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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Sólo uno de cada 10 franceses que votaron en España dio su apoyo a Marine Le Pen

Los franceses que ejercieron su derecho a voto en las oficinas consulares de España en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales han votado, según los datos facilitados por la Embajada de Francia, masivamente contra la amenaza ultraderechista de Marine Le Pen. Así, entre los franceses con residencia en España, el ganador de las elecciones presidenciales francesas, el socioliberal Emmanuel Macron, ha obtenido el 88% de los votos, frente al raquítico 12% sumado por Le Pen.

No obstante, en España, el ganador indiscutible de la jornada electoral ha sido la abstención. De los 71.000 franceses con derecho a voto inscritos en la Embajada, sólo acudieron a las urnas el 40,15% de ellos, poco más de 28.000 ciudadanos. Un 60% de los electores no acudió a votar, mientras que los votos en blanco y nulos ascienden hasta un 8%, en línea con la cifra récord alcanzada en el hexágono, lo que podría indicar que la amenaza de la ultraderecha no es suficiente para seguir movilizando a unos ciudadanos que llevan años votando lo menos malo para cortarle el paso al Frente Nacional y que, a pesar de no haber ganado, ha doblado los resultados que obtuvo en 2002, cuando Jean-Marie Le Pen consiguió en la segunda vuelta el 17,79% de los votos frente al 82,21% del expresidente de la República Jacques Chirac.

A diferencia de los españoles que viven en el extranjero, los franceses pueden votar directamente en urna en las oficinas de votación habilitadas por la Embajada a lo largo y ancho del mundo. En España se habilitaron veinte mesas de votación, agrupadas en cuatro demarcaciones (Bilbao, Sevilla, Barcelona y Madrid) y a su vez están subdivididas a su vez en dieciocho sedes electorales: Madrid, Alicante, Valencia, Murcia, Santa Cruz de Tenerife, Telde de Gran Canaria, Bilbao, Vigo, Málaga, Granada, Sevilla, Barcelona, Girona, Figueras, Reus, Zaragoza, Palma de Mallorca e Ibiza.

Sevilla es donde más apoyo ha obtenido Le Pen; Bilbao, donde menos. La demarcación de Sevilla, que agrupa a los franceses que viven en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, ha sido donde más apoyos ha recibido Marine Le Pen con el 16,12% de los votos. Por el contrario, en la demarcación de Bilbao, que corresponde a los datos de los ciudadanos galos que viven en La Rioja, Navarra, País Vasco, Cantabria y Asturias, es donde menos sufragios ha cosechado la ultraderechista, el 9,33% de votos.

Como anécdota, cabe resaltar que en la primera vuelta el próximo presidente de Francia, Emmanuel Macron, ganó en todas las ciudades españolas menos en Granada –sede electoral de los franceses que viven en la propia ciudad nazarí, en Almería y Jaén-, donde lo hizo el líder de la Francia Insumisa, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon. El líder de ‘En Marche’, Emmanuel Macron, ha arrasado en todas las demarcaciones españolas en esta segunda vuelta con el 87,6%, 22 puntos más que en el hexágono.

“No se trata de ser liberal o no, sino de ser demócrata o fascista”

“Estoy contento porque ha perdido Marine Le Pen y triste porque ha ganado Macron”, así de rotundo resume su sentir Dominique, profesor de francés que vive en Andalucía desde hace años, quien apoyó en la primera vuelta a la Francia Insumisa del izquierdista Jean-Luc Mélenchon y que este domingo, “con profunda tristeza”, votó por el neoliberal Emmanuel Macron para frenar al “diablo” ultranacionalista, xenófobo y antieuropeísta del Frente Nacional.

Muriel Soulillou, directora del Instituto Cultural Francés de Sevilla, respira aliviada tras conocer que no gobernará Le Pen. Esta mujer, que se declara profundamente europeísta y progresista, votó por Macron este domingo, de quien espera que haga “terapia de grupo con toda la sociedad francesa” que vive en un “profundo estado de frustración y amargura”, asegura percibir cada vez que viaja a su país natal.

Nora, economista de Montpellier de 29 años que trabaja en una empresa belga de economía social con sede en Sevilla y Málaga, admite que siente “vergüenza” de reconocer que ha votado por Emmanuel Macron, candidato que propone medidas como el recorte de gasto social en 60.000 millones de euros y la derogación del Código del Trabajo, con las que esta joven, que defiende una “economía más humana”, está en total desacuerdo.

De todos modos, este domingo los franceses no han votado a favor de nada, sino en contra del fascismo. “No se trata de ser liberal o no, sino de ser demócrata o fascista”, como recuerda la directora del Instituto Cultural Francés de Sevilla, quien cree que Francia debe pedir ayuda a un “experto en psicología social” para resolver la crisis identitaria y la cólera que en buena medida se recoge en el 33,9% de franceses que han votado por la ultraderecha del Frente Nacional.