La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año deja dos datos destacados, que el paro bajó en 195.200 personas y se crearon 151.000 empleos. Se trata de dos datos singulares: en el primer caso, es la mayor bajada del paro en un tercer trimestre de la serie histórica. En el segundo caso, en ningún otro tercer trimestre se había creado tanto empleo desde que comenzó la crisis. Suponen, no obstante, un frenazo respecto al segundo trimestre del año, cuando tanto empleo como paro consiguieron mejores registros.
Hay que señalar que el tercer trimestre incluye el principio del verano, que suele ser un buen momento para el mercado laboral, pero también el final, con las rescisiones de contratos que conlleva. La mejora de los datos tiene, sin embargo, tres razones fundamentales: la caída de la población activa, el tirón de los autónomos y, sobre todo, el empuje de la contratación temporal.
El paro baja en 195.200 personas y la cifra total de desempleados se sitúa en 5.427.700, la cifra más baja desde el cuarto trimestre de 2011. La tasa de paro baja casi un punto respecto al trimestre anterior: se sitúa en el 23,6%, ocho décimas por debajo del nivel en el que estaba el trimestre anterior. La reducción es muy desigual entre sexos y se concentra principalmente en los hombres: entre julio y septiembre, el desempleo masculino se redujo en 138.700, mientras que el femenino lo hizo en 56.500. En el último año la diferencia es aún mayor: el paro bajó en 367.300 hombres y 148.300 mujeres.
El empleo que se ha creado en el último trimestre es temporal. De los 151.000 ocupados que ganó el mercado laboral, 95.700 fueron asalariados y el resto -58.500- corresponden a trabajadores por cuenta propia, la mayoría empleadores. Es decir, algo más de un tercio de los nuevos ocupados son autónomos.
Entre los asalariados, los que cuentan con contrato indefinido cayeron en 26.700, mientras que los temporales crecieron en 122.400. El saldo restante son esos 95.700 -todos temporales- que se suman a la cifra de ocupados. Visto de otra forma: el mercado de trabajo no ha creado ningún puesto de trabajo fijo en los últimos tres meses.
La evolución del empleo por sexos es también significativa: todos los nuevos ocupados son hombres (164.900 más), mientras que el empleo cae entre las mujeres, ya que hay 13.900 mujeres ocupadas menos.
La mejora del empleo se concentra en el sector privado, que gana 154.900 ocupados, mientras que el sector público sigue perdiendo efectivos, concretamente 3.900 personas. Se trata de una evolución que lleva varios meses consolidándonse y que muestra la reducción del sector público: en el último año, el empleo del sector privado ha crecido 291.600 personas, mientras que el público ha perdido a 17.700.
En cuanto al tipo de jornada, este trimestre han aumentado los ocupados con contratos a tiempo completo en 370.700 personas, mientras que los de tiempo parcial caen en 219.700. El descalabro de la jornada parcial durante los últimos tres meses ha hecho que el porcentaje de personas ocupadas que desempeñan uno de estos trabajos baje al 14,99%.
La población activa, es decir, que quiere trabajar, vuelve a caer: hay 44.200 activos menos que el trimestre anterior. El INE señala que se trata de una cifra similar a la de la caída de la población entre 16 y 64 años, que bajado en 43.100 personas. Eso significaría que la reducción de la población activa se debería íntegramente a la pérdida de población. De hecho, los activos extranjeros han caído en 51.100 y el de españoles aumenta en 6.900.
El número de hogares con todos sus miembros en paro baja en 44.600, pero aún son 1.789.400. En el lado opuesto, los hogares con todos los miembros ocupados crecen 165.400, hasta 9.073.100. El INE explica que en este periodo el número total de hogares se ha incrementado en 24.400 respecto al trimestre anterior porque, a pesar de la reducción de la población, el tamaño medio de los hogares es cada vez menor y hay un aumento importante de los unipersonales.