El leve optimismo con el que se podría terminar el año por el incremento del número de ocupados en España queda ensombrecido por otro dato: el 70% corresponde a reducción de la población activa. Es decir, no se trata ya de cuestionar la escasa calidad del empleo que se está creando, sino de dejar constancia también de que en realidad el porcentaje de paro baja porque la cifra de demandantes está reduciéndose, básicamente por el desánimo, la emigración y por el retorno de los inmigrantes a sus países de origen.
De este modo, entre enero y septiembre de 2014 se contabilizan 299.400 activos menos que en el mismo periodo de 2013, un descenso “histórico”, como recoge un informe elaborado por la Dirección General de Economía de la Junta de Andalucía. Y si se compara con los 428.300 parados menos registrados en lo que va de año, vemos que efectivamente el 70% se corresponde con la reducción de la población activa.
Los últimos datos conocidos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que la población ocupada en España ha crecido un 1,6% interanual en el tercer trimestre de 2014, sumando dos trimestres de tasas positivas. Con ello, el balance entre enero y septiembre (que es el último cerrado) es de un incremento de la ocupación del 0,8% interanual. En términos absolutos esto supone 128.900 ocupados más que en el mismo periodo del año anterior (restamos a esos 428.300 los 299.400 activos menos que hay). Y es que no podemos perder de vista que los resultados de la EPA muestran también que continúa la retirada de población activa del mercado laboral en España.
Mucha temporalidad
Pero más allá de relativizar la cifra del empleo creado, es conveniente hablar también de su calidad. En este sentido, entre las principales características de este empleo creado hay que resaltar que es exclusivamente de carácter temporal. En los nueve primeros meses del año hablamos de un incremento de 172.000 personas con contrato temporal, mientras que ha descendido en 12.900 el empleo indefinido. Esto ha elevado la tasa de temporalidad en casi un punto, ya que si por término medio entre enero y septiembre de 2013 era del 23%, en 2014 se ha situado en el 23,9%. En definitiva, que no se está cumpliendo uno de los objetivos con los que el Gobierno del PP vendió sus reformas laborales, que era la generación de empleo estable y de calidad.
Eso sin contar que no se está resolviendo uno de los grandes problemas del mercado laboral en España, que es el desempleo juvenil. De hecho, se sigue destruyendo empleo en este colectivo. La cifra es dramática: en lo que va de año se han reducido 127.100 empleos entre personas menores de 35 años.