Las renovables han renovado la depredación tradicional del territorio y de sus gentes. Escasas gentes sin recursos para gestionar sus recursos y sin recursos para entender lo que pasa… lo que ya ha pasado… otra vez.
Sea lo que sea es lo de siempre.
Las renovables, grandes corporaciones, a veces troceadas por ellas mismas para esquivar las apariencias de endebles ordenanzas, se han apoderado de unos buenos trozos de la España desaparecida, lo que quedaba. Y de Aragón, que es el caso más claro de España vacía y concentrada a la vez.
Lleno vacío
Aragón disperso
como ovejas sin pastor
Aragón desde el horizonte
Con un dedo se maneja
Las autoridades próximas, como siempre, como cuando los pantanos, ni siquiera tienen poder para autorizar o denegar. Si lo tienen, aceptan, se avienen, se autosubarriendan, ceden. Si no lo tienen, que en los grandes expolios no lo tienen, mejor para ellas. Inventan cosas variadas para distraer a los cuatro gaticos y emiten noticias de humo que nadie se cree. Y como siempre la energía se va fuera… gratis.
Por la propina
En Aragón todo el expolio es gratis.
Las autoridades en Aragón siempre han mandado menos que PeP*, y cuando han tenido algún negociado lo han cambiado por cuatro cosas, por dos cosas, por unos enchufes. La autonomía limitada da para emitir polución local, regional y, a veces, nacional. Pero la retórica no trae fábricas, ni las crea, ni afecta a las realidades contables del común, que ya no existe o nunca ha existido. Si vienen ya se irán.
Esto son divagaciones genéricas sin más valor que el miedo. El miedo y la pereza son lo mismo, dos caras de una misma degollina, que quizá viene de lejos, de más lejos incluso que 1591, es difícil saber de dónde viene el miedo, que a veces se manifiesta en forma de pereza, y viceversa. Al final se van los voltios, amperios, cierceras.
El caciquismo se hereda y se enquista en los genes, es un modus operandi universal, Aragón no es tampoco muy original en esto, aunque sí ha tenido a Joaquín Costa, que publicó una encuesta seminal e insuperada sobre el asunto. A Joaquín Costa se le respeta tanto que se le echan siete llaves cada año, no vaya a ponerse a tuitear.
Aragón ha sido colonizado de nuevo, se renueva el vasallaje, solo es un territorio de paso por el que hay que pasar, cuanto más rápido mejor, aunque en según que trazados no conviene que se pase. Nadie sabe por qué no funciona el aeropuerto de viajeros de Zaragoza y sí el de mercancías (es el mismo).
Aragón es suelo y cielo miltarizado, de la OTAN, de Estados Unidos, incluso –subsidiariamente–, de la propia España. Los controladores del aeropuerto son militares. Es una base dormida, que ni siquiera es oficial.
Al menos estamos vagamente protegidos… ¡y gratis!
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*Pichorras en Pastriz