Ya lo hizo con el dragado y ahora lo hace con el agua. La Unesco le ha dado un ultimátum a España: o toma “medidas urgentes” contra la sobreexplotación del acuífero de Doñana o el espacio protegido puede entrar en la Lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro.
El organismo internacional se expresa con dureza al señalar que “ni el compromiso de abandonar definitivamente el dragado ni las medidas urgentes necesarias para proteger el acuífero de Doñana se han puesto en marcha de modo satisfactorio”. España entregó su último informe a finales de 2016, después de que la Unesco pusiera el parque nacional en el punto de mira en 2011.
A través de su informe anual sobre el estado del Patrimonio de la Humanidad, le solicita ahora a España una respuesta satisfactoria para el 1 de Febrero de 2018: deben informar sobre el estado de conservación de Doñana y las mejoras que piensan llevar a cabo. La Unesco hace hincapié en la sobreexplotación del acuífero y lanza su ultimátum. “Si no se toman medidas urgentes para mejorar el estado del acuífero de Doñana”, la organización decidirá “la posible inclusión” del espacio protegido en su lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro.
De ese modo, le recomiendan al Gobierno que “controle y reduzca las extracción de agua subterránea” por parte de la agricultura de la fresa, otros frutos rojos y cítricos y que ponga en marcha la “plena aplicación” del Plan de la Corona Norte de Doñana. El conocido como Plan de la Fresa prevé el cierre de pozos y fincas ilegales en el entorno de Doñana. Según la Junta de Andalucía, ya se han cerrado 300 pozos, mientras que WWF denunciaba a principios de mes que los cultivos ilegales siguen creciendo en la zona.
“Preocupación” por los niveles de extracción
El organismo de la ONU muestra su “preocupación” por el informe anual de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que “concluía que los niveles de extracción de agua subterránea en el entorno de Doñana son insostenibles en la actualidad”.
Aunque consideran que la suspensión del dragado del Guadalquivir alivia la presión, no ven que sea, ni mucho menos, una medida definitiva. Coinciden así con la postura mantenida tanto por la organización ecologista WWF, como de Miguel Ángel Losada, el científico que lideró el exhaustivo informe sobre el dragado y que desaconsejó su puesta en marcha. Por esa razón, la organización de las Naciones Unidas ha presionado a la administración española para que tome “un compromiso permanente de cancelar este proyecto”. Exigen la cancelación y no la suspensión del dragado.
Desde WWF, que ha informado a la Unesco regularmente sobre el estado de Doñana, se muestran muy críticos con su situación y consideran que la ONU les da la razón. Su secretario general en España, Juan Carlos del Olmo, afirma que es hora de que el Gobierno central y la Junta de Andalucía “dejen de engañarse a sí mismos y empiecen a poner medidas firmes que permitan salvar Doñana. El cierre de pozos y fincas ilegales es inevitable, como lo es la renuncia definitiva y verificable al dragado”.
Otros proyectos que pueden amenazar Doñana
El almacén gasístico de Gas Natural, la mina de Aznalcóllar y el embalse del Río Agrio no pasan desapercibidos para el organismo internacional. La Unesco le pide al Gobierno que le envíe una evaluación de impacto ambiental del almacén de gas de Doñana (proyectos de Aznalcázar y de Marisma oriental), para evaluar cómo puede afectar al espacio protegido y evitar decisiones que sean “difíciles de revertir” en el futuro.
En cuanto a la mina de Aznalcóllar y el embalse del Río Agrio, la Unesco considera que se encuentran en un estado muy embrionario, pero piden al Gobierno que les tengan informado sobre cualquier tipo de proyecto agrícola, industrial o comercial que pueda afectar a Doñana en el futuro y que se evalúe globalmente los “impactos acumulados del uso del agua y de desarrollo agrario, industrial y comercial”.
'Tirón de orejas' de Europa
La Unesco no es el único organismo internacional que da un 'tirón de orejas' a España por el estado de Doñana. Hace un año, la Comisión Europea acusó al Gobierno de “incumplir” con su obligación de proteger el parque natural, recriminándole que negara las “evidencias científicas” que apuntaban a la sobreexplotación del acuífero.
Europa criticaba que “las autoridades españolas se han abstenido de aplicar y ejecutar las medidas de control e inspección que habrían sido necesarias para lograr disuadir a quienes realizan extracciones no autorizadas y crean instalaciones ilegales”, añadiendo que “prohibir el regadío en las zonas más sensibles”.
La Comisión recordaba que el Instituto Geológico Minero de España (IGME) “ha publicado un gran número de informes en los que se señala el grave deterioro que sufren extensas subzonas del acuífero”. Al igual que la Unesco, la Comisión Europea urgía a tomar medidas drásticas tanto al Gobierno central, como a la Junta de Andalucía. Europa afirmaba que el Plan de la Fresa de la Junta “no es suficiente por sí solo para resolver los problemas de sobreexplotación del acuífero y de degradación de los hábitats asociados”.