En el primer semestre de 2017, según los datos proporcionados por UGT, 16 trabajadores fallecieron por un accidente laboral en su jornada de trabajo. Uno más que en el mismo periodo del año pasado. Seis se produjeron por las condiciones de trabajo, tres por tráfico y siete murieron por patologías no traumáticas.
El 68,75 % (11 de 16) de esos accidentes mortales tuvieron lugar en empresas de menos de 50 trabajadores carentes de representante legal de los mismo y de planes preventivos.
En términos generales, hubo 7.435 accidentes leves, graves y mortales en los seis primeros meses de 2017. El número de ellos con baja durante la jornada de trabajo creció un 7,18 % y los que se produjeron in itinere aumentaron en un 7,30 %.
Por sectores, construcción y agricultura protagonizan el mayor alza, con incrementos del 18,82 % (564 por los 477 del año pasado) y 18,2 % (707 frente a 595 en 2016) respectivamente. Teruel es la única de las tres provincias aragonesas en la que disminuye la siniestralidad (0,15 % menos), al igual que la población trabajadora, que lo hace un 2,5 %.
De igual manera, destaca el descenso de las enfermedades profesionales un 8,7 % tanto con baja laboral como sin ella. Lo que, según UGT, “esconde la presión de las mutuas a los trabajadores para evitar las situaciones de baja laboral. Su infradeclaración aflora daños en la salud de trabajadores que finalmente se derivan al Sistema Público de Salud, una situación que UGT Aragón espera que resuelva la Estrategia Aragonesa de Seguridad y Salud en el Trabajo”.