Hace ya seis meses que el coordinador de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, urgía a su homóloga de Podemos, Teresa Rodríguez, ponerse a trabajar en la configuración de un bloque de izquierdas con el que hacer frente a los próximos procesos electorales, sin que hasta la fecha se haya concretado nada con carácter global. Esto comienza a preocupar ya a la ejecutiva encabezada por Teresa Rodríguez, que encima ha detectado descoordinación en sus filas en esta materia.
Por ello, ha encomendado a los recientemente elegidos equipos de coordinación territoriales -uno por provincia- ponerse a trabajar en ello. De este modo, en un escrito remitido a los mismos, la ejecutiva apunta que en los próximos meses el Consejo Ciudadano de Andalucía (CCA) va a “promover un debate desde abajo hacia arriba” para discutir esta cuestión.
En Podemos reconocen que IU lleva tiempo pidiendo un marco de relaciones en cada provincia para poder trabajar en esta confluencia y que desde sus filas, sin embargo, está recibiendo una respuesta “asimétrica y sin ninguna coherencia global, que depende más bien de quienes han recogido la propuesta o de iniciativas individuales de cargos públicos sin coordinar con el resto de la organización”.
Todo ello en un contexto en que Podemos no ha renunciado a tener más autonomía dentro del partido comandado por Pablo Iglesias, tanto en el control de sus finanzas como en las decisiones políticas. Y éstas pasan tanto por la definición de este marco de posibles relaciones con otras fuerzas como la futura configuración de las listas, precisamente uno de los puntos más polémicos porque el CCA aprobó tener autonomía total para ello, con la desaparición de la circunscripción única, y desde la dirección estatal quieren posponer este debate a cuando se aproximen las citas con las urnas, según han confirmado fuentes de Podemos en Andalucía.
De momento, la decisión es empezar a trabajar la relación con IU, siguiendo ciertos criterios. En primer lugar. el coordinador del equipo territorial en cada caso será el enlace con la dirección de IU en las provincias, “intentado involucrar a los demás miembros”. En el mismo escrito, consultado por eldiario.es/andalucía se precisa que “esto será comunicado a IU en Andalucía orgánicamente para que exista un interlocutor claro, que no dé lugar a arbitrariedades ni a apuestas personales”.
Recelos por el protagonismo de cada fuerza
Por otro lado, la ejecutiva de Podemos da instrucciones sobre determinados conflictos a la hora de reivindicar protagonismo los posibles socios. “Hay peticiones de IU que no deben ser acogidas con un espíritu defensivo ni reservas. Por ejemplo, en el debate de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) es normal que IU pida coordinar propuestas de enmiendas”, subraya, en referencia a que mantienen una coalición en el Congreso de los Diputados bajo las siglas de Unidos Podemos. “También entendemos como natural aquellos marcos que hayamos decidido levantar conjuntamente, como el de la campaña por el 5% en educación pública”, agregan.
En concreto, la apuesta de la ejecutiva de Podemos es respetar sus ritmos de debate para no toparse “con una hoja de ruta unitaria construida de facto, por la vía de los hechos”. En esta línea, abogan por madurar la construcción de una mayoría política tras ver el resultado de este debate.
Se da la circunstancia de que este trabajo tiene por delante el marco de relaciones en dos procesos electorales muy diferentes pero que, si no hay ningún anticipo, coincidirían en 2019. Por un lado, las elecciones autonómicas, a las que ya no aspiraría Susana Díaz, sino su relevo en el PSOE-A, y que incluso han hecho instalarse el runrún de que serán en la segunda mitad de 2018 por la marcha precisamente de la presidenta. Una marcha en la que IU ve una oportunidad para esta confluencia que el día de mañana pueda -con los socialistas- cerrar el paso a una victoria del PP-A, un planteamiento que en todo caso es inviable a día de hoy con la falta de sintonía total de Susana Díaz con Podemos.
Por otro lado, está el planteamiento de cara a las elecciones municipales y es donde pueden también surgir nuevos recelos, especialmente desde Podemos. IU tiene una fuerte implantación en los municipios, con una estructura capaz de competir en igualdad de condiciones con otros partidos y en la que Podemos corre el riesgo de quedar diluido en las candidaturas si se trata de salir de las grandes ciudades y áreas metropolitanas. Para Podemos, además, sería su primera concurrencia oficialmente en unas elecciones municipales tras haberlo hecho en las últimas con partidos instrumentales donde no siempre se reconoce en los resultados.