Teresa Rodríguez y Pilar González: “Adelante Andalucía es una herramienta exclusiva al servicio de los andaluces y eso nos diferencia de Sumar”

Daniel Cela

12 de julio de 2023 21:29 h

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Pilar González (Mérida, 1962) fue concejala, diputada, senadora y secretaria general del Partido Andalucista (PA) prácticamente hasta su disolución. Lleva en política desde 1995 y ahora se presenta como candidata a la Presidencia del Gobierno por Adelante Andalucía, el partido de Teresa Rodríguez. Rodríguez dejó la primera línea política hace seis meses junto a su pareja y exalcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', pero ambos han vuelto para reforzar la candidatura en los puestos dos y tres de la lista.

Sólo se presentan en Cádiz porque creen tener “una oportunidad histórica” de devolver una diputada andalucista al Congreso después de 20 años, en un contexto polarizado entre bloques del que un solo voto puede cambiarlo todo. Para lograrlo tienen que alcanzar, al menos, el mismo número de papeletas que lograron en las autonómicas del año pasado: 41.488 votos. En toda Andalucía, Adelante logró 126.482 papeletas en 2022, el 75% en las otras siete provincias donde ahora no se presentan.

La entrevista al 'ticket' electoral González-Rodríguez tiene lugar en una cafetería de Jerez de la Frontera, frente a las naves cerradas de unas bodegas.

¿Cómo se hace una campaña electoral para las generales en una sola provincia de una comunidad con ocho provincias?

Teresa Rodríguez: No son unas elecciones presidenciales. Uno elige a sus representantes en el Congreso de los Diputados para que durante cuatro años defiendan sus intereses. En esa lógica, es más que evidente que a Andalucía le ha faltado una voz allí.

Pilar González: PP y PSOE han pretendido instalarnos en un marco de elecciones presidenciales con ese debate de que gobierne la lista más votada. Eso ocurre en un sistema presidencialista, y el de España es parlamentario. Nosotras nos hemos planteado el horizonte de representar los intereses de Andalucía en el Congreso, no el de optar a la Presidencia del Gobierno.

Pero usted es candidata a la Presidencia del Gobierno.

P. G: ¿Formalmente?

T. R: Bueno, ayer hablábamos de que podíamos ver un Borgen maravilloso y de que Pilar fuera la candidata más apoyada por el resto de grupos para la investidura (risas).

¿Por qué Adelante Andalucía ha decidido concurrir a las generales sólo por la provincia de Cádiz?

P. G: Por las razones más objetivas y pragmáticas posibles. Los mejores resultados en las elecciones andaluzas de hace un año los tuvimos en Cádiz. Fuimos la cuarta fuerza, por detrás de Vox, pero por delante de la otra propuesta de izquierdas [Por Andalucía: Podemos-IU]. Ha sido una decisión compleja, responsable, democrática y participativa.

Usted está empadronada en la provincia de Sevilla. No puede votarse a sí misma.

P. G: Yo voy a votar por correo. Pero no, no puedo votarme a mí misma, evidentemente.

¿Y a cuáles de sus rivales va a votar?

P. G: Esa es una decisión que tomaré en privado, como corresponde. Pero no votaré a la derecha ni a la ultraderecha, al menos eso que quede claro... Te decía que entre los criterios que más han pesado para elegir una sola circunscripción andaluza es que en Cádiz es posible. Es difícil, pero es posible. Si hay una experiencia similar a unas elecciones generales son las autonómicas, no las municipales, y esa es nuestra referencia.

Parece una chorrada, pero si Teresa Rodríguez incumple su promesa y entra en el Congreso, defrauda y eso beneficia mogollón a las derechas

En las autonómicas, Adelante Andalucía logró 41.488 votos en la provincia de Cádiz y 56.937 votos en Sevilla.

P. G: Pero el porcentaje del escrutinio fue mayor en Cádiz.

Es verdad. El porcentaje en Cádiz fue del 8%, algo más que Por Andalucía, y en Sevilla del 6%, menos que Por Andalucía. Pero en las dos provincias obtuvieron una diputada. ¿Por qué no presentarse en las dos a las generales?

P. G: Tuvimos ese debate hasta el final en asambleas provinciales de Adelante y se decidió así. Presentarnos en una provincia, con una lista que nosotros llamamos lista de país, tiene sentido. Hacerlo en dos provincias, en un proyecto que se define como andalucista, es más difícil de entender. Esta es mi opinión personal, no de la organización.

¿No han dejado huérfanos a los 126.482 andaluces que votaron a Adelante en las otras siete provincias?

P. G: Era una opción difícil, pero es la que tomamos. A mí me ha llamado la atención ver en las redes sociales iniciativas de gente andalucista de otros territorios que ofrecía a los empadronados en Cádiz intercambiar su voto de izquierdas con su provincia, por ejemplo, un voto a un partido progresista en Córdoba a cambio de una papeleta por Adelante en Cádiz. Es evidente que hay gente que querría coger la papeleta de Adelante y no podrá hacerlo. Esa es nuestra responsabilidad y asumimos las consecuencias.

T. R: También fue una decisión que respondía a la empatía con la situación política en la que estamos. A nosotros nos preocupa mucho que Vox entre a gobernar con el PP. La posición intermedia era presentarnos donde tenemos más opciones y evitar que el impacto de nuestra candidatura en otras provincias reste al bloque de izquierdas. A lo mejor podríamos haber ido un paso más: pedir el voto por Sumar allí donde no nos presentamos, pero nadie propuso eso en nuestra organización.

¿En qué se diferencia el proyecto de Adelante Andalucía y el de Sumar, las dos fuerzas a la izquierda del PSOE?

P. G: La agenda andaluza. Adelante está encuadrado nítidamente en la izquierda, pero tiene una agenda propia para Andalucía, es una herramienta exclusiva al servicio de los andaluces que hace mucho tiempo que no existía en Andalucía. Eso nos diferencia de Sumar. Hay cosas programáticas en las que incluso podemos coincidir, pero nosotros miramos el conjunto del Estado con gafas verdes y blancas. Sumar no puede hacer eso.

Cuando la izquierda llega a un Gobierno, tiene que morder para cambiar la realidad de la gente. Y este Gobierno no lo hizo

Que haya dos candidaturas a la izquierda del PSOE puede fracturar el voto progresista y dejaros a ambas fuera del Congreso. ¿Ustedes tienen ese temor? ¿Lo han valorado?

T. R: Con los datos objetivos de las elecciones de hace un año, quienes teníamos más posibilidades de sacar en Cádiz somos nosotros. Yo no digo que eso vaya a ocurrir. Estamos en ello. Pero... (pausa larga) a lo mejor hubiera sido una buena idea por parte de Sumar llegar a un acuerdo con nosotros y que ellos no presentasen lista por la provincia de Cádiz.

¿Le plantearon esta opción a Sumar?

T. R: Sí. Esa propuesta se la hicimos, a través de los medios y con una conversación privada.

¿Y qué les dijeron?

T. R: Nada. Nos dejaron muy claro que no tenían ninguna intención de llegar a un acuerdo con Adelante Andalucía.

A lo mejor podríamos haber pedido el voto para Sumar allí donde no nos presentamos, pero nadie propuso eso en nuestra organización

Si Adelante Andalucía lograse representación en el Congreso, ¿qué reclamaciones harían para apoyar la investidura del futuro presidente del Gobierno?

P. G: Presidente o presidenta, ¿no?

O presidenta.

P. G: Empezaríamos por Cádiz, puesto que representaríamos a Cádiz, pero no nos íbamos a conformar únicamente con proyectos de empleo y de reindustrialización en Cádiz. Hablaríamos de trenes, de cohesión territorial, de conectividad para cambiar el sistema económico andaluz y para afrontar la transición ecosocial, que es imperiosa para todos en el conjunto del Estado. Necesitamos una red de transporte público, unas inversiones para hacer de locomotora del desarrollo económico de Andalucía, para acortar la brecha que nos separa de otros territorios del Estado. Hablaríamos de las cosas del comer.

¿A cambio de nuestro voto en la investidura? La reversión del cierre de la planta de Airbus en Puerto Real

¿Por ejemplo?

P. G: De la agricultura ecológica, de la ganadería extensiva. Los ganaderos del Valle de Los Pedroches han tenido que tirar la leche porque se la compran por debajo del precio de producción, algo que en teoría está prohibido por la Ley de Cadena Alimentaria, pero que sigue ocurriendo. En la costa noroeste, donde se cultivan las patatas... en Sanlúcar de Barrameda somos los primeros productores de boniatos en España. Y los tienen que vender por debajo del coste de producción. Esas cosas hay que prohibirlas. No podemos seguir viviendo exclusivamente del turismo, porque tiene un efecto sobre los precios de la vivienda. Expulsa a la gente joven del centro de las ciudades por no poder pagar el alquiler, sobre todo en el litoral.

Usted describe los déficit estructurales de Andalucía. Dígame una medida cuantificable factible en una negociación a cambio de su voto en la investidura.

P. G: La reversión del cierre de Airbus de la planta de Puerto Real.

T. R: La devolución de la deuda histórica con Andalucía por falta de inversiones, que son diez mil millones de euros en una legislatura. Yolanda Díaz, por ejemplo, está hablando de la deuda de financiación con el País Valenciano, porque tiene un acuerdo con Compromís, pero no habla de la deuda con Andalucía, que también está infrafinanciada. Y en relación a los fondos europeos, hay que cambiar los criterios de reparto de los PERTE para alcanzar en una legislatura la media de empleos industriales de Andalucía respecto a España. Se van a repartir con criterios de reparto público-privado y eso va a hacer que los fondos europeos vayan fundamentalmente a Cataluña y al País Valenciano. Exigiríamos unos criterios de cohesión territorial y de convergencia para que vengan inversiones más allá de las minas de cobalto. Y hay otra cosa más que es la cuestión medioambiental. No queremos seguir siendo el triángulo del cáncer y para eso hay que cerrar el cementerio nuclear de El Cabril. Hay que cerrar los vertederos de residuos peligrosos y hacer un trabajo por la restauración de los sistemas naturales y la defensa clara de Doñana, el cierre de los pozos ilegales que depende del Gobierno central. Hay muchas cosas que podemos cuantificar.

Ustedes denuncian que los problemas de Andalucía están infrarrepresentados en la política nacional y en el Congreso, a pesar de tener 61 diputados andaluces de 350...

P. G: Con toda claridad, incluso cuantificable: cuatro intervenciones sobre Andalucía en una legislatura de cuatro años. En el Senado, todas mis intervenciones hablaban de Andalucía, ya se planteara una moción, una ley o lo que fuera. Hubiera bastado con que cada uno de los 61 diputados andaluces hablasen una sola vez de Andalucía, y el Congreso habría registrado 61 veces la palabra Andalucía en debates nacionales. Y la realidad es que fueron cuatro.

Pero habrán escuchado explicar a las ministras del Gobierno que la reforma laboral, la subida del salario mínimo, los ERTE y otras políticas sociales de peso tienen más beneficiarios en Andalucía que en ningún otro territorio...

T. R: Lo que pasa es que estamos hartos de protagonizar las cifras de cobro del ingreso mínimo vital por la propia estructura socioconómica andaluza. Es decir, que no queremos estar permanentemente en los datos de inversión social. Está bien tener datos altos de inversión social, pero lo que está mejor es estar en datos altos de convergencia de empleos industriales. Se anunció el otro día la fábrica de microchips, la primera de España que se va a instalar, que para eso va a haber fondos europeos por un tubo y fondos públicos... Y no se está diciendo dónde se instalará. ¿Por qué?

¿Cree que se ubicará en Andalucía?

T. R: Yo creo que no. Si hay un poder político andaluz en el Congreso que pelee por que esa fábrica con fondos públicos se instale en Andalucía, ¿será más fácil? Seguro que sí, porque los demás van a tirar para sus casas. Y hacen bien.

¿Cómo se defiende un proyecto andalucista cuando todos los candidatos andaluces se definen como andalucistas?

P. G: Lo nuestro no es solo discurso, es una práctica política. Adelante Andalucía es un proyecto en construcción, que tiene vocación de recoger el legado de los andalucismos que ha habido antes, desde Blas Infante y la Junta Liberalista, pasando por el PSA de la Transición y actualizado al lenguaje de las andaluzas del siglo XXI. El andalucismo hoy es reconocer más financiación para la Comunidad Valenciana sin dejar de reivindicar la nuestra.

Adelante no se parece a otros nacionalismos españoles. No existe la burguesía andaluza y, si existe, es españolista y centralista

La financiación autonómica es una manta que, cuando tiras de un extremo, dejas los pies fríos en el extremo contrario.

T. R: El problema es que no hay nadie que tire de la manta para Andalucía.

Pilar, usted fue secretaria general del Partido Andalucista, que tuvo representación en el Congreso en los años 90. ¿Adelante es el nuevo nacionalismo andaluz?

P. G: Creo que Adelante es el nuevo andalucismo en el siglo XXI, que se parece más al soberanismo que al nacionalismo tradicional. No se parece a otro nacionalismo de los que hay en el conjunto del Estado, que tienen un origen en la burguesía de principios del siglo XX o finales del XIX. No existe una burguesía andaluza y, si existe, es españolista y centralista. He tenido ocasión de comprobar en el Senado, en el grupo de la izquierda confederal, cómo ellos se definen como soberanistas... no sé también si dirían que son nacionalistas. Los Comuns de Catalunya, Mès de Mallorca, Compromís del País Valenciano y, por supuesto, los clásicos: BNG, los catalanes, los vascos, que son fuerzas nacionalistas o soberanistas de derechas y de izquierdas...

Parece que les incomoda encajar el concepto nacionalismo en un partido andaluz de izquierdas, pero algunos de sus planteamientos son muy similares...

T. R: Es porque las palabras no son significantes vacíos. El nacionalismo se asocia tradicionalmente al PNV y a CiU, burguesías nacionales que defienden sus intereses dentro del Estado. Tiene muy poco que ver con el andalucismo, el histórico y el actual.

Teresa, usted y Kichi van de número dos y tres en la candidatura, seis meses después de abandonar la política activa. ¿Por qué?

T. R: Pues para apoyar este proyecto y para seguir dándole visibilidad. Y para explicar que es posible hacer política sin tener ninguna aspiración de estar en las instituciones, que es a lo que nosotros nos comprometimos. Seguimos y seguiremos en el instituto donde somos profesores y apoyamos esta lista de Pilar González para conseguir una hazaña: colocar un diputado andalucista en las Cortes, que es algo que no pasa desde hace 20 años.

Si consiguen dos escaños, no recogerá el acta de diputada...

T. R: No. Ni yo ni Kichi. Entraría una maravillosa candidata de Puerto Real, trabajadora de Airbus del taller, una de los referentes de la lucha por la industria en la bahía.

Solamente desanimando al votante de izquierdas consiguen las derechas sus mayorías absolutas

Es la primera vez que veo a una candidata, número dos en la lista al Congreso, decirles a sus electores que si logra el acta de diputada gracias a sus votos renunciará a ser diputada. Es raro...

T. R: También es raro que una persona diga que no va a estar más de ocho años en una institución y que cumpla esa promesa a los ocho años. Eso también es raro. Yo no lo he visto más veces.

Usted es el mayor activo de Adelante Andalucía, una fuerza política nueva que aún no ha arraigado. ¿No cree que la gente le vota para que defienda este proyecto en el Congreso? ¿Ha valorado si eso pesa más que el compromiso de marcharse?

T. R: Lo que pasa es que nosotros queremos construir un proyecto que no sea para las próximas elecciones solamente, sino para las próximas generaciones. Queremos construir una organización política que sea mucho más que el partido de Teresa Rodríguez, que es lo que sigue poniéndose en los titulares. Y mientras yo esté, va a ser muy difícil que se vea a Pilar, que lo hace mucho mejor que yo. Si Teresa Rodríguez entrase en el Congreso, ya no sería Teresa Rodríguez. Sería otra Teresa, otra más que defrauda. Parece una chorrada, pero eso de la política de izquierdas que defrauda beneficia mogollón a la extrema derecha y a la derecha, porque son capaces de aprovecharse de eso, de desanimar a los votantes de izquierdas y solamente desanimando al votante de izquierdas consiguen ellos las mayorías absolutas.

Adelante logró dos diputadas en las andaluzas, impulsada en parte por la reciente ruptura con Podemos e IU. En las municipales les ha ido muy mal. Si no logran entrar ahora en el Congreso, ¿no temen que el proyecto se desinfle para los siguientes comicios?

T. R: Hay que tomárselo con calma y seguir trabajando. Si estamos convencidos de que es necesaria una fuerza política andalucista con voz propia, vamos a seguir trabajando. Vamos a pelear por tener una diputada.

P. G: Además, hemos echado de menos tener un tiempo de trabajo interno en la organización, de elaboración de discurso. No hace ni dos años que existimos como proyecto político. Yo creo que nos vendría bien... hombre, lo que nos viene bien de todas, todas es estar en el Congreso... pero también nos viene bien un tiempo sin elecciones para fortalecer la organización, para implantarla en el conjunto del territorio andaluz. Andalucía es un país como Portugal en extensión y en población.

Tras la victoria del PP en las andaluzas y las municipales, ¿tienen la sensación de estar enfrentándose a un cambio sociológico y de ciclo político?

P. G: Sí. Tenemos la sensación de que el ciclo que se abre con el 15M y con la eclosión de Podemos y de Ciudadanos, aquello que parecía que venía a remover y a poner patas arriba el sistema (y durante un tiempo lo hizo, de hecho)... ese ciclo ha terminado y hemos vuelto al bipartidismo. En este contexto de bipartidismo, el proyecto de Adelante Andalucía es incluso más fácil de comprender por parte de la ciudadanía que en un contexto de multipartidismo.

Más fácil de comprender que otros proyectos de izquierdas...

P. G: Yo creo que sí, que somos de izquierdas y tenemos el plus del andalucismo que le falta a Sumar. No hay ni que explicarlo. Mira, la gente tiene pocas ganas de campaña, pero la frase más elemental que te dice todo el mundo es que hace falta un partido andaluz.

Adelante Andalucía es una herramienta exclusiva al servicio de los andaluces. Sumar no puede hacer eso

¿Por qué está tan desmovilizado el electorado progresista?

T. R: Está ocurriendo en toda España. En general es por la falta de respuesta a las expectativas que habían generado los partidos de izquierdas en los gobiernos. Y cuando la izquierda entra en un Gobierno tiene que morder, tiene que pegar bocados para cambiar la realidad de la gente, y este Gobierno no lo ha hecho. Se prometió que se iban a regular los precios de la energía y hemos tenido los peores precios de la energía de nuestras vidas. Yolanda Díaz prometió que se iba a derogar la reforma laboral, no a cambiarles el nombre a los contratos, sino a derogar la reforma laboral de Rajoy, para que otra vez despedir costará lo mismo, para que hubiera una causalidad del despido, para que hubiera que justificar los despidos. Todo eso no ha pasado.

Las derechas avanzan ¿porque los votantes de izquierdas esperaban más del Gobierno PSOE-Unidas Podemos?

T. R: El Gobierno de coalición no ha estado a la altura. La ley mordaza no se ha derogado. Una traición brutal al Sáhara, que ha hecho que una parte importante de la izquierda internacionalista se haya sentido engañada. Se sigue permitiendo que las distribuidoras abusen de los precios respecto de los productores... El Gobierno no ha hecho nada para resolver los principales problemas de la legislatura: la inflación, la pérdida de poder adquisitivo y la necesidad de recuperar derechos respecto de los años duros del PP. Y otra cosa... también tienen responsabilidad los medios de comunicación de derechas.

¿Qué medios?

T. R: Yo creo que las municipales las ganaron los matinales esos que plantean cada día que un violador que sale de la cárcel por la ley del 'sólo sí es sí' va a ocupar tu casa mientras estás comprando fruta. Ese mensaje ha calado en la sociedad. Y para combatir eso tú tienes que darle a la gente alimento. La gente tiene que darse cuenta de que lo que dice la tele y lo que pasa en sus vidas son cosas distintas. Y eso no ha pasado.

Aquí en Andalucía, PSOE y Sumar denuncian que el PP de Juan Manuel Moreno insufla oxígeno a Adelante para perpetuar la división en la izquierda, que les es rentable política y electoralmente. ¿Qué opinión tienen?

T. R: Bueno, lo que yo viví es que PP, Ciudadanos, Vox, IU y Podemos se pusieron de acuerdo para echarnos del grupo parlamentario donde teníamos la mayoría. Éramos 11 y dejaron a cuatro diputados en el grupo cobrando el 100% de la asignación.

Usted ha recurrido su expulsión ante el Tribunal Constitucional, que está a punto de fallar. ¿Qué espera de su recurso de amparo?

T. R: ¿Para qué sirve eso ya ahora? Quiero decir, está bien que te dé la razón ahora, pero verdaderamente es una pena que el Constitucional funcione tan lento para unas cosas y tan rápido para otras.

Yolanda Díaz prometió que iba a derogar la reforma laboral, no que cambiaría el nombre a los contratos

¿Cuántos afiliados tiene Adelante Andalucía?

T. R: ¿Por qué nos hacéis siempre esa pregunta? Yo nunca me acuerdo. Esa pregunta se la hacéis a Organización del partido. No sé los afiliados que tiene Adelante, ¿yo los cuento todos los días? Pero te buscamos los datos.

Si consiguen dos escaños, ¿se irá andando a Madrid, como ha escrito en sus redes sociales?

T. R: Sí. Y con un sombrero mexicano.

P. G: Ella. Yo no he dicho eso, ¿eh? (risas). A ver, si hay que ir en solidaridad, voy, pero el compromiso lo hizo ella.

T. R: No, no. Yo y el Kichi nos vamos para Madrid.

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