El aumento del pastoreo amenaza a los pastizales más áridos del planeta

ElDiarioAragón

2 de diciembre de 2022 23:51 h

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El pastoreo es una actividad humana fundamental que sostiene a cientos de millones de personas y está íntimamente ligada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Esta actividad es particularmente importante en las zonas áridas, que cubren más del 40% de la superficie de la Tierra, y son el hogar tanto de uno de cada tres personas que la habitan como de la mitad de todo el ganado que existe en el planeta.

Pese a la importancia del pastoreo para las personas y los ecosistemas, hasta la fecha ningún estudio ha caracterizado sus impactos en la provisión de servicios ecosistémicos a escala global utilizando datos in situ. Para lograrlo, el proyecto BIODESERT (ERC-CG) ha reunido un equipo internacional con más de un centenar de colaboradores para estudiar 326 ecosistemas áridos ubicados en 25 países de seis continentes.

En el estudio ha participado Hugo Saiz Bustamante, investigador María Zambrano en el Departamento de Ciencias Agrarias y del Medio Natural de la Escuela Politécnica Superior de Huesca y miembro del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales (IUCA) de la Universidad de Zaragoza, como coordinador del muestreo global de vegetación, incluyendo la recogida y envío de datos de plantas provenientes de todo el mundo.   

Los resultados, publicados ahora por la revista Science, indican que el aumento de la intensidad de pastoreo afecta a la capacidad de los pastizales áridos de suministrar servicios ecosistémicos fundamentales para las personas, como el mantenimiento de la fertilidad del suelo, la regulación del clima o la producción de forraje y madera.

Los impactos del aumento de la presión del pastoreo pasaron de ser principalmente positivos en las zonas más frías con una mayor riqueza de especies de plantas, a negativos en los lugares más cálidos, con una menor diversidad de plantas y una mayor estacionalidad de las precipitaciones. Estos resultados sugieren que la respuesta de las zonas áridas al cambio climático puede depender de cómo las gestionemos localmente.

Los autores también han observado que la diversidad de plantas vasculares y herbívoros se relaciona positivamente con la provisión de servicios ecosistémicos como el almacenamiento de carbono, que juega un papel fundamental en la regulación del clima. Estos resultados destacan claramente la importancia de preservar la biodiversidad de las zonas áridas del mundo en su totalidad.

“Nada de esto hubiera sido posible sin la colaboración de cientos de científicos de todo el mundo. La conservación del medio ambiente es una prioridad y con la colaboración de todos podemos hacer mucho, como indica este estudio”, comenta el Dr. Saiz. Los hallazgos de este estudio son de gran relevancia para lograr una gestión más sostenible del pastoreo, así como para establecer acciones efectivas de gestión y restauración destinadas a mitigar los efectos del cambio climático y la desertificación en las zonas áridas de nuestro planeta.