Libertad con cariz efímero, pero libertad al fin y al cabo. El teniente Luis Gonzalo Segura, arrestado en enero por las críticas vertidas al escalafón del ejército en su libro “Un paso al frente”, disfruta este viernes de una inesperada libertad, al haber salido del centro de internamiento de Colmenar Viejo diez días antes de lo esperado.
“No hay mal que por bien no venga, eso es lo que me ha debido pasar”, explica el teniente a eldiario.es/andalucia, tras pasar 49 días de encierro y salir diez días antes de lo previsto. Y es que el nuevo régimen disciplinario, que entró en vigor este jueves, no contempla penas de dos meses por el motivo por el cuál fue encerrado, aunque es cierto que los 19 días de más que ha pasado entre rejas “ya son de regalo y nadie me los va a devolver”.
Por contra, el nuevo régimen sigue contemplando penas de privación de libertad, por hechos que, en la calle, sólo serían constitutivos de una sanción administrativa.
Se trata del Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas (FFAA), que contempla una reducción del tiempo máximo de esta privación de libertad y permite a aquellos con sanciones en marcha acogerse a él si las nuevas condiciones les son más favorables. De hecho, el abogado del teniente había puesto sobre la mesa ese régimen nuevo antes de entrar en prisión en enero, pero su petición no fue atendida.
No obstante, hasta el momento el teniente acumula ya cinco meses de arrestos administrativos en menos de un año, y ahora tiene que enfrentarse a tres expedientes, el último de ellos presentado el pasado martes, horas antes de ser puesto en libertad.
“Falsa acusación de insultar a la Bandera”
Lo del nuevo expediente, según lamenta, es “algo inexplicable”, ya que “en el anterior arresto coincidí con tres mandos más que estaban arrestados. Uno de ellos llevaba un tatuaje del águila franquista en una pierna, con loque nos podemos hacer una idea de como era la convivencia. Llamaban mono a un soldado negro, híbrido a una lesbiana,y di parte de ellos, y como respuesta dieron parte de mí, acusándome de insultar a la bandera, algo totalmente falso, y ahora estoy esperando la resolución, que seguramente volverá a ser negativa en mi contra”.
Gonzalo Segura señala que en este caso se podría tener en cuenta datos como “lo grave que es que un mando esté en prisión, con lo que nos podemos hacer una idea de quiénes son estas personas que me han denunciado”.
Con todo, el teniente cree que lo que están haciendo con él es presionarle al máximo para que pida una baja por motivos psicológicos, algo que, asegura, no está dispuesto a hacer.
De momento, a falta de otras gestiones, su abogado ha presentado una denuncia por el maltrato que ha sufrido durante su estancia en prisión, con vejaciones como desnudarle tras recibir visitas, cortarle el teléfono cuando recibe llamadas personales o no atender su súplica de permitirle salir para ir al funeral de un familiar.
Sin correos, agenda ni Facebook
No obstante, en este caso hay asuntos que llaman poderosamente la atención. Cuando el teniente ha salido de prisión se ha dado cuenta de que su teléfono móvil estaba sin contactos, que se había borrado la agenda de su correo de google y que no tenía perfil personal en Facebook. Esto último lo ha denunciado a la propia red social, que le habría comunicado que había sido denunciado por suplantación de identidad, es decir, que él no era quien llevaba su propio perfil. Lo de los correos y su agenda persona en su móvil ya es más inexplicable.
Para que todo no sea malo, el pasado viernes recibió un premio en la III Edición de los premios al independiente del año, en la categoría de Justicia, Defensa e Instituciones, “por su valentía y arrojo a la hora de desvelar las corruptelas en el seno del Ejército español y no ceder ante los chantajes y arremetidas para que la opinión pública no sepa los manejos que con el dinero de todos hacen, los que consideran que lo público es un rancho particular”, según se refleja en los premios.
En la misma ceremonia se premió también a Coca Cola en lucha, colectivo afectado por las preferentes o el periodista Pedro J. Ramírez y Nuria Roca, entre otros.