SEO/BirdLife ha lamentado este jueves que el recién publicado informe de estado de los acuíferos del entorno de Doñana “certifica la grave situación de las lagunas peridunares”, dependientes del buen estado de las aguas subterráneas, por lo que el acuífero “empeora” y “podría acabar con el ecosistema del parque nacional”, según ha indicado en una nota de prensa.
“Con el 62% de los sectores del acuífero en una situación peor a la que le correspondería según la pluviometría, la situación de Doñana es crítica. La duración temporal de las inundaciones de las grandes lagunas peridunares se reduce de forma preocupante, como por ejemplo, las lagunas de Santa Olalla y la laguna Dulce”, ha explicado el responsable del Programa de Aguas de SEO/BirdLife, Roberto González.
Asimismo, González ha apuntado que “diversas lagunas que se secaban de forma muy ocasional ahora se secan todos los veranos, y otras lagunas consideradas permanentes sufren altos grados de desecación, lo que reduce enormemente la superficie inundada y genera graves alteraciones en el ecosistema”.
Por ello, la ONG ha tachado estos datos que forman parte del Informe de estado de los acuíferos del entorno de Doñana como “alarmantes y ha señalado que este documento de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha sido presentado este jueves ante la Comisión de Aguas del Consejo de Participación de Doñana, y ”reconoce que el complejo de lagunas peridunares, quizás el lugar más emblemático de Doñana, está reduciéndose“.
En este punto, ha señalado que de las diez principales lagunas sobre las que la Confederación Hidrográfica mantiene un seguimiento mediante imágenes de satélite para determinar la superficie inundada, “ya solo quedan cuatro con lámina de agua, habiéndose reducido la superficie total inundada respecto al año anterior, y se encuentran completamente secas seis de las lagunas: Charco del Toro, Zahillo, Taraje, Sapo, Los Hermanillos y Rincón de Guerrero”.
Según este informe, el último año húmedo en Doñana tuvo lugar en 2010/2011. Así, en la última década Doñana ha sufrido cinco años secos y seis años con una pluviometría por debajo de la media, habiéndose convertido ya la última década en la más seca desde 1970.
SEO/BirdLife ha apuntado que el mismo indica que “la continua, y creciente, sobreexplotación hace extremadamente menos resiliente al conjunto del ecosistema ante esta reducción de precipitaciones y los futuros cambios en la pluviometría. La sobreexplotación, lejos de haberse frenado o limitado parcialmente, como obligan las directivas comunitarias, sigue ejerciendo más tensión si cabe sobre los ecosistemas acuáticos del espacio natural”.
“La realidad climática no acompaña y, de no tomarse medidas más drásticas y urgentes, la posibilidad de solucionar el problema se aleja cada vez más. La situación de las aguas subterráneas empeora con respecto a años anteriores: de los 16 sectores en los que está dividido el acuífero de Doñana tres califican en alarma, diez en alerta, dos en prealerta y tan solo uno en normalidad, estando 10 de los 16 sectores peor de lo que le correspondería por la pluviometría existente”, ha subrayado Roberto González.
Así, ha apuntado que esto significa que “la mala situación de las aguas subterráneas no se debe exclusivamente a la sequía, sino a las extracciones del recurso”. Igualmente, ha señalado que la tendencia de los indicadores que determinan el estado global de las aguas subterráneas “es descendente, incluso en mayor medida que la tendencia a la baja identificada también en las precipitaciones”.
“FRACASO REPRODUCTIVO”
Doñana está considerada, según los datos de BirdLife International, como 'IBA in Danger', una de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) más amenazadas a nivel mundial.
Por ello, la organización ha señalado que “a estas alturas, es obvio que la conservación a largo plazo de Doñana pasa por reducir la cantidad actual de extracciones de aguas para mejorar la recuperación del acuífero y, con ello, su capacidad de respuesta ante los retos climáticos presentes y futuros”, así como ha incidido en que “la comunidad científica ya reconoce la existencia de afecciones sobre el ecosistemas, los hábitats y las especies y que la resiliencia del ecosistema ya ha sido gravemente dañada; no en vano, la cría de aves acuáticas este año ha sido extremadamente baja”.
“La escasez de precipitaciones y la sobreexplotación de las masas de agua, ha provocado que, un año más, la reproducción de las aves acuáticas en la marisma del Parque Nacional de Doñana haya sido un fracaso casi absoluto. El colapso de los ecosistemas acuáticos de Doñana se muestra en su incapacidad actual para albergar aves en su periodo más crítico, uno de los principales motivos por los que ha sido considerado una de las joyas de la naturaleza europea”, ha explicado el responsable de la Oficina Técnica de SEO/BirdLife en Doñana, Carlos Davila.
DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
En este punto, desde la organización han insistido en que las políticas de conservación de la naturaleza “deben dejar de ir desacopladas a las políticas sectoriales cuya insostenibilidad en el área de influencia de lugares como Doñana se agudiza, llevando al colapso a sus hábitats prioritarios y todos los servicios ambientales que aportan a la sociedad” y que “el elemento fundamental que debe asegurar la supervivencia a medio y largo plazo del Parque Nacional de Doñana, el agua, sigue desapareciendo paulatinamente del espacio natural”.
“España sigue sin ser capaz de frenar la sobreexplotación del gran acuífero situado bajo los bosques, dunas lagunas, veras y lucios de Doñana, y la tendencia climática no ayudará a ello. Desde el año 2009, gracias a la Directiva Marco del Agua, España está obligada a incorporar medidas eficaces para proteger las aguas tanto en términos cualitativos como cuantitativos y garantizar así su sostenibilidad”, han señalado.
A este respecto, han apuntado que “a pesar de la realidad que sufre Doñana, siguen existiendo apuestas que, de ejecutarse, serán la puntilla del futuro del humedal, como la propuesta de ley para regularizar 1.600 hectáreas de regadío ilegales. Las administraciones públicas con competencias deben revertir la situación de forma coordinada y, especialmente, aplicar las medidas que reclamamos desde hace años para conseguir, entre todos, salvaguardar el futuro de Doñana”.
Así las cosas, consideran “especialmente urgente” declarar las lagunas costeras como “el primer hábitat en peligro de desaparición en España, asumir las responsabilidades para considerar en peligro el Patrimonio de la Humanidad de Doñana y entender que estas medidas de urgencia no son negativas, sino una herramienta constructiva para facilitar acciones de conservación de emergencia y asistencia internacional con el fin de prestar apoyo a sitios gravemente amenazados”, ha concluido Roberto González.