El número uno de Vox en Andalucía y presidente del grupo parlamentario, Francisco Serrano, dejará su escaño de forma temporal tras acogerse a una baja “por tiempo superior a 30 días por motivos de salud”, confirman fuentes de la formación de extrema derecha. Serrano abandona el Parlamento andaluz hasta septiembre después de que su partido desautorizada sus polémicas declaraciones sobre la sentencia condenatoria a los miembros de La Manada, en prisión por violar en grupo a una joven en los sanfermines de Pamplona en 2016, y aludiendo al “linchamiento en prensa y redes sociales”.
En un escrito de explicación, al que ha tenido acceso Europa Press, el diputado defiende el análisis “objetivo y jurídicamente riguroso” que publicó en su cuenta en Twitter sobre la sentencia del Tribunal Supremo, y en el que se reafirma, si bien añade que solicitó a un “nuevo colaborador que lo publicara también en Facebook, lo cual derivó en una publicación completamente ajena a mí y manifiestamente incorrecta en las formas”.
El que fuera candidato de Vox a la Presidencia del Gobierno andaluz, en las elecciones del pasado 2 de diciembre, escribió en su perfil de Facebook que la sentencia estaba “dictada por una turba feminista supremacista” y denunció que la sociedad se encontraba “ante la paradoja progre en la cual la relación más segura entre un hombre y una mujer, será únicamente a través de la prostitución”. Serrano escribió que el fallo era un torpedo directo contra la heterosexualidad, contra las relaciones libres entre hombres y mujeres“, inspirado en el ”liberticidio progre“. Y culminó su comentario en la red social con la frase que más ha agitado las críticas de todas las formaciones políticas sin excepción: ”Desde ahora, la diferencia entre tener sexo gratis y pagando, es que gratis te puede salir más caro“.
Sin embargo, en esta ocasión las palabras del líder andaluz de Vox fueron desautorizadas de inmediato por su propio partido y por el portavoz del grupo, Alejandro Hernández, que salió al paso para desmarcarse de sus comentarios “personales, que nada tienen que ver con la línea política del partido, siempre respetuosa con las decisiones judiciales”. En los últimos días, Vox ha mantenido ese distanciamiento respecto a su dirigente andaluz que, viéndose aislado, tuvo que rectificar sus comentarios y enmarcarlos en el ámbito de la “crítica personal”, para evitar que siguieran “dañando” a su formación política y, por extensión, al Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos que se sustenta en el apoyo del partido ultraconservador.
Serrano es juez de Familia en excedencia y, antes de tomar posesión de su escaño en el Parlamento andaluz, dirigía un despacho de abogados especializado en litigios de pareja, en el que defendía la misma tesis que al frente de Vox, a saber: que existe una ideología de género y un feminismo supremacista que perjudica al hombre frente a la mujer en litigios sobre custodia de los hijos. La salida de Serrano de la Cámara se prolongará hasta el mes de septiembre -agosto es inhábil-, aunque algunas fuentes dan por hecho que el líder de Vox no volverá a ocupar su escaño. El martes se ausentó de la comisión de Presidencia, donde tenía una pregunta dirigida al consejero Elías Bendodo que no defendió (ni los dos diputados de su grupo que sí asistieron) y este miércoles su voto será delegado en la comisión del Estatuto de los Diputados.