“Bajar el balón”, “bajar la temperatura”... Han sido las expresiones empleadas este martes en la reunión de la ejecutiva del PSOE-A convocada por su secretaria general y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, tras los acontecimientos en el último Comité Federal del PSOE, el pasado 1 de octubre en Madrid, que terminaron con la dimisión del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
En la reunión, que se ha prolongado por casi tres horas, la mayoría de los miembros de la ejecutiva ha pedido la palabra y ha habido “algo de autocrítica”, pero sobretodo el convencimiento de que la federación más numerosa del partido asume su responsabilidad en los acontecimientos en proporción a su papel determinante en el partido, según han apuntado fuentes de la misma.
En este sentido, en el PSOE-A son “conscientes” de que se juegan mucho con la posible factura que esto pueda pasar en un territorio que no sólo dominan desde hace décadas, sino que supone el mayor granero de votos y militantes para el conjunto del país. “Si hay fuga de militantes, claro que lo notaremos más aquí”, reconocen, pero insisten en que no es un preocupación real, pese a que admiten la necesidad de hacer “pedagogía política”.
De hecho, en la dirección del PSOE-A justifican que hayan sido de los más beligerantes contra la línea que había adoptado el ya exscretario general de llevarlos “a un camino sin retorno” -en referencia a la intención que le atribuyen de querer gobernar con Podemos y con independentistas- porque es en Andalucía “donde más habría perdido el partido”. Por eso asumen que ahora “los cañones apunten aquí”, como gráficamente describe uno de los miembros de la ejecutiva.
La secretaria general sólo ha soltado un par de frases a los periodistas que esperaban en la sede de la calle San Vicente el fin de una reunión que, según ha expresado, ha servido para trasladar todo el respaldo de los andaluces a la gestora que se ha constituido en el PSOE tras la dimisión de Pedro Sánchez y la disolución de su ejecutiva. “Tiene que tener todo nuestro apoyo, le toca dirigir el partido y a los demás, arrimar el hombro”, ha contestado. “La primera tarea en la organización es ahora la unidad, la cohesión y la fortaleza tan necesarias para este país y para el partido”, ha concluido, si querer aceptar más preguntas porque “ya está todo dicho”·.
Efectivamente, tras una reunión que empezó pasadas las cinco de la tarde y se prolongó más allá de las ocho, el PSOE-A emitió una nota de prensa comentando escuetamente que la ejecutiva trasladaba su respaldo a la gestora creada para llevar las riendas del partido hasta que se celebre el congreso para renovar su liderazgo. “La primera tarea en la organización es ahora la unidad, la cohesión y la fortaleza tan necesarias para este país y para nuestro partido”, es el mensaje.
Varios ausentes
En reunión ha habido alguna ausencia destacada. Como del portavoz parlamentario del PSOE-A, Mario Jiménez, responsable de Organización y portavoz de la gestora que preside Javier Fernández. Tampoco ha estado la presidenta de la federación, Micaela Navarro, que ocupa escaño en el Congreso de los Diputados y que se incluyó en los 17 dimisionarios que el pasado miércoles marcaron el inicio de la gran crisis en el partido. En concreto, ella renunció a su cargo de presidenta del PSOE. Y ni siquiera intentó ir a la reunión del Comité Federal del sábado, como sí hizo el resto. Tampoco ha estado el número 1 el exsecretario de Política Federal del partido, el también diputado Antonio Pradas, quien había participado por la mañana en una reunión del grupo del Congreso de los Diputados, donde la mayoría se ha expresado a favor de evitar terceras elecciones generales con la abstención para que gobierne el PP si no queda otra.
De este modo, uno de los puntos en los que se ha puesto énfasis en la ejecutiva del PSOE-A es en la necesidad de hacer pedagogía y trasladar que esa abstención, si finalmente es inevitable porque no entra en escena el PNV y el diputado de Nueva Canarias socio de los socialistas, es el menor de los males. De hecho, una de las coincidencias en la reunión, según han trasladado algunos de los participantes, es la necesidad de trabajar con la militancia, “agrupación por agrupación”, no sólo para paliar el desánimo que mina las filas del PSOE en estos momentos, sino para que se entienda por qué el partido no puede descartar esta opción. Básicamente, resumen, porque es mejor que España tenga gobierno y porque es mejor evitar unas terceras elecciones generales en las que Mariano Rajoy podría salir incluso reforzado.