Mario y Rubén son dos jóvenes del barrio del Campo de la
Verdad de Córdoba que, como muchos chavales de su edad, viven actualmente en el
largo túnel que va de la etapa de los estudios a la vida laboral. Y no ven la
luz al final. Pero lejos de quedarse quietos, en casa, o simplemente quejarse
de la situación, estos dos hermanos se han puesto delante de un micrófono para
dar voz a los jóvenes del barrio, de la ciudad, a sus problemas, pero sobre
todo, para llamarles a dejar la pasividad a un lado y movilizarse por su
futuro.
'Generación Ni-Ni' es el título que lleva su programa en
Radio Dignidad, la emisora que acaba de poner en marcha la Acampada Dignidad, que
ocupó un colegio cerrado en Córdoba para convertirlo en el actual Centro Social
Rey Heredia y dedicarlo a ser el espacio de colectivos y vecinos de la zona sur
de la capital.
Desde la que fue la antigua Sala de Profesores del colegio,
la parrilla de la recién nacida Radio Dignidad ha empezado a poblarse de
programas para servir de altavoz a la acción social que se desarrolla en el
colegio, en el barrio y en el resto de la ciudad. “Se trata de motivar a la
gente, de que no sean ciudadanos pasivos, que se involucren y se impliquen“,
cuenta a eldiario.es/andalucia el responsable de la emisora, Ángel Campos.
Él, que estudió Producción y un grado superior en
Audiovisuales, trabaja con un equipo permanente de cinco personas en la puesta
en marcha de Radio Dignidad en un tiempo record. La primera reunión de donde
surgió la idea la tuvieron apenas quince días antes de su estreno el 20 de
noviembre. En ese par de semanas recopilaron el material técnico cedido por un
vecino, Juan Suárez, que siempre tuvo el sueño de montar una radio en el barrio.
Micrófonos, cascos, una antena, la mesa de sonido y reproductores de CD y
discos de vinilo al servicio de la frecuencia que ya le pertenecía: 103.2 FM. Y
el trabajo dio sus frutos.
Programa especial para su estreno
Programa especial para su estreno
De momento, la programación en directo de Radio Dignidad
cubre la franja de tarde de 18 a 21 horas, mientras se confeccionan más
espacios para ampliar su horario. “Nuestra idea siempre ha sido hacer una radio
con espíritu plural, una radio que cuente las cosas que les pasan a la gente y
que la hagan los propios colectivos y vecinos del barrio“, resume su
responsable.
En el programa especial para el estreno de la emisora,
tuvieron cabida entrevistas con los responsables de la Acampada Dignidad, para
explicar cómo ha sido el proceso para convertir un colegio cerrado en el Centro
Social Rey Heredia, lleno de vida y actividades. Los coordinadores de cada área
de trabajo dieron fe de su tarea y personas del barrio “sin recursos y sin el
mejor don de la palabra pero con un ejemplo personal que merece la pena ser
escuchado“, pusieron voz a los vecinos a los que la radio quiere servir como
u na herramienta más de acción social.
Muestra de ello es otro de los programa de Radio Dignidad. 'Malva'
está dirigido por Mª Ángeles, vecina del barrio que nunca se había puesto delante
de un micrófono pero que revoloteba años atrás en las labores de producción de un taller de radio del barrio. Ahora ha visto la oportunidad de contar las
situaciones comunes que viven las mujeres de la zona e implicarlas así en la
movilización. Junto a ella, se sientan en la segunda emisión del programa tres
vecinas que van a dar testimonio de las dificultades sociales y económicas con
que se encuentran ellas y sus familias para, también juntas y como ejemplo,
buscar soluciones.
Noticias, actualidad y cultura
Noticias, actualidad y cultura
Los responsables de la radio trabajan también en proyectos
para sumar horas de emisión. Un programa de noticias, contenidos grabados en
las acciones y movilizaciones sociales en la calle y actualidad reportajeada en
el barrio, son ideas que van tomando forma para ampliar la parrilla de su
programación diaria.
De momento, sí que cuentan con programas de literatura, cine y música que componen
el bloque más cultural de Radio Dignidad. Al frente de uno de ellos, 'La hora
del vinilo', está Juan Suárez, cumpliendo así su sueño de poner en marcha una
emisora en su barrio. Y, como todos, trabajan con los escasos medios de los que
disponen en la sala habilitada dentro del colegio. “Aquí no hay 'pecera' (sala
insonorizada de los estudios profesionales)“, ironizan los componentes del
equipo de trabajo, todos a una, mientras preparan el material para comenzar la
emisión de la jornada y controlan la llegada de los invitados del programa de
hoy.
Y es que, pese a la falta de medios, las ganas, la ilusión y
la respuesta de los vecinos no les faltan. “Hemos tenido una respuesta muy
positiva de la gente. Estamos muy contentos“, cuenta Ángel Campos. ”Están
ilusionados, por dar su opinión, por tener un medio para hacerse escuchar. Y
eso es lo que pretendemos: motivarles, que se impliquen y se involucren porque
de ellos depende que se pueda hacer algo para cambiar su futuro“.