Los enfermeros y auxiliares de enfermería de Andalucía siguen en pie de guerra. La no baremación de cientos de trabajos presentados en congresos (los llamados “posters”) en las bolsas de Enfermería y Auxiliares de Enfermería del Servicio Andaluz de Salud ha desatado una polémica que ha desbordado a las comisiones encargadas de evaluar esos trabajos. Aunque el SAS no lo confirma, es un secreto a voces que el origen de esta criba es el escándalo de lo que algunos enfermeros denominan “churripóster”: trabajos de escaso o nulo rigor científico, de “corta y pega” o encargados a terceros, con los que se obtienen méritos fraudulentos que sirven para escalar en la bolsa, tal y como desveló en mayo eldiario.es Andalucía.
Este mismo miércoles se publicó la bolsa definitiva de Enfermería y se confirmó el recorte de puntuaciones en Otros Méritos, donde se contabilizan ese tipo de trabajos. Sin embargo, es difícil saber el alcance de la criba. La Plataforma de profesionales del SAS por un baremo justo, recién constituida, asegura que ha sido mínima. “Han hecho caso omiso a las voces de alarma”, lamenta Ana María Pérez, vocal por Granada. Por el contrario, Eloísa Bernal, de CSIF, asegura que se han eliminado muchas comunicaciones “sin valorar si es un trabajo serio o no” y que ante la duda se pidió a las comisiones de valoración que no aceptaran el trabajo.
En la bolsa de Auxiliares de Enfermería (todavía provisional), donde se dio la primera voz de alarma de la existencia de méritos fraudulentos, se habrían descartado a priori todos los posters, considerándolos no presentados o entendiendo que no tienen “rigor científico”, según asegura un portavoz del Sindicato de Auxiliares de Enfermería. Sin embargo, en este caso se mantiene la vía abierta para que los candidatos acrediten correctamente el trabajo o su rigor en fase de alegaciones.
¿Cómo acabar con el 'trapicheo' de méritos?
Para la Plataforma de profesionales del SAS por un baremo justo el recorte de puntos en la Bolsa de Enfermería ha sido insuficiente, de modo que se habrían colado cientos de candidatos con méritos fraudulentos. De hecho, hay trabajos que han sido valorados en la Bolsa de Enfermería, y no en la de Auxiliares. Durante el verano, la Plataforma solicitó paralizar la lista definitiva hasta aclarar la situación, sin éxito. “No nos parecía justo que saliera gente con 20 puntos que en realidad no está investigando”, explica María José Moreno, vocal de la plataforma en Málaga.
Este grupo se ha reunido con responsables políticos y sindicales y les ha mostrado pruebas de lo que consideran un “trapicheo” generalizado, desde candidatos que han acumulado 350 de estos posters en apenas un año, todos ellos contabilizados, a anuncios de personas que se ofrecen a realizar posters por encargo. “Tienen que trapichear de alguna forma para conseguir los 20 puntos, porque los demás también lo hacen”.
SATSE, el principal sindicato en el sector, ya emitió un comunicado este verano advirtiendo de que un “elevado número de candidatos” había aumentado “sospechosamente” la puntuación en menos de un año.
El problema es que esas irregularidades no son detectables a priori por la comisión de valoración de la Bolsa de Enfermería, porque sólo se exige la entrega del certificado de los trabajos o posters, y no el trabajo en sí. Si la norma obligara a revisar trabajo a trabajo, los diez profesionales que integran la comisión tendrían que verificar el rigor científico de las decenas de miles de trabajos que acumulan los 40.000 candidatos de la Bolsa de Enfermería.
Con el actual sistema, si la entidad de formación ha dado por bueno el póster y ha estampado su sello, la comisión en principio debe darlo por bueno, siempre que el congreso o las jornadas tengan carácter científico acreditado. Por eso, CSIF emitió un comunicado en el que insistía en que “es la jornada la que tiene que tener reconocido dicho interés científico y no la comunicación en sí”.
Eloísa Bernal, presidenta de CSIF Sanidad Andalucía, admite que hay “algunas empresas” que están “produciendo comunicaciones de manera no correcta, como un fraude”. Su sindicato se posiciona en contra de que esas comunicaciones se baremen, pero también se opone a “la actitud del SAS”, que según CSIF consiste en “no baremar ninguna”. “Exigimos al SAS que ponga las medidas y recursos para evitar el fraude, pero no se puede eliminar las comunicaciones a congresos o jornadas con validez científica”, resume.
“Un póster no se hace en dos horas”
Bernal admite que existen congresos y jornadas que no deberían tener reconocido el carácter científico, pero aclara que si en este momento lo tienen reconocido, los trabajos que se hayan presentado allí deben ser baremados. “Lo que exigimos al SAS es que ponga los recursos necesarios para evitar el fraude”. Según CSIF, la solución pasa porque el SAS sea riguroso con los congresos y jornadas a las que se concede el carácter científico. “Quizá la solución está limitar el número de comunicaciones al año, en ser riguroso con los congresos y jornadas a las que se da las acreditaciones”, señala Bernal.
La facilidad para obtener puntos por esta vía, y que esos puntos sean vitales para escalar posiciones en una lista saturada y acceder así a un puesto de trabajo, ha provocado una inflación de este tipo de trabajos, que incluso se venden por Internet. El boca a oreja ha hecho el resto: “Llevo cuatro años poniendo en conocimiento de los sindicatos lo que está pasando, y no toman medidas. ¿Por qué el SAS no ha tomado ninguna medida?”, se pregunta María José Moreno.
Hay congresos y jornadas que han admitido 2.000 posters, a un precio de 80 euros por poster, más 40 por publicación. “¿Cómo van a revisar [el comité científico del curso] miles de trabajos en un mes?”, se cuestiona Moreno, antes de citar ejemplos de compañeros que realizan dos o tres trabajos en una jornada. “Un póster no se hace en dos horas, sino que conlleva un trabajo de campo, de recopilar información… Eso es un corta y pega de información de la red”.
SATSE ya pidió en verano la convocatoria de la mesa sectorial para abordar este asunto. El problema afecta a decenas de miles de candidatos, que compiten en una bolsa de empleo temporal saturada por la falta de convocatorias de oposiciones en los últimos años. Según SATSE, la tasa de temporalidad en la enfermería asciende al 50% del personal. Por su parte, la Plataforma reclama que la puntuación máxima por Otros Méritos se rebaje de 20 a cinco puntos, eliminar el tope máximo de 15 años y tres meses trabajados para la experiencia en Bolsa, y limitar el número de posters a dos o tres anuales.
Este medio está a la espera de conocer la posición del SAS.