Teresa Rodríguez ha lanzado este viernes un “órdago” a todos los dirigentes a la izquierda del PSOE, los líderes de Unidas Podemos, Pablo Iglesias y Alberto Garzón (IU), y al candidato de la principal escisión de la formación morada Íñigo Errejón (Más País), como un último intento de lograr, a la desesperada, concurrir con una marca propia (Adelante Andalucía) a las elecciones generales del 10 de noviembre. “Es un ultimátum para no quedarnos fuera del 10N, para que haya un grupo propio que represente los intereses de Andalucía desde la izquierda”, dicen desde su formación.
El órdago de Rodríguez viene envuelto en una propuesta de “candidatura de unidad”. La gaditana ofrece la marca Adelante como improbable nexo de reconciliación entre Iglesias, Garzón, Errejón y los andalucistas, “un paraguas común”, para que en Andalucía haya “una única papeleta”. “Si no, habrá dos listas, Unidas Podemos y otra por donde Más País ha dicho que va a presentarse, Sevilla, Málaga, Cádiz y Granada. Y eso será un drama”, advierte.
Nadie en la dirección estatal de Podemos y de IU contempla ese “escenario utópico de unidad” que propone Rodríguez. “Los puentes están rotos y ella lo sabe”, dice un miembro de la coalición de izquierdas, convencido de que el objetivo de la gaditana es el conseguir “a las bravas” un grupo propio en el Congreso y unas “listas elegidas por ella”. La líder de Podemos Andalucía ha aprovechado las aguas revueltas dentro de Unidas Podemos para forzar una candidatura propia, un grupo confederal dentro del partido de Iglesias o del de Errejón, y un grupo propio en el Congreso con una lista electoral confeccionada desde Andalucía, no desde Madrid. “Buscamos un acuerdo de unidad para presentar una sola lista”, dice la gaditana. Lo hace a tres días de que expire el plazo legal para registrar una candidatura de coalición ante la Junta Electoral Central, este domingo 29 de septiembre, y tras haber fracasado la negociación interna con IU Andalucía, el otro miembro cofundador de la marca Adelante, que se ha negado a tensionar a su dirección federal para lograr grupo propio en la Cámara Baja.
El órdago de Rodríguez puede desestabilizar aún más el equilibrio de poder dentro de Podemos, si cualquiera de los candidatos en liza se asocia con la gaditana y hace suyo su proyecto andalucista. La gaditana habla de “una candidatura de unidad” y de “una sola lista en Andalucía”, pero hoy por hoy, ni siquiera existe esa unidad dentro de la confluencia Adelante, puesto que IU no respalda las reivindicaciones de Rodríguez de tener grupo propio en el Congreso. La realidad es que el último órdago de la gaditana tiene un final incierto: puede no conducir a nada -está en riesgo la unidad de la propia confluencia andaluza- o puede echar a pelear a Iglesias con Errejón, si alguno de los dos líderes acepta asociarse con ella e integrar su proyecto andalucista en su partido.
Cualquiera de los dos escenarios es difícil de asimilar, de no ser por lo precipitado e inestable del momento político actual. La distancia política, ideológica y personal de Rodríguez con Iglesias es grande, pero aún mayor es la que le separa de Errejón. “Yo nunca me he planteado irme con Íñigo ni presentar yo sola una lista contra Pablo. Eso nunca estuvo en mi cabeza. Tiren de hemeroteca andaluza”, ha subrayado.
La idea de Más País como un partido de ideología transversal dispuesto a entenderse con el PSOE, e incluso con Ciudadanos, está en las antípodas del pensamiento de la líder de Podemos Andalucía, cabeza visible de la corriente Anticapitalistas. “Aún no ha habido conversaciones directas con Errejón, pero en las próximas horas vamos a hablar con él, con Pablo [Iglesias] y con Alberto [Garzón]. No nos podrán decir que no hicimos lo posible para lograr el acuerdo”, ha dicho durante su rueda de prensa en Cádiz.
Desde Podemos Andalucía admiten que se trata de “un último intento de que no haya dos papeletas de partidos a la izquierda del PSOE el 10N”. Desde IU Andalucía replican, molestos, que Rodríguez no puede hablar en nombre de Adelante, porque en el seno de la confluencia hay un desacuerdo manifiesto, que no logró solucionarse en la reunión de casi cinco horas que tuvo lugar esta semana en Sevilla. La coalición de izquierdas ve “positivo” que Rodríguez “al fin reconozca que tiene que convencer a las direcciones federales”, y mantiene su discrepancia. “Ya hay un espacio de unidad que es la candidatura de Unidas Podemos. Teresa no nos puede invitar a nuestra propia casa. Íñigo se ha salido de esa unidad, ha hecho otro partido para competir con el suyo, con un proyecto político distinto al de Pablo y más distinto al de Teresa”, matizan desde IU.