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Vox inaugura en el Parlamento andaluz la política negacionista contra la violencia de género

Por primera vez en tres décadas de historia parlamentaria autonómica, el diario de sesiones de la Cámara legislativa andaluza ha recogido ideas extremistas que nunca antes se han oído en este hemiciclo, como el cuestionamiento de la violencia de género y la defensa de la derogación de las leyes de igualdad -aprobadas por unanimidad-; el rechazo al lenguaje inclusivo y a las políticas de discriminación positiva para las mujeres maltratadas o la alerta contra los “inmigrantes ilegales”.

Vox se ha estrenado este miércoles en el Parlamento andaluz erigiéndose como “fuerza política decisiva” que ha venido a ocupar el “vacío existencial político en Andalucía”. En efecto, el voto de sus 12 diputados es clave para que esta tarde salga adelante la investidura del popular Juan Manuel Moreno como futuro presidente de la Junta, el sexto en la historia autonómica, el primero que no milita en el PSOE. Muchos con ideas de derechas, pero también de izquierdas, y otros que llevaban décadas apostando por la abstención“, ha dicho el portavoz de partido de extrema derecha, Francisco Serrano, que encabeza un grupo de 12 diputados y representa a 400.000 votantes andaluces.

La formación de Santiago Abascal, hoy presente en la tribuna de invitados de la Cámara, es clave para la investidura de Moreno, pero también es fundamental para la estabilidad de la legislatura. Cualquier decisión, cualquier medida que quiera adoptar el futuro Gobierno de coalición PP y Ciudadanos necesita los votos de Vox. Serrano se ha presentado citando parte del discurso de investidura de Moreno, pero se ha autoproclamado autor de la derrota del PSOE tras 36 años en el gobierno de Andalucía. “Los socialistas han sido triunfalistas, conformistas y acomodados”, pero el PP también ha sido “derrotista, conformista y de resignación”“, dice.

El discurso del exjuez Serrano, con un tono alto y mitinero, ha adelantado las credenciales de Vox como la oposición dura a la oposición de izquierdas, tanto del PSOE como de la coalición Adelante Andalucía. Ha sido el grupo de extrema derecha el primero en pronunciar la palabra “fascismo” en el debate de investidura, atribuyéndosela a la “extrema izquierda” que defiende la “amnesia histórica”.

Serrano ha puesto el acento en los principios de Vox, recogidos en su primera lista de propuestas para apoyar a Moreno, que los populares se esforzaron en rebajar: Serrano ha dicho que los andaluces están “hasta el gorro y la gorra del lenguaje inclusivo”; de la política “contaminada por la perspectiva ideológica de género”; y de la “supuesta Memoria Histórica, en un claro ejercicio de manipulación intelectual por parte de una extrema izquierda, que son los nuevos fascistas disfrazados de demócratas y que demuestran actitudes totalitarias y sectarias”. Serrano tildó el martes de “kale borroka” las protestas de organizaciones feministas a las puertas del Parlamento.

En su réplica, Moreno aclaró a Vox que “no tiene que renunciar a nada”. “Esa es la grandeza de la democracia, la pluralidad y diversidad que representa el pueblo andaluz y esta Cámara”, dijo. El candidato a la Presidencia de la Junta defendió la legitimidad de su aliado de extrema derecha, sobre el que todos los partidos de izquierdas ha concentrado su dura oposición. Lo hizo al contraataque, afeando a los socialistas que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se apoya en partidos “independentistas y filoetarras”. Moreno ha subrayado el término “filoetarra”, el mismo que la portavoz adjunta del PP en el Senado, Pilar Ayala, usó en una pregunta en la Cámara Alta, también para criticar el respaldo de EH Bildu a Sánchez. La Mesa del Senado, de mayoría popular, retiró el término “filoetarra” de la pregunta registrada.