El aumento de suicidios en España es una realidad y también lo saben los profesionales sanitarios, tanto los de salud mental como los que cada día pueden enfrentarse a esa posibilidad en su consulta o en el hospital. También los de los servicios de urgencias y los especialistas de guardia, como el que asistió a esa joven de 24 años de Sevilla que horas más tarde acabó con su vida. Conscientes de todo ello, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), que desde julio de 2021 tiene en marcha un grupo de trabajo con el objetivo de implementar un plan de actuación, ante el incremento de casos de enfermedad mental atendidos en los servicios de Urgencias españoles, especialmente entre la población joven.
Los expertos tienen claro que se trata de un problema de salud pública, cuya tendencia va en aumento, agravado especialmente por el impacto que la pandemia por COVID-19 ha tenido sobre la población, no solo para los pacientes, sino también para los profesionales sanitarios, ya que ha supuesto un riesgo de afectación de su salud mental. Los datos apuntan al personal de UCIs, Urgencias y Emergencias, plantas de hospitalización médica con pacientes COVID-19, Atención Primaria y residencias, como los profesionales con más riesgo.
Las actuaciones del citado grupo de trabajo, impulsado por Fundamed con la colaboración de Janssen, han llegado ya a varias conclusiones en el informe 'Depresión y suicidio en Urgencias y Emergencias hospitalarias. Un análisis multidisciplinar para optimizar el abordaje de estos pacientes sin descuidar la salud mental de los profesionales'. Por ejemplo, para la detección de signos de alarma en urgencias se considera idóneo la incorporación de la enfermería de salud mental en los servicios de urgencias. Asimismo, se considera importante la formación y concienciación sobre prevención del suicidio para todos los profesionales del servicio: médicos, enfermería, auxiliares, celadores, etc., así como el diseño de una herramienta sencilla y accesible que permita tener a mano una evaluación rápida de riesgo de suicidio. En cuanto al abordaje del paciente con enfermedad mental se requiere un entorno humanizado, observando la importancia de tener en cuenta la valoración de la situación social del paciente, así como antecedentes médicos y psiquiátricos.
“Una formación reglada y homogénea”
Iria Miguens, responsable del citado informe, miembro de la Junta Directiva de SEMES y médico de Urgencias del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, explica a elDiario.es Andalucía que el incremento de casos relacionados con la salud mental se apreció “después de la primera ola de covid”, y de ahí partió la “sensibilidad” por parte de la sociedad científica para “hacer algo” al respecto. En ese sentido comenta que los problemas de salud mental “se han ido reflejando en los motivos de consulta” que se vienen analizando.
“La prevención es fundamental”, señala la doctora, especialista en urgencias, por lo que hace un llamamiento a “la formación de los profesionales pero también de la población en general para la detección de ese tipo de patologías”. También apuesta “por dimensionar las plantilla de forma ajustada” e, insiste, en “asegurar una formación reglada y homogénea en salud mental y en otras patologías” para una mejor atención especializada en los servicios de urgencias.