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Ocho mujeres y ocho razones para subirse al Tren de la Libertad

La cita es este sábado 1 de febrero en Madrid y hacia la

capital del país se dirigen grupos, colectivos y mujeres a título individual

para manifestarse en contra de la reforma de la Ley del Aborto propuesta por el

Gobierno. En el denominado Tren de la Libertad andaluz, a imagen y semejanza

del que llegará a Madrid desde Asturias, mujeres de distintas provincias de Andalucía

llevan consigo sus argumentos para protestar contra una ley que devuelve a las

mujeres a décadas pasadas y borra su libertad para decidir sobre su maternidad.

Desde Cádiz, Sevilla y Córdoba, el Tren de la Libertad lleva

este sábado hasta Madrid las razones de mujeres jóvenes, de mediana edad,

madres y también abuelas unidas para preservar el derecho a decidir. Junto a

ellas, desde otras provincias como Málaga o Granada también se manifiestan este

primer día de febrero quienes llegarán en autobuses o en coche hasta la

capital. Razones no les faltan a cada una de ellas.

“Yo ya soy abuela”, cuenta Manuela antes de subirse al tren.

En su momento, pudo abortar “porque tenía medios económicos. Ya tenía dos niños

y me venían mellizos. O abortaba o dejaba mi trabajo para quedarme en casa“,

recuerda. Y eligió. Ella tuvo que ir a Ginebra (Suiza) para que se le practicara un

aborto. Hoy, ve “injusto que quien tenga dinero pueda acudir a otro país y

quien no tenga medios quede en manos de prácticas clandestinas“ en España si la

reforma de la ley sigue adelante tal y como se ha presentado.

Junto a ella, antes de que amanezca, hacen corrillo varias

compañeras que viajan juntas en el tren desde Córdoba a Madrid. Vuelven la

vista atrás, a tiempos en que las reivindicaciones que hoy se ponen sobre la

mesa ya tuvieron su momento y se creían superadas. “Estamos viviendo lo mismo

otra vez“, reflexionan mientras en la mente de todas están aquellas primeras manifestaciones

en las que el lema era ´Nosotras parimos, nosotras decidimos´ mientras las mujeres elevaban sus manos al

cielo, uniendo pulgares e índices, en un gesto hoy reconocido por todos.

Pero la protesta ha vuelto. María José expone sus razones: “Protesto

porque ningún partido político, abusando de su poder, puede cuestionar la

capacidad de las mujeres para tomar decisiones“. Y añade: ”Debe hacerse justo

lo contrario, potenciar su autonomía“.

“Como mujer no voy a consentir que condicionen la maternidad

a asuntos de moral o religiosos“. Es el argumento de Carmen para participar en

la manifestación de hoy. “Quiero que se haga visible ante el Gobierno y la

sociedad que no nos pueden someter obligándonos a ser madres“, añade.

Injerencia de la Iglesia, maternidad libre y el aborto como derecho

Injerencia de la Iglesia, maternidad libre y el aborto como derecho

A su lado, asiente con la cabeza otra de las viajeras. Dulce

lanza una reflexión: “Hasta ahora, todo el mundo estaba de acuerdo con el

concepto de vida. Varios artículos del Código Civil dicen que un ser nacido lo

es a partir de sus primeras 24 horas. Y ahora llega la injerencia de la Iglesia

para decir qué es la vida y qué no“. Su razón para montarse en el tren es

clara: “Aplaudo a quien decide ser madre” –ella misma lo es- “pero ya es hora

de que nadie nos imponga que lo seamos“.

Este peculiar debate improvisado sobre la reforma presentada por el ministro

Ruiz-Gallardón a la actual Ley del Aborto prosigue en la estación mientras

llega la hora de subirse al tren. “El ministro de ´Injusticia´”, le denomina

Pepa, quien critica que la reforma de la ley se haya presentado sin consenso

alguno. “Dice Gallardón que se siente muy respaldado para sacar adelante la

reforma de la ley porque tiene el apoyo del presidente del Gobierno y de su

partido“, ironiza mientras en la mente de todas están las desavenencias

públicas que varios pesos pesados del Partido Popular han mostrado al nuevo proyecto

de ley. “Voy a manifestarme porque claramente este es un proyecto ideológico

del PP y la Iglesia“, señala.

A su manera,

Isabel cuenta que no le cabe en la cabeza que nadie pueda

tomar por ella una decisión de tal calibre como es la de ser madre. “Es un

derecho. Porque no se puede obligar a ninguna mujer a ser madre contra su

voluntad, a tener un hijo que no desea. ¿O es que se harán cargo del niño

quienes decidan por ella que sí debe seguir adelante con un embarazo que no es deseado?“.

En todas ellas sobrevuela la idea de la libertad de decisión

de la mujer y de las condiciones clandestinas para abortar a las que el nuevo

proyecto de ley aboca a quien no quiera ser madre. “Respetar el derecho a una

maternidad libremente decidida“, dicen.

Y eso es algo que las generaciones más jóvenes creían que ya

estaba conquistado.

“Yo voy a Madrid porque no permito que nos quiten todo lo que hemos conseguido luchando las mujeres”, sintetiza Flor Argentina. “Es

nuestro derecho, decidir sobre nuestro cuerpo y no le voy a consentir a nadie

que me lo arrebate“, zanja poco antes de encaminarse al control de pasajeros y

bajar al andén a esperar el tren.

Carta a Rajoy, Gallardón y Mato

Carta a Rajoy, Gallardón y Mato

En Madrid les esperan cientos de mujeres llegadas desde toda

España. Desde Atocha, la manifestación realizará un recorrido hasta llegar al

Congreso de los Diputados, donde el objetivo es presentar allí una carta

dirigida al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al ministro de Justicia,

Alberto Ruiz Gallardón y a la ministra de Sanidad, Ana Mato, así como al

presidente del Congreso y a los distintos grupos políticos representados, en la

que se exponen las razones que defienden estas mujeres para que se mantenga la

actual ley de 2010 sobre la interrupción voluntaria del embarazo. “Porque yo

decido“, es el título del escrito que resume los argumentos de quienes hoy se

manifiestan en la capital.

Pero junto a esas mujeres que hoy se darán cita en Madrid,

también están las que por motivos económicos o familiares no han podido acudir

a esta convocatoria. No estarán allí pero también tienen sus razones para sumarse

“en espíritu” a la manifestación. Ejemplo de ello es el caso de Carmen Belén,

una joven cordobesa que expone también sus razones para protestar contra la ley

propuesta por Gallardón. “¿Por qué? Porque desde pequeña, en casa, en el colegio, en mis clases de ética y en mi vida cotidiana he aprendido y me han

enseñado que mi cuerpo es mío, que necesito mi espacio en igualdad de

oportunidades y nadie, ni la madre que me parió, puede decidir sobre mi persona

y lo que yo pueda generar. Es así, sin excepciones ni paños calientes. Aborto libre

y gratuito, es lo que siempre he reivindicado. Y no voy a dejar de hacerlo, le

pique a quien le pique“.