidar a las personas, soy más luchador con los animales, con historias con niños o discapacitados. A mí me va más ese rollo que la política.

En el disco de Mala Juntera hacéis referencia a la lucha social en el tema “Muévete”. ¿Crees que es el camino idóneo para conseguir los objetivos reivindicados?

Siempre hay que hacer ruido para todo y si va peor pues otra vez. Hay que ser un pesado, nunca se cambia nada a la primera. A mí no me gusta la violencia, pero muchas veces parece que es necesaria, que la gente no se entera, que tiene que pasar algo para que reaccione el personal. Para los artistas en muy fácil pegarse el discurso y quedar bien, y a toda la gente le gusta porque estás hablando de lo que todo el mundo piensa. No es nada nuevo. Por eso yo tampoco lo toco mucho en los temas, porque voy a contar lo que todo el mundo sabe. Prefiero usar la música al revés, como vía de escape: vamos a tener este ratito de música y no voy a venir a machacarte. Un disco es muy largo, igual que una vida, y siempre hay una canción o dos en la que te paras a reflexionar. Y hay que moverse killo, que no queda otra. Pero ya te digo, hay que ir más allá, que te vean.

En este nuevo libro que sale a finales de año nos hablas entre otras cosas de tus historias curiosas y algunas anécdotas que has contado a tus seguidores en Twitter. ¿Te consideras un cuentacuentos?

Siempre lo he dicho, soy un historietas, un batallitas es la palabra (Risas). Me da mucha pena por mi hija y por mis nietos si algún día los tengo, porque vaya tela lo que van a tener que aguantar. Es lo que tiene tener mucho mundo, que cada fin de semana tienes una historia nueva. Con mis amigos siempre bromeamos, tengo memoria para recordar las cosas pero poca para recordar a quién se las he contado ya, como Rocky Balboa, montando un restaurante y esperando a que la gente vaya a comer y a escuchar tus películas.

Zatu, tengo que preguntarte por los recortes en educación.

Eso es la perdición del pueblo, tío. Para esta gente que quieren hacer eso pues supongo que será cómodo, porque cuanto menos sepa la gente mejor, más fácil es practicarlo. Pero sobre todo ahora que tengo una cría que estudia… A una persona mayor siempre le queda buscar su propia información, nadie te puede prohibir aprender o estudiar porque puedes hacerlo tú mismo, pero lo de los críos no tiene nombre. Es lo mínimo que se les puede ofrecer, que tengan un conocimiento básico de las cosas. En la infancia es donde se marcan la mayoría de los estigmas y se define la persona que vas a ser de mayor.

Después del éxito de Mala Juntera, ¿tenéis pensado Óscar y tú continuar con esta fórmula?

En principio ahora estamos sumergidos en la gira y después volveremos a SFDK. Capaz volverá con Hablando en Plata o con su disco en solitario pero yo creo que sí, que Mala Juntera seguirá porque es algo que se hizo tan fácil que fluyó. Para mí ha sido una de mis mejores experiencias en lo que a música se refiere. Es la manera de todos juntos haciendo música, encerrados, sin la familia, en un pueblo donde no llegaba ni el cartero.

Tras casi toda una vida y con tantos temas, colabos, remixes, inéditos… ¿Te parecen extrañas tus composiciones a lo largo del tiempo?

Hay cosas que sí. Muchas no, porque siempre miro atrás sabiendo el año en que están hechas. Pero hay veces que incluso no recuerdo cómo eran o las cosas que decía en alguna época determinada, y sí me llega a sorprender porque no recuerdo todas mis letras. Es lo que tiene llevar veinte años en la música, que no es lo mismo las cosas que piensas con veinte años que las que piensas con treinta y seis.

SFDK Straight From Da Kranny, Siempre Fuertes De Konciencia y ahora mi Severa Fractura De Kráneo. ¿Cómo has vivido el cambio del verso a la prosa?

Pensé que me iba a resultar más complicado pero supongo que por el hecho de escribir algunas canciones en forma de historia me ha salido bastante fluido, me he cuidado también cuando lo he escrito para no usar el lenguaje que utilizo en la calle. Además he tenido la ayuda de una profesional que me ha asesorado y me ha dado la opción de modificarlo, diciéndome algunas palabras que repetía, como “recuerdo” (al ser autobiográfico y tal). No me ha resultado pesado porque lo he hecho durante un año y medio, cuando recordaba alguna historia me sentaba y la escribía.

¿Por qué la escritura?

No lo sé tío, eso sí que no fue premeditado. Desde el colegio siempre escribía alguna cosita. Una poesía, algo sencillo… y no se me daba mal. Luego cuando me puse con el rap fue como un juego, como un niño que descubre algo nuevo y juguetea con él. Empiezas a contar cosas y debido a la libertad que tiene esta cultura podemos hablar de cualquier tema, no hay patrones comerciales que tengan que sonar en ninguna emisora. El rap lo utilizas como vía de escape. Aparte de alejarte del mundo puedes contar cosas tuyas personales y sacarlo fuera, y con el tiempo acaba convirtiéndose en una terapia. La verdad es que desahoga y es difícil no tener esa vía, con suerte se ha convertido en mi trabajo pero si no la tienes te carcomes.

Crecer en un barrio humilde como Pino Montano habrá ejercido una gran influencia ideológica en ti. ¿Han existido otros mentores?

Pues mira, precisamente el prólogo del libro está escrito por el Ose, un compañero de Barcelona y uno de mis maestros en la música, y habla de eso, de que yo estoy marcado por mi barrio. La verdad es que el sitio en el que te crías es el 90% de tu educación, de cómo afrontas la vida. Mi barrio hoy tampoco es el mismo, no es la época de los 80 en la calle, en los barrios de toda la vida, sin asfaltar. Mi barrio estaba en mitad del campo, eran unos bloques que hicieron nuevos. Es lo que se echa de menos. Por ejemplo, algo que ahora no llevo bien son los bloques en los que si vives en el ‘C’ no conoces al que vive en el ‘A’. A mí me gusta tener la cancela abierta, me gusta saludar a los vecinos, decirles “¿illo qué?”, conocerlos, porque mañana pasas con el coche y ves que a la hija de tu vecino la están molestando y te bajas y pones orden. No me gusta estar solo en una comunidad, sino compartirla con gente.

Muchas gracias por compartir este ratito con nosotros, Zatu.

R- Gracias a vosotros.