El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), ha echado el freno y no se ha sumado a la campaña desatada por el consejero de Presidencia de la Junta, Elías Bendodo (PP), por el supuesto boicot del Ministerio de Consumo a alimentos como el jamón y el aceite de oliva con el uso de la herramienta de etiquetado Nutriscore. En un acto precisamente junto al ministro del ramo, Alberto Garzón (UP), el regidor ha asegurado en relación con la polémica que ha podido haber “un malentendido”, asegurando que, al final, “todas las administraciones tenemos que converger en la misma finalidad” que es, ha dicho, defender la salud y la economía.
A su juicio, “al final, sin dar lecciones a nadie, viendo las cosas con serenidad” y mirando, por un lado, el mundo de la salud y por otro de la producción, “se llegará a los acuerdos necesarios”. “No soy un especialista”, ha apuntado en relación con la aplicación Nutriscore, contra la que está cargando Bendodo, aunque valora “lo que sea bueno para que España esté bien posicionada si la UE considerara obligatorio tener estos indicadores”.
Las declaraciones tuvieron como marco la presentación en Málaga de un plan de promoción de alimentación sostenible y saludable, en el que el ministro de Consumo sí ha criticado abiertamente la “polémica absolutamente inventada” tras las críticas del consejero de Presidencia, con quien ha dicho no compartir “las palabras, ni el estilo, ni las formas” y al que ha pedido que se lo tome “en serio”.
Problema de salud pública
“Creo que debemos aterrizar este debate en un debate que beneficie al conjunto de la población”, ya que, a su juicio, “hay un consenso muy amplio, independientemente del partido o de la formación política; esto es un problema de salud pública y vamos a abordarlo como tal”, ha asegurado, añadiendo que se puede llegar a un acuerdo y pidiendo a Bendodo que si lo quiere hablar “lo hablaré con él o con cualquier persona”. “No hay ningún otro objetivo que no sea proteger la vida y, por tanto, la salud”.
Así, Garzón ha lamentado que Bendodo iniciara una “campaña difamatoria contra este sistema y, en particular, contra mi persona, que yo no comparto”. “En general, no comparto las formas ni el estilo de Bendodo, pero creo que lo único que puedo hacer es pedirle que se tome en serio” esto, en la medida que “entiendo que pueda haber una crítica de los sistemas que estamos valorando, que queremos implantar, pero tiene que hacerse por los cauces apropiados”.
A juicio del ministro, “uno de esos cauces es no mentir”. “Es evidente que desde el Gobierno nunca hemos dicho nada de lo que se nos ha acusado por parte de Bendodo”, lamentando, de nuevo, “la campaña un poco particular” de ir “poniendo sus desayunos por la mañana en redes sociales”. “Yo no comparto esa forma de hacer política y menos que se esté basando en una falsedad”, ha advertido el ministro de Consumo.
“Mejorando” Nutriscore
En cuanto a Nutriscore, “es un etiquetado internacional, que nosotros estamos mejorando”, añadiendo que el aceite de oliva es un elemento central de la dieta mediterránea y “tenemos que fomentarla”. “Esto lo dije una semana antes de que Bendodo iniciara su campaña”.
Así, ha dicho que es “incapaz” de comprender las motivaciones últimas del consejero de la Presidencia de la Junta: “No creo que me corresponda decir más allá de que ojalá se tome en serio este problema porque es un problema que podemos abordar desde las administraciones públicas de forma exitosa y creo que hay un consenso amplísimo en la sociedad”, ha sostenido.
Por otro lado, Garzón ha incidido en que desde el Ministerio de Consumo se está abordando la problemática de la obesidad infantil y la dieta no saludable desde diferentes perspectivas, siendo una de ellas Nutriscore, “una herramienta útil, a nivel internacional, respaldada por numerosos estudios científicos, e implantada ya en países como Francia o Alemania”.
Sistema voluntario
Ha recordado, en este sentido, que es un sistema que utiliza un algoritmo para simplificar la información nutricional de determinados productos para una comparabilidad. Es más, ha dicho que es un sistema voluntario, por lo que “si alguna empresa considera que su producto no debería incorporar esa etiqueta no hace que lo haga”. “Estamos hablando de incidencia modesta pero de una aplicación internacional ya consolidada y que tiene una numerosa experiencia científica detrás”.
También ha recordado que se anunció su implantación en España en 2018, antes de que llegara al Gobierno, al tiempo que ha agregado que está acreditada por los organismos científicos. “El beneficio de este sistema es que genere incentivo positivo a la propia empresa”, ha valorado, asegurando, además que “es bueno y voluntario, porque, al final, las personas también tienen su propia parte de decisión de consumo”. “Empresa o sector que no quiera incorporar su etiqueta puede no hacerlo, la clave está en que es un sistema que invitará a las empresas a tener como una especie de plus para mejorar la calidad nutricional”, lo que ha calificado de “importante”.
Por último, ha dejado claro que Nustricore “no dice si un producto es bueno o malo, ni dice lo que tenemos que comer, simplemente que lo que encontramos detrás de los productos, una lista casi infinita de ingredientes y muy enrevesada, lo simplifica a partir de un criterio científico que es si tiene exceso o no de una serie de componentes nutricionales que están demostrados científicamente que su consumo duradero puede ser perjudicial”.