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‘El Caudillo y las uvas de la derrota’: el libro que busca “desmontar” la versión imperante sobre la Batalla de Teruel

Situación de la ciudad durante la Batalla de Teruel

Nerea Lozano

2 de enero de 2024 22:43 h

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“Exponer la verdad y desmontar la versión que ha imperado sobre lo acontecido en la Batalla de Teruel en la Guerra Civil”. Ese es el objetivo que el periodista y divulgador, Vicente Aupí, se marca para su último libro bajo el título de ‘El Caudillo y las uvas de la derrota’. Como el propio autor reconoce, considera que tras años de trabajo ha “cumplido” con ello y aporta respuestas a algunas cuestiones que quedaban opacadas sobre el conflicto en Teruel. “Trato de poner la mirada sobre los motivos que llevaron al mando y la cúpula de oficiales franquista a no liberar la ciudad de Teruel del cerco republicano en la Nochevieja de 1937”, explica. 

Esta obra es la tercera de Vicente Aupí que trata sobre la Batalla de Teruel, conflicto que se enmarca entre los años 1937 y 1938. El primer libro lleva por nombre ‘El General Invierno y la Batalla de Teruel’ y el segundo se queda con ‘Crónicas de fuego y nieve: la Guerra Civil española y los corresponsales internacionales en la Batalla de Teruel’. Como precisa Aupí, la idea para el último libro surgió durante la realización del primero de ellos. “Mientras trabajaba en la primera obra de la Guerra Civil me surgían preguntas y es así como decido investigar más y profundizar para dar respuesta en el texto de ‘El Caudillo y las uvas de la derrota”, reconoce Aupí. Él mismo añade que es un libro que le ha llevado “mucho tiempo”, pues comenzó a trabajar en el mismo en 2015, aunque no fue hasta 2019 cuando empezó la fase intensa de documentación. 

Teruel fue la “única” capital de provincia que los republicanos consiguieron arrebatar al bando franquista, según recuerda el divulgador y periodista. “En la nochevieja de 1937, las primeras tropas franquistas alcanzaron Teruel. La ciudad había quedado vacía de defensores republicanos”, narra Aupí. De esta forma, las tropas de Franco llegan a las primeras casas y calles de la ciudad turolense y las tienen en sus manos para “contactar con los reductos que estaban en edificios del centro”. Sin embargo, reciben la orden del mando de no seguir su avance y se espere hasta el día siguiente -1 de enero de 1938-. “En el libro desvelo algunos motivos por los que se tomó esa extraña decisión”, manifiesta el escritor. 

Aupí insiste en que la idea del mando franquista era “conquistar la ciudad en año nuevo”, pero a la cúpula de generales les salió el plan “al revés” y renunciaron a la conquista. Un hecho que facilitó la victoria republicana que se proclamó el 8 de enero tras la “rendición” franquista. “Los republicanos atacan Teruel a mediados de diciembre de 1937 no porque quieran conquistarlo, sino porque Franco semanas antes quería atacar Madrid e idean un plan para distraer al general y eligen Teruel para hacerlo”, describe. 

Ese mismo 1 de enero, según detalla Aupí, se anuncia en la portada de un periódico aragonés la victoria y el triunfo franquista. “Pensaban que iban a triunfar y al final ocurrió todo lo contrario, ya que perdieron Teruel”, indica. Igualmente, incide en que lo que se contó sobre las batallas en Teruel estaba “distorsionado”. “Tanto durante la Guerra Civil como después, el bando franquista trató de ocultar lo ocurrido porque no toleraban haber perdido Teruel. Querían mostrarse desde un enfoque triunfal y de ser invencibles”, señala Aupí a la vez que añade que “no llegaron a reconocer sus errores”. 

También, se llegó a responsabilizar de la derrota a aquellos que estaban en Teruel del bando franquista. Ejemplo de ello es el “gobernador militar” Domingo Rey D´Harcourt. “Tanto durante la guerra como después se hizo una campaña de infamia hacia D´Harcourt y militares porque se les echaba la culpa de lo ocurrido en el sitio de Teruel”, apunta Aupí y tras la revisión de la correspondencia de la familia del gobernador se ha encontrado que la viuda de D´Harcourt envió varias cartas a Franco para pedir el cese de esa campaña y “no hubo respuesta”. 

Dos batallas

La “obsesión” con lo ocurrido en Teruel provocó que en febrero de 1938 las tropas franquistas volviesen a la ciudad y finalmente consiguieron la reconquista. Para Aupí esta es la versión que ha quedado porque cuando se busca Batalla de Teruel en internet o en los libros de historia se resume en esa victoria franquista. “Mucha gente desconoce que en Teruel hubo una victoria republicana que duró un mes y medio y es uno de los motivos por los que he hecho el libro”, apunta. 

En este sentido, Aupí considera que se puede hablar de “dos batallas” en la ciudad de Teruel. “Hay dos batallas con signos diferentes, pero por diversas razones en la historia se habla de una misma. Además, a Franco tampoco le interesó que se hablase de dos conflictos y se intentó ocultar esa primera derrota a pesar de haber reconquistado Teruel y después ganar la Guerra Civil”, explica. 

En uno de los capítulos del libro ‘El Caudillo y las uvas de la derrota’, se compara lo ocurrido en la Batalla de Teruel con la de Stalingrado, la que para Aupí es una de “las mayores guerras de la historia de la humanidad”. Algunos de esos paralelismos es que ambas ocurren en invierno y los comportamientos de quienes tenían el “mando supremo”, pues en ambos conflictos bélicos no asumieron la responsabilidad de un error que costó “miles de vidas”. 

Testimonios reales

El proceso de documentación para hacer realidad la obra, como enumera Aupí, se ha basado en libros, documentos -algunos de ellos “inéditos”- y también han tenido un “importante” papel las entrevistas personales. “Es importante los testimonios de personas que vivieron lo ocurrido aquellos días. Lo que se conocía era especialmente por parte del bando sublevado, es decir, era la versión oficial del bando franquista, que estaba distorsionada por los intereses del momento”, señala el autor. Tras varias entrevistas, explica que vio que los testimonios de los “combatientes rasos -aunque fuesen del mismo bando- contradicen abiertamente lo que decía el mando ganador”. 

Uno de esos testimonios fue el de Luis Jáuregui, quien fue soldado en la Batalla de Teruel y formó parte de esas tropas que tuvieron “la liberación de la ciudad en sus manos y recibieron la orden de no continuar”. “Lo entrevisté con 103 años y me facilitaron las memorias que había escrito”, indica Aupí. Otras de las personas con las que contó el escritor fueron el historiador Eloy Fernández Clemente o el nieto del coronel Domingo Rey D´Harcourt, quien dio acceso al archivo familiar con “numerosos documentos”. 

Después de todo ello y como Aupí concluye: “La Batalla de Teruel es mucho más importante en el desenlace de la Guerra Civil española de lo que la gente pueda imaginarse”. El escritor narra que desde un punto de “vista estratégico y militar” puede parecer que no tuviera mucha importancia, pero recuerda que había miles de soldados por cada bando y hasta Teruel se trasladaron reconocidos fotógrafos como Ernest Hemingway o Robert Capa.

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