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La jota que llegó a Rusia gracias a una postal hace cien años

“Querida tía. Espero que a la llegada de esta postal os encontréis bien de salud” así comienza la historia que una mujer, desde Francia, le cuenta a su tía en una postal. Una postal ilustrada en la que un grupo de personas ataviadas con trajes de la época bailan una jota en una calle de tierra. Corre el año 1910 y recoge una imagen costumbrista de comienzos del siglo pasado en un pueblo aragonés; Tauste. La Asociación Cultura El Patiaz se dedica a la recuperación y conservación de patrimonio, tiene más de 600 personas asociadas y lleva más de cuatro meses investigando y recopilando postales de principios del siglo XX en las que su pueblo y sus gentes son protagonistas.

Hasta el momento han conseguido localizar más de 30 postales que han dado la vuelta a España y al mundo. Al parecer, pertenecen al archivo fotográfico de la Fototipia Thomas, fundada en 1882 en Barcelona por el impresor Joseph Thomas i Bigas. Durante la primera década del siglo XX se puso de moda una corriente costumbrista en la que los fotógrafos recorrían pueblos de España inmortalizando escenas de la tradición del lugar y a sus gentes. Esas fotografías se convertían después en postales que se comercializaban para viajar a cualquier parte del globo terráqueo. Entre las encontradas hasta la fecha que tienen a Tauste como protagonista se pueden ver mujeres arregladas para acudir al baile, hombres jugando al guiñote, un grupo de niños y niñas bailando una jota, una pareja de ronda o una barbería al aire libre. Todas ellas formaban parte de los miles de negativos de acetato, destinados a la reproducción de postales a comienzos del siglo XX, propiedad de Fototipia Thomas, Manuel Arribas de Zaragoza o Fototipia Madriguera.

Jesús Alegre, trabajador de la ganadería ya jubilado y miembro de la asociación El Patiaz, es un amante de la investigación que a los 50 años estudió un grado superior de informática. Apasionado de las fotografías antiguas explica cómo llegó hasta esta colección; “un día, buscando fotografías en internet, apareció una en la que reconocí perfectamente la torre de la iglesia de Santa María de Tauste, era una foto de principios del XX, llamó mi atención y me puse a investigar”. Resultó que las imágenes no eran fotografías sino postales. Pedazos de cartón amarillentos en los que al dorso aparecían nombres, calles olvidadas, besos, muchos abrazos y algunas lágrimas, entremezclados en las líneas escritas con caligrafía a tinta y pluma, cien años atrás.

Siguiendo las pistas que cada fotografía iba dejándoles en el océano de información que supone internet, la Asociación El Patiaz llegó hasta el Centro Documental de la Fundación Anastasio de Gracia. Esta entidad, trabaja desde el año 2015 en la reconstrucción del Archivo de las 11.621 imágenes para postales de la Fototipia Thomas que retratan 346 localidades de toda España, entre ellas, Tauste. “Nos pareció que su trabajo de recuperación de patrimonio estaba en la línea de lo que nosotros hacemos desde la asociación así que les brindamos nuestra ayuda y aquí estamos, recopilando todas las postales que podemos demostrar que pertenecen a Tauste y a Fototipia Thomas” cuenta Tere Ansó, farmacéutica jubilada y colaboradora activa de El Patiaz. 

Gracias a los conocimientos y la paciencia de Jesús Alegre, esta asociación aragonesa ha comprado ya un buen número de postales cuyas fotografías originales fueron tomadas en las calles de su pueblo. La mayor parte las han localizado a través de internet “en tiendas de antigüedades, anticuarios, plataformas de compra venta e incluso en una casa de subastas en Rusia”, explica Alegre, que ha contado con la colaboración de otro compañero, Francisco Castillo, investigador profesional y también jubilado. Buceando en miles de páginas en la red, estos dos vecinos están contribuyendo a recomponer una parte importante de los miles de fragmentos del tesoro icónico costumbrista que quedó disgregado en la década de los años 80 tras ser vendido por partes a coleccionistas particulares de todo el mundo. Una parte de las postales han sido localizadas entre particulares de Barcelona y Cáceres, “pero otras muchas las hemos comprado en Alsacia, Perpignan, Budapest, Roma, Berlín, las islas Azores o en Irkustsk, una ciudad rusa”, apunta Jesús Alegre que, además, está seguro de que quedan muchas todavía sin localizar. 

Ahora, través de sus redes sociales, El Patiaz, comparte las postales que han ido comprando para buscar entre los vecinos de Tauste a familiares y amigos de las personas que aparecen en ellas. “Han pasado muchos años, pero estamos encontrado a personas cercanas de algunos de los protagonistas de aquellas fotos”, cuenta. La indumentaria de la zona; faja ancha en los hombres y el tipo de cruzado de mantón en las mujeres, o los escenarios, como en este caso la aparición de la torre zagrí de Tauste en las fotos, han ayudado a certificar época y lugar de las instantáneas que después se convertirían en postales.

También “el Mayoral” ha sido clave en la labor de certificación. Se trata de una figura importante y de larga tradición en Tauste “y el hecho de que aparezca en varias imágenes nos ha ayudado a determinar que las postales pertenecen a esta corriente y a ese momento, y no a otra”, apunta Tere Ansó. Sobre cómo llegaron estas fotografías desde un pueblo de las Cinco Villas hasta Barcelona, o quién las hizo, nada se sabe por el momento. Como tampoco saben “por qué motivo compraban postales con imágenes típicas aragonesas en otros puntos de España o de Europa” explica Ansó. Pero lo cierto es que, con motivo o sin él, a comienzos del siglo pasado un puñado de vecinos y vecinas de Tauste viajaron por el mundo en forma de postal. Gracias a la labor desinteresada de recuperación que está llevando a cabo El Patiaz para la Fundación Anastasio de Gracia, estas fotografías, que convertidas en postales pusieron en contacto a familiares y amigos hace más de un siglo, han vuelto a su origen, la Fototipia Thomas, y hoy en día se pueden ver y leer en un archivo digitalizado.