“Es el proyecto de mi vida, pero da para muchas vidas”. La historia militar ha saltado desde las páginas de los libros al presente y a escala real a través de las manos de Rubén Sáez, un joven historiador turolense que ahora ve como lo que era un sueño personal puede convertirse en un gran proyecto cultural y de desarrollo turístico.
“Es un proyecto único a nivel mundial, pondría a Teruel en el mundo de la investigación de la historia militar con letras mayúsculas” defiende entusiasta. Se refiere al proyecto de Trebuchet Park, un parque temático sobre máquinas de asedio que combinaría ocio e investigación, la fórmula utilizada también en Teruel por Dinópolis con los dinosaurios y que ha demostrado ser sinónimo de éxito como acicate del turismo.
El proyecto cuenta ya con una dotación de 100.000 euros para elaborar la memoria inicial -procedentes del Fondo de Inversiones de Teruel, que aporta el Gobierno central y el autonómico a partes iguales- y el apoyo explícito del alcalde de Teruel, Manuel Blasco, que llevaba este proyecto como una de las promesas electorales con las que ha revalidado el cargo.
Blasco cree que es un proyecto muy adecuado para Teruel, donde la representación de la leyenda de los Amantes, que se realiza de manera multitudinaria desde hace dos décadas, ha convertido a la ciudad en un referente para los aficionados a las recreaciones. La partida económica servirá para “poner números al proyecto” porque Trebuchet “no tiene límites, los va poner el dinero”, explica Rubén Sáez.
El parque que ha planteado este historiador militar contempla la reconstrucción de máquinas desde el antiguo Egipto hasta el siglo XV, pero también la puesta en marcha de espectáculos, talleres y escenarios que podrían servir también como plató de grabación para documentales. En su mente está también la posibilidad de construir tramos de murallas para poder hacer exhibiciones de disparo en tiempo real.
Se trata de “un museo vivo”, en el que un equipo investigador profundizará en esta parte de la historia, para que todos los contenidos y actividades sean rigurosos desde el punto de vista histórico. Un recinto cubierto albergará la parte expositiva, para mostrar la evolución de este tipo de máquinas así como de uniformes militares. En un área exterior podrán recrearse las murallas de las distintas civilizaciones, con la posibilidad de escenificar alguna batalla.
Un trabajo de años
La semilla de este gran parque está en Albarracín (Teruel), en un terreno donde Sáez expone algunas del medio centenar de máquinas de asedio que ha construido a tamaño real, en un trabajo artesanal en el que el apoyo familiar ha sido fundamental.
Ellos, sus más allegados, han sido mano de obra para construir las máquinas y con las exposiciones itinerantes, los libros y trabajos de este doctor en Historia han costeado el proyecto hasta ahora.
Sáez espera que a finales de año esté redactado el proyecto y “si inmediatamente hay dinero se puede empezar a construir”, por lo que “en un año y medio podría haber una parte operativa, pero todo depende del dinero”.
Confía en que el proyecto pueda recibir el mismo apoyo que han tenido otras iniciativas en Teruel que también mezclan ocio e investigación. El más claro exponente es Dinópolis, el parque de ocio en torno a los dinosaurios que existe en Teruel, con varios centros satélites en la provincia, que se retroalimenta con la labor puntera en investigación que va sorprendiendo regularmente con espectaculares hallazgos.
Siguiendo su estela también se ha puesto en marcha el Observatorio Astrofísico de Javalambre y se espera que pronto abra su puertas Galáctica, en el municipio turolense de Arcos de las Salinas, para divulgar la astronomía aprovechando la calidad del cielo turolense y los trabajos científicos que se desarrollan en el Observatorio.
La acogida de las exposiciones temporales con las que Sáez ha viajado por España le hace confiar en que un museo de este tipo tendría capacidad para atraer a miles de visitantes. Y destaca las posibilidades de desarrollo que tiene: “El planteamiento inicial es exponer la historia militar desde el antiguo Egipto hasta el Renacimiento pero se puede seguir a la época de los Tercios o incluso hasta la Guerra Civil”.