Después de dos semanas, la presión de la tercera ola y de los estudiantes, -obligados a dar clases telemáticas durante buena parte del primer cuatrimestre pero convocados a ser evaluados presencialmente- ha torcido el brazo a las universidades andaluzas, y la mayoría de los rectores se ha replanteado su idea inicial. Respetando la autonomía de cada centro, a cuyo criterio había dejado la Junta de Andalucía esta decisión, se han reunido en el marco de la Asociación de Universidades Públicas Andaluzas (AUPA) para intentar dar certidumbre a los estudiantes. La mayoría de los rectores se ha convencido y en las últimas horas han emitido resoluciones para que los exámenes sean en formato digital y solo excepcionalmente, presenciales.
De este modo, “dado el empeoramiento considerable de la situación sanitaria”, y en vista de que distintos decretos de la Junta de Andalucía han generado “una situación de indefinición con clara repercusión el mundo académico”, según apuntan desde la AUPA, han valorado la adopción de posibles medidas “que permitan reducir la movilidad”, incluyendo, entre ellas, la adaptación de los calendarios académicos y el aumento de las sesiones telemáticas “tanto docentes como de evaluación”. Se tiene en cuenta que el estudiantado “está sujeto a un importante factor de desplazamiento entre áreas geográficas muy heterogéneas, sometidas a veces a severas restricciones de movilidad, y en aras de contribuir de la mejor manera posible a la reducción de la expansión del contagio”.
El portavoz del Gobierno de Andalucía, Elías Bendodo, ha comentado este martes que siempre “se respeta la autonomía de los rectores”, pero ha aplaudido la idea de hacerlos presenciales “en la medida de las posibilidades”. Por el contrario, el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Andalucía, Diego Molina, critica que la administración “haya descargado sobre los rectores” toda la decisión. En declaraciones a Europa Press, ha remarcado que “la responsabilidad es absolutamente de la Junta de Andalucía”.
Exámenes en línea
La primera en decidirse ha sido la Universidad de Almería, que pese a que insiste en que “se ha podido comprobar que la realización de los exámenes en forma presencial hasta la fecha ha sido segura”, reconoce que el agravamiento de la situación epidemiológica y las nuevas medidas de la Junta de Andalucía para reducir la movilidad obliga a cambiar el paso. Esta decisión ha forzado, “con el fin de proporcionar un tiempo mínimo para la adaptación”, el traslado de las pruebas previstas el lunes y el martes de forma presencial a los días 25 y 26 de enero, respectivamente. “Excepcionalmente, solo se permitirá realizar de forma presencial aquellos exámenes cuya adaptación no sea posible”, y habrá que solicitar la autorización al Vicerrectorado de Ordenación Académica, alegando una causa justificada, por ejemplo, el uso de laboratorios.
También la Universidad de Huelva ha resuelto favorecer la evaluación telemática en la convocatoria, “en consonancia con la nueva ordenación derivada del agravamiento de la situación sanitaria en Andalucía y, de forma particular, en la provincia”. Solo “excepcionalmente se podrán hacer exámenes presenciales siempre y cuando se trate de asignaturas que se hayan venido impartiendo” de esta manera y “sea imprescindible” para su desarrollo este formato.
La Universidad de Málaga se ha mudado también a los exámenes vía telemática. Con carácter general, para las asignaturas que se hayan impartido en línea la evaluación deberá realizarse también de esta forma, que era una de las principales demandas de los universitarios. “No obstante, podrá mantenerse la presencialidad en las pruebas correspondientes a asignaturas que hayan desarrollado de esta forma”, que son minoría desde el veto a las aulas impuesto de manera generalizada en Andalucía a mitad de noviembre de 2020.
Por su parte, la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla recomienda de “modo enérgico” a los responsables de equipos docentes y de asignatura que, en la medida de lo posible, trasladen sus evaluaciones a la modalidad online, respetando fechas y horas previstas. Este cambio deberá ser anunciado al alumnado con 48 horas de antelación indicando el tipo de prueba de evaluación que será empleada. “Se tienen en cuenta tanto la decisión de la AUPA como el confinamiento perimetral de Dos Hermanas”, en parte de cuyo término municipal se encuentra, para estas decisiones del Vicerrectorado de Estrategia y Planificación Académica.
Las que lo dejan abierto
La Universidad de Córdoba, de momento, ha suspendido todos los exámenes presenciales hasta el 25 de enero, fecha en la que se reanudarán “en el orden fijado”, por lo que no termina de garantizar a vía telemática a la espera de la evolución de la pandemia. Sí ha impuesto que los másteres sean por videoconferencia y ha retrasado el inicio del segundo cuatrimestre en casi todos los grados hasta finales de febrero.
Mientras, la Universidad de Sevilla, pese a que ha vuelto a ordenar las clases por internet, no se muestra tan contundente con las evaluaciones y las deja a criterio de cada facultad o escuela. Y es precisamente cuando no hay un mandato tan estricto, cuando surgen los problemas. Una de las que está sufriendo en mayor medida las consecuencias de la pandemia es la Universidad de Granada. Obligada en octubre a ser la primera en dejar de dar clases presenciales por el aumento de contagios, el protocolo que se ha ordenado desde la institución está chocando directamente con la realidad que viven algunas facultades: algunos docentes les están obligando a hacer exámenes presenciales, pese a que el protocolo los permite de forma telemática.
La UGR establece que solo se harán de forma presencial si durante el primer cuatrimestre las clases lo han sido o en aquellas asignaturas que requieran de la presencia de los estudiantes. Pero no si la formación ha sido exclusivamente online o no existen criterios que amparen que las pruebas deban realizarse en las aulas, tal y como confirman fuentes de la propia UGR.
El caso de Caminos
Sin embargo, estudiantes de Granada sostienen que se les está obligando a hacer los exámenes presenciales. De hecho, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos ya se han hecho algunos en esta modalidad según cuenta José, uno de los alumnos. El joven explica que sus exámenes suelen ser “largos, de cuatro horas (incluso más, aunque no se pueda), a los cuales suelen asistir muchos repetidores y en el caso concreto del primer curso este año se llenaron las 180 plazas que hay en el grado”. Es decir, lo que en cualquier otro año sería normal, en este contexto es un caldo de cultivo para el aumento de contagios. “La única medida de seguridad es la mascarilla porque apenas hay ventilación y separación entre personas”, cuenta José añadiendo que todos los alumnos son citados a la vez, y “a la entrada o salida del examen se crea una aglomeración importante”. Y aunque han pedido a la dirección de su facultad que se cambie el criterio, nadie ha accedido a sus peticiones.
Por su parte, fuentes de la UGR niegan esta circunstancia alegando que si está habiendo exámenes presenciales es porque se han hecho prácticas en esa modalidad o porque las asignaturas así lo exigen. Una cuestión que desmienten los propios alumnos que hablan de materias en las que todo se ha impartido online, salvo los exámenes. En ese sentido, los universitarios sostienen que desde la facultad se les indica que es más probable que copien en un examen online que en uno presencial y que hay más probabilidad de contagio con la familia o amigos que en un aula.
No pierden la esperanza de que puedan realizar los exámenes de forma telemática, pero empiezan a dar la batalla por perdida. “Queremos que al menos las recuperaciones sí se hagan así, aunque el daño ya está hecho para los que vivimos con nuestras familias”, señala José. Desde la UGR se asegura que no les han llegado quejas de estudiantes a este respecto, pero los aludidos sostienen que llevan tiempo reclamando hacer los exámenes online.
Otras dos instituciones se encuentran en una situación parecida. Por un lado, la Universidad de Jaén, que permitirá el formato online para los exámenes programados entre el 21 y el 30 de enero, pero será cada departamento el que decida, notificándolo al Vicerrectorado de Coordinación y Calidad de las Enseñanzas.
También se resiste la Universidad de Cádiz, que solo permite los exámenes en red para los alumnos de sus centros de Algeciras y Jerez de la Frontera por la mayor incidencia del virus. Pero sigue con la presencialidad para las evaluaciones en Cádiz y en Puerto Real. El rector, Francisco Piniella, considera que en estos dos últimos campus, siempre que no se produzcan condiciones de cierre perimetral, pueden seguir con exámenes presenciales, si bien, “a criterio de la Comisión de Garantía de Calidad se podrán transferir a formato digital las pruebas que consideren necesario” por razones “académicas o problemas de logística” a la hora de cumplir las medidas de distanciamiento. Sí recuerda la obligación de garantizar alternativa a los alumnos que no puedan desplazarse por la pandemia.