El anuncio del presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, de “blindar” los contratos de los sanitarios que están de refuerzo hasta final de año con una inversión de 347 millones de euros, ha sido acogido con recelo en el sector sanitario. Si bien se felicitan por que no se vayan a la calle los 12.000 profesionales que estaban pendientes de renovación, los sindicatos critican a la Junta al considerar que sigue sin ofrecer la estabilidad que necesita el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Además, entienden que, dado que la presión asistencial sigue siendo elevada, tal y como reconocen los profesionales, los contratos de refuerzo que se renovarán siguen siendo insuficientes para los que necesita un sistema sanitario público que da cobertura a 8,4 millones de habitantes en la comunidad autónoma.
Fuentes del SAS estiman que no solo se renovarán esos 12.000 profesionales de refuerzo por la pandemia de la Covid-19 que llevan ampliando su vinculación varios meses, sino que también se incluirán en este listado de agraciados a los temporales que se han incorporado por las necesidades puntuales de cada distrito. En total, Andalucía contará con más de 12.000 sanitarios que integrarán las plantillas hasta que acabe el 2022. Una noticia que sobre el papel es positiva pero que, yendo al detalle, eleva las críticas del sector hasta el punto de hacer ver su cansancio porque no se apuesta por una estabilización del personal y se sigue recurriendo a trabajadores que tienen fecha de caducidad.
Lo que sí cambia con respecto a lo que ocurrió en otoño de 2021 es que el Gobierno andaluz ha acabado cediendo a la realidad y a la presión de los sindicatos al optar por renovar a la mayoría de los refuerzos. Entonces, de los 20.000 con los que se había dotado el SAS gracias a los fondos extraordinarios que repartió el Ejecutivo central por la pandemia, 8.000 se fueron a la calle. Sin embargo, el periodo de alta frecuentación que se produce cada invierno y la llegada de la sexta ola de la Covid-19, dejaron en evidencia que la política sanitaria del Gobierno de Moreno Bonilla había fracasado. Hasta el punto de que los hospitales y los distritos tuvieron que hacer contratos con urgencia y a marchas forzadas sin que hubiese personal en la bolsa de empleo. Muchos de los sanitarios no aceptan contratos de apenas días o directamente ya se han marchado a la sanidad privada o a otras comunidades autónomas.
Para evitar que los titulares se hagan eco de una realidad en la que la presión hospitalaria y de los centros de salud sigue siendo muy elevada, la Junta de Andalucía optará por invertir 347 millones de euros en ampliar los contratos de los trabajadores temporales a los que está recurriendo en los últimos tiempos. Muchos de ellos acababan su vinculación el próximo 30 de abril. “Vamos a garantizar los contratos hasta final de 2022, haciendo un sobreesfuerzo porque no hay fondo Covid, sino que tiene que ser con fondos propios”, afirma el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla. Aunque desde el sector sanitario valoran positivamente que al menos se apueste por renovar a los sanitarios en lugar de desprenderse de ellos, el problema es que cunde el desánimo y el hartazgo por la falta de estabilidad y la opacidad del SAS.
Falta de información
En primer lugar, los sindicatos acusan a la Junta de Andalucía de no ofrecer información transparente sobre cuántos contratos se renovarán en realidad. “¿Cuántos quedan de los refuerzos Covid? ¿Son realmente refuerzos Covid (con la pandemia a punto de ser considerada endemia y con niveles muy bajos) o son necesidades reales de plantilla que se está cubriendo con personal eventual con contratos temporales de corta duración?”, se pregunta Victorino Girela, portavoz de CSIF. “Está bien que a los que finalicen contrato en abril se les renueve hasta final de año, pero sería mucho mejor que todos los que vienen siendo contratados desde hace ya varios años para cubrir necesidades reales de plantilla, no Covid, fueran contratados como interinos como plantilla estructural dotada económicamente y reconocida como tal”.
“No nos han dado ninguna información al respecto en la última mesa sectorial a pesar de que lo hemos preguntado”, lamenta Antonio Macías, de UGT. “Cansa que se hagan renovaciones por meses. ¿Hasta cuándo tienen que soportar los profesionales esta inestabilidad laboral? ¿No es más lógico que se consolidaran en el sistema sanitario público andaluz esas 12.000 plazas y las que hagan falta?”. Recuerda que, a día de hoy, los trabajadores de la sanidad andaluza no tienen la misma situación laboral que hay en otras comunidades autónomas lo que hace que algunos acaben marchándose de la región. “¿Hasta cuándo van a estar con la espada de Damocles encima? ¿Es que no hay otra forma de hacer política que tener a 12.000 personas esperando a que terminen su contrato de meses para poder organizar su vida profesional?”.
Rafael Ojeda, del Sindicato Médico, considera que es “una buena noticia” que se amplíen los contratos, pero advierte que quedarse en ese aspecto es hacer una lectura “simple” de la situación. “Hay que tener en cuenta que, probablemente, hay un abuso de contratación temporal. Lo lógico sería que los contratos fueran interinidades en su mayoría o a través de una oposición”. Ojeda recuerda que este panorama “no es deseable”. Por otra parte, cree que si el Ejecutivo regional apuesta por renovar a todas las categorías profesionales y las reúne en “un mismo saco” se es “poco fino” a la hora de establecer las necesidades reales del SAS. Desde el Sindicato Médico afirman que hace falta personal en la atención primaria que es la que se está colapsando y la que está generando la presión asistencial de todo el sistema.
Un problema estructural
“El anuncio de Moreno es una nueva mentira”, dice Rafael González, de CCOO. “Vende como que hay una partida de dinero para renovar los contratos cuando ya estaba presupuestado”. Califica de “juego de trileros” lo que viene haciendo en los últimos meses la Junta de Andalucía con la sanidad pública andaluza. “Esas plazas deberían ser para interinos o vacantes. Están cometiendo irregularidades por todos lados”. Más optimistas se muestran en el Sindicato SATSE donde su portavoz, José Sánchez, valora “positivamente” que se renueve a los 12.000 sanitarios de refuerzo que quedan. “Esperamos que se concreten en la Mesa Sectorial de Salud los detalles de cuántos contratos, cómo se van a hacer y cuándo van a empezar a realizar los llamamientos”.
No obstante, para el conjunto del sector el número de renovaciones sigue siendo escaso porque la presión asistencial no se va a aliviar con esas cifras. “En estado normal, como ahora mismo, con la Covid medio controlada, es muy alta y hay mucha lista de espera. Esos 12.000 trabajadores son más que necesarios en cualquiera circunstancia, pero para aliviar esa presión asistencial entendemos que hacen falta más contratos”, dice Antonio Macías de UGT. “Esas contrataciones son estructurales, es decir, plazas que faltan desde hace varios años. No se pueden prescindir de ellas y tendrán que pasarlas a interinidades en un futuro. Por eso, no va a aliviar nada”, estima Rafael González de CCOO sobre el anuncio de la Junta de Andalucía. Los sindicatos piden más estabilidad laboral y más personal.