Una vez que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró el estado de alarma en todo el país y que el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, instó a los ciudadanos a no salir de sus casas, al cierre de bares y demás espacios de ocio público, una vez que la Conferencia Episcopal emitió un comunicado instando a no sacar las procesiones religiosas por el riesgo de contagio del coronavirus, después de que el Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla admitiese la gravedad de la situación y cuando las primeras corporaciones habían empezado a anular sus ensayos de costaleros, finalmente el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha decretado la suspensión de la Semana Santa.
Una decisión difícil que supone un impacto emocional para miles de sevillanos y un golpe brutal a la economía local, traducido en la pérdida de casi 250 millones de euros, y pérdida de empleos principalmente en el sector hotelero y en la hostelería. El Consistorio de Sevilla ha confirmado este sábado que que el alcalde, el arzobispo de la ciudad, Juan José Asenjo, y el presidente del consejo de hermandades, Francisco Vélez, han mantenido esta mañana una reunión en la que han acordado esta medida.
El golpe al turismo de Sevilla, principal motor de la economía local, es tremendo. Espadas se ha resistido todo lo posible a dar el paso, por la presión interna, pero también por las consecuencias nefastas que tendrá para las arcas de la ciudad y los cientos de negocio que se revitalizan con la Semana Santa. Desde hace días se vienen instalando los palcos de la carrera oficial en el casco histórico de Sevilla, por donde circulan las procesiones religiosas en el último tramo de camino hasta la Catedral.
Según las previsiones del Ayuntamiento, para la primera mitad de la Semana Santa (hasta el Miércoles Santo), el grado de ocupación ronda el 80%, con del Domingo de Ramos como principal día de ocupación (en torno al 85%). Para la segunda parte de la Semana Santa (de Jueves Santo a Domingo de Resurrección), el grado de ocupación se sitúa en torno al 90%, y lleno en algunas categorías de hoteles. En 2018, último año con datos oficiales definitivos, Sevilla recibió a 269.498 visitantes y registró 585.283 pernoctaciones hoteleras.
La suspensión de la Semana Santa de la capital andaluza, saludada como un “acto de responsabilidad necesaria por parte del presidente de la Junta, anticipa probablemente la misma acción en todas las capitales y ciudades de Andalucía, que en las próximas horas anunciarán también que no habrá procesiones religiosas este año.