Su nombre es Aura, es una hembra de lince ibérico y tenía 20 años cuando murió el pasado 27 de octubre en el Parque Nacional de Doñana. Fue el tercer lince que ingresó en el Programa de Conservación Ex situ y ha sido el ejemplar de su especie más longevo conocido.
Cuando Aura nació, en 2002 en Doñana, su especie estaba en peligro “crítico” de extinción. Había menos de cien ejemplares. Entonces fue seleccionada para iniciar el programa de cría del lince en cautividad.
20 años después, son más de 1.300 los linces ibéricos que viven en la Península. Y buena parte de este éxito se puede atribuir a los genes de Aura que han pasado de generación en generación. Ella dio a luz a 14 cachorros. Y el programa calcula que más de “917 ejemplares cautivos y silvestres han sido portadores de su genética”. En 2008, Aura fue retirada de la cría y se convirtió en embajadora de la especie en El Acebuche.
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